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Los Danzantes del Dolor son una enigmática y temida facción dentro del reino de Mor’dhul en Lithernia, conocidos por su culto a Kromagul, el Dios del Dolor, y su práctica de la nigromancia sónica. Esta sociedad se caracteriza por su cultura paranoica, su dominio del secreto y la tortura, y su influencia en la política y la magia oscura de la región.
Originarios del oscuro y profundo cañón de Aelithor, los Danzantes del Dolor surgieron como una casta secreta dentro del Clan Whisper, la élite gobernante hobgoblin de la ciudad. Su historia está marcada por la búsqueda del poder a través del sufrimiento y la obtención de secretos mediante el tormento. Durante siglos, han perfeccionado una forma única de nigromancia que utiliza el sonido y el dolor como herramientas para extraer información y controlar a sus enemigos.
La sociedad de los Danzantes del Dolor es una compleja red de intrigas, espionaje y violencia ritualizada. La información es la moneda más valiosa, y la traición es una práctica común y necesaria para la supervivencia. La élite está compuesta mayoritariamente por hobgoblins del Clan Whisper, con tieflings que actúan como administradores y diplomáticos, y una casta de exiliados Shadar-Kai que sirven como asesinos y espías. Los goblins forman la clase servil y mercantil.
El control social se mantiene a través del miedo y la vigilancia constante, con rituales de tortura pública y castigos ejemplares que refuerzan la autoridad del culto a Kromagul. La música y el arte están impregnados de simbolismo oscuro, y las runas silenciadoras que adornan la ciudad absorben el sonido, creando un ambiente de silencio opresivo.
Los Danzantes del Dolor emplean una nigromancia sónica que manipula las ondas de sonido para causar tormento, controlar espíritus y extraer secretos. Sus técnicas incluyen la “Confesión del Eco”, un ritual en el que los prisioneros gritan sus crímenes al cañón para que sus ecos sean torturados eternamente, y el uso de tatuajes de ondas sonoras o labios sellados como marcas de lealtad.
El Clan Whisper domina la ciudad y sus alrededores, utilizando la magia oscura y la información como armas para mantener su poder. La élite nigromante controla los recursos mágicos y las redes de espionaje, asegurando que ningún secreto quede oculto y que la lealtad se mantenga a través del dolor y la coerción.