agrupacion: El Sindicato del Eco alianzas: - Gremio de Exploradores de Galanthil - Cultos del Primer Rey (alianza de conveniencia) categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Eldurnis dg-publish: true edad: 98 escudo: Una runa de piedra gris agrietada, sobre la cual se superpone un reloj de arena de obsidiana. La arena del reloj es polvo de plata, simbolizando el valor del tiempo y los secretos perdidos. lema: Lo que la ceniza esconde, la piedra lo recuerda. nombre: Vexia relaciones: - Kaelen (Cofundador): Un sentimental necesario para la fachada, pero su idealismo es una debilidad. - Borin Martillolesto (Jefe de Campo): Una herramienta excepcionalmente útil y fiable, pero, en última instancia, prescindible. - Red de Mor’dhul: Contactos e informantes en varios clanes; la información es mi principal moneda de cambio. rivalidades: - Clan Grimstone (tensa cooperación) - Círculo Interior de la Torre de las Estrellas rol: Jefa de Operaciones y Enlace con Mor’dhul subcategoria: Personajes tags: - el sindicato del eco - estratega - lithernia - mor’dhul - personaje - personajes - personajes_y_agrupaciones - tiefling tipo: Gremio summary: Vexia, tiefling de Mor’dhul, es la astuta Jefa de Operaciones del Sindicato del Eco, un gremio que trafica con artefactos y poder. Experta en diplomacia coercitiva, busca autonomía absoluta y controla secretos que pueden desatar guerras.
Nacida en la asfixiante penumbra de Mor’dhul, en el seno de una casa tiefling menor cuyo nombre ha sido engullido por el tiempo y la insignificancia, Vexia aprendió desde joven las verdaderas leyes que rigen Lithernia: el poder no se hereda, se arrebata; la lealtad es un recurso, no una virtud; y el conocimiento es el arma más afilada de todas. Mientras otros de su linaje se consumían en pequeñas intrigas por el favor de los clanes mayores, Vexia afilaba su intelecto en las sombras, observando cómo los secretos y las reliquias del pasado otorgaban a los necios una influencia que no merecían.
Su oportunidad llegó décadas más tarde, cuando el destino la cruzó con dos parias tan ambiciosos como ella: Kaelen, un historiador semielfo obsesionado con la verdad prohibida del Primer Rey, y Borin Martillolesto, un maestro enano expulsado de Valtoria por su peligrosa fascinación con las trampas ancestrales. Kaelen vio en las ruinas el eco de la historia; Borin, la gloria del desafío técnico. Vexia vio algo más tangible: una oportunidad de negocio. Juntos, fundaron el Sindicato del Eco, un gremio que convertiría la arqueología en un acto de poder.
Como Jefa de Operaciones, Vexia es la mente estratégica y el puño pragmático del Sindicato. Mientras Kaelen persigue sus sueños académicos, ella traza las rutas de expedición, evalúa los riesgos, gestiona los Recursos y, lo más importante, negocia la venta de los artefactos recuperados. Su especialidad es su rol como Enlace con Mor’dhul. Conoce la psique de los clanes, habla el lenguaje de la fuerza y la dominación, y sabe que una reliquia entregada al clan correcto puede desatar una guerra civil que beneficie al Sindicato. Su pacto con el Clan Grimstone es una obra maestra de diplomacia coercitiva: les proporciona justo el conocimiento que necesitan para sentirse superiores, mientras se guarda las verdades más potentes que podrían volverlos una amenaza incontrolable.
La motivación de Vexia no es la codicia vulgar ni la curiosidad académica de Kaelen. Su objetivo es la autonomía absoluta. Busca convertir al Sindicato del Eco en un poder silencioso, una facción indispensable para reyes y señores de la guerra, una entidad que trafica con el poder mismo, sin jurar lealtad a ninguna corona ni dios. Para ella, el Cataclismo del Lilium no fue una tragedia, sino una reconfiguración del tablero de juego, y ella pretende ser la jugadora que, desde las sombras, mueva las piezas más decisivas.
Vexia es la personificación de la elegancia depredadora. A sus 98 años, su herencia tiefling se manifiesta en una piel de un sutil tono pizarra y unos ojos de un inquietante color ámbar que analizan todo con una calma calculadora. Sus cuernos, delgados y de obsidiana pulida, se curvan hacia atrás desde su frente, a menudo ocultos parcialmente por su cabello negro azabache, recogido en un peinado severo y práctico. No sonríe a menudo, pero cuando lo hace, es una mueca afilada que no llega a sus ojos y promete más peligro que calidez.
Viste con una funcionalidad letal. Prefiere túnicas oscuras de corte severo, confeccionadas con sedas resistentes de Mor’dhul, sobre una armadura de cuero reforzado con placas de metal oscuro, ligera y silenciosa. No porta armas a la vista, pero quienes la conocen saben que siempre lleva consigo un estilete envenenado oculto en su manga y varias dagas de lanzamiento equilibradas en su arnés.
Su equipamiento más valioso, sin embargo, es intangible: su red de informantes. Además, siempre lleva consigo un pequeño códice de cuero, indescifrable para cualquiera que no conozca sus complejos códigos, que contiene los detalles de las deudas, secretos y debilidades de las figuras más poderosas de Mor’dhul. Se rumorea que uno de los anillos que lleva, una simple banda de plata con una esquirla de obsidiana, es un artefacto pre-Lilium que le permite susurrar pensamientos de duda en la mente de sus interlocutores.
Vexia representa una nueva fuerza en el gran juego de Lithernia. No es una Noble de una casa ancestral ni una sierva de los dioses, sino la arquitecta de un poder basado en el conocimiento prohibido y la influencia oculta. Su impacto se mide en las tensiones que aviva y en los conflictos que evita, siempre según los intereses del Sindicato.
Bajo su dirección, el Sindicato del Eco se ha convertido en mucho más que un grupo de saqueadores de tumbas. Son los agentes del caos y el orden, capaces de desenterrar una espada legendaria que corone a un nuevo rey o un grimorio maldito que arrase una ciudad. Al comerciar con el pasado, Vexia está reescribiendo activamente el futuro de Lithernia.
Su legado será, probablemente, el de haber demostrado que en una era definida por la guerra entre grandes reinos, el poder más duradero no reside en ejércitos ni castillos, sino en los secretos que la historia se niega a olvidar. Es una titiritera magistral, y aunque sus hilos son invisibles, sus efectos sacuden los cimientos del continente. El verdadero peligro, tanto para ella como para Lithernia, reside en una única pregunta: ¿qué ocurrirá cuando uno de esos hilos finalmente se rompa?