agrupacion: Clan Garraumbría alianzas: - Clan Kromagul - Facción ‘Primero la Piedra’ ciudad_sede: Villeshervil (asentamiento oculto en las profundidades de Valtoria) dg-publish: true edad: 134 escudo: Un pico de montaña fracturado de granito negro, arañado por una garra de tres dedos de la que gotea una única lágrima de sangre carmesí. lema: Desde la sombra, la montaña sangrará. nombre: Vexia la Corruptora relaciones: - Grakkor Manorrota (Líder del Clan) - Rey Sel’thirak (Patrón en la sombra) rivalidades: - Reina Valeria Bronzebrillo - Ciudad de Sylorian - Casa Dravonis rol: Susurrante de Sombras del Clan Garraumbría tags: - antagonista - clan - enano - garraumbría - lithernia - personajes - personajes_y_agrupaciones - valoria tipo: Clan categoria: Personajes y Agrupaciones subcategoria: Personajes summary: Vexia, nacida en Villeshervil, es la estratega y maga corruptora del Clan Garraumbría. Aliada de Mor’dhul, lidera la subversión en Valtoria mediante magia oscura y manipulación política, buscando destruir la paz para cumplir su fanática doctrina.
Nacida en la fría y opresiva oscuridad de Villeshervil, Vexia nunca conoció la luz del sol ni el calor de una forja comunal. Su única herencia fue el eco amargo del exilio y el catecismo del odio que el Clan Garraumbría susurraba en las profundidades. Descendiente directa de los Picosombrío, los fanáticos caídos de Valarios, Vexia fue criada no con cuentos de héroes, sino con letanías de traición, humillación y la promesa sagrada de una venganza que haría temblar los cimientos de Valtoria.
Desde joven, demostró una aptitud que no residía en la fuerza bruta de un hacha, sino en la afilada precisión de su intelecto. Mientras otros Enanos del clan aprendían a quebrar rocas, Vexia aprendió a encontrar sus fisuras, a leer las líneas de tensión y a aplicar la presión justa para hacer que la montaña se desmoronara. Esta habilidad se tradujo de la piedra a la mente, y de la mente a la magia. Se convirtió en la pupila de los últimos sacerdotes de Valarios, quienes le enseñaron que la corrupción no era un acto de maldad, sino un ritual sagrado: la forma de revelar la debilidad inherente en toda creación para purificarla a través de la ruina.
Su ascenso dentro del clan fue paralelo al de Grakkor Manorrota. Mientras Grakkor era el puño, la furia encarnada que unía a los guerreros, Vexia era el cerebro, la estratega que canalizaba esa furia. Fue ella quien ideó la doctrina de los “Cazadores de Sombras”, transformando al clan de simples parias a una red terrorista organizada. Fue su voz la que convenció a Grakkor de que la verdadera victoria no llegaría con un asalto frontal, sino pudriendo Valtoria desde dentro, corrompiendo sus Runas, saboteando sus minas y envenenando el corazón de sus clanes más leales.
Su hazaña más notable, y el secreto mejor guardado del clan, fue su viaje a Mor’dhul. Arriesgándose a una muerte segura, viajó a través de túneles olvidados hasta el reino del Rey Sel’thirak. No llegó como una suplicante, sino como una vendedora. Presentó ante la corte oscura una demostración de su poder: la corrupción de una antigua runa enana de protección, retorciéndola hasta convertirla en un glifo de dolor que hizo gritar a la propia piedra. Impresionado por esta profanación única, o quizás viendo simplemente una herramienta útil para desestabilizar a un reino rival, Sel’thirak aceptó su propuesta. Vexia se convirtió en su activo en Valtoria, una agente que recibiría Recursos y conocimiento oscuro a cambio de sembrar el caos en el reino de la montaña.
Hoy, Vexia es la “Susurrante de Sombras”, la eminencia gris del Clan Garraumbría. Es el enlace directo con sus aliados en Mor’dhul, particularmente con los sádicos estrategas del Clan Kromagul, de quienes aprende nuevas formas de tormento psicológico. Es ella quien manipula a la facción purista “Primero la Piedra”, alimentando su xenofobia contra elfos y Gnomos para fracturar la sociedad valtoriana. Su motivación es pura y fanática: no busca poder para sí misma, sino el cumplimiento de la doctrina de su dios. Para Vexia, la paz de la Reina Valeria es una blasfemia, una costra que oculta la infección de la debilidad. Y ella, con paciencia y precisión, es la garra que arrancará esa costra para que la montaña finalmente sangre.
A diferencia de la robustez tradicional de los Enanos, Vexia posee una figura enjuta y nervuda, moldeada por una vida de escasez y esfuerzo en las minas más profundas. Su piel tiene la palidez cerúlea de una criatura que rara vez ha visto la luz, y sus ojos, de un gris acerado, parecen absorber la luz a su alrededor, siempre evaluando, buscando la fractura. Su cabello negro está recogido en trenzas apretadas y severas, entrelazadas con finos alambres de hierro maldito. Su rostro y brazos están cubiertos de tatuajes rúnicos que no brillan con poder, sino que parecen absorberlo: glifos de fractura, corrupción y silencio que se retuercen sutilmente cuando canaliza su magia.
Vexia desdeña la armadura pesada, prefiriendo una armadura de cuero tachonado oscuro, tratada con ungüentos alquímicos que silencian sus pasos. Su arma principal no es un hacha, sino un pico de guerra rúnico, una herramienta de minero convertida en un instrumento de ejecución, con una punta de obsidiana regalada por sus patrones en Mor’dhul.
Más importante que sus armas es su “Kit del Corruptor”: una bolsa de cuero que contiene polvos de gemas malditas, viales con sangre coagulada, estiletes de metal retorcido para grabar Runas impías y fragmentos de piedra de las zonas más profundas y mágicamente inestables de Valtoria. Estos no son solo componentes, son el evangelio de su fe destructiva.
Vexia la Corruptora representa una de las amenazas más insidiosas para la estabilidad de Lithernia. No es una conquistadora que lidera ejércitos, sino la personificación de la decadencia interna, un cáncer que crece en las sombras de uno de los reinos más sólidos del continente. Su pacto con Sel’thirak la eleva de una simple líder terrorista a una pieza clave en el gran juego de poder de la Gran Guerra, convirtiendo a los parias de Garraumbría en el caballo de Troya de Mor’dhul en el corazón de Valtoria.
Si sus planes tienen éxito, no solo provocará la caída de la Reina Valeria, sino que sumirá a Valtoria en una guerra civil fratricida que la dejará indefensa ante una invasión a gran escala. Su legado no sería de conquista, sino de fractura total: la prueba definitiva de que la mayor fortaleza, cuando se pudre desde dentro, sufre la caída más devastadora. Vexia es la advertencia viviente de que las heridas del pasado, si no se sanan, se convierten en el veneno del futuro.