agrupacion: Clan Velo Cenizo alianzas: - Clan Thyrgram - Clan Ironclaw ciudad_sede: Vanyaran dg-publish: true edad: 120 escudo: Un cuervo de obsidiana con un ojo de plata, posado sobre un yelmo orco partido. El fondo es gris ceniza. lema: El fin de uno es el comienzo nuestro. nombre: Vexia la Contable relaciones: Como líder suprema del clan, negocia directamente con generales y líderes por los derechos de salvamento en los campos de batalla, a menudo antes de que estos se silencien. Considera la fuerza bruta un simple medio para su fin económico. rivalidades: - Clan Kromagul - Clan Grimstone rol: Maestra del Clan Velo Cenizo tags: - clan - lithernia - mor’dhul - personajes - personajes_y_agrupaciones - tiefling tipo: Clan categoria: Personajes y Agrupaciones subcategoria: Personajes summary: Vexia, tiefling Maestra del Clan Velo Cenizo en Mor’dhul, domina la guerra desde la contabilidad y la logística. Transformó un clan saqueador en un imperio eficiente, negociando con clanes y alimentando la maquinaria bélica con su aguda mente y su Gran Libro Mayor.
En el sangriento teatro de Mor’dhul, donde la gloria se mide en cabezas cortadas y conquistas efímeras, Vexia es una anomalía. No blande un hacha rúnica ni comanda legiones desde la vanguardia. Su poder reside en un libro de cuentas encuadernado en piel de basilisco y en una mente tan afilada como el acero valtoriano. Como Maestra del Clan Velo Cenizo, Vexia ha transformado la carroña de la guerra en un imperio logístico, convirtiéndose en el engranaje silencioso pero indispensable de la maquinaria bélica del reino.
Nacida en los barrios bajos de la capital, Vexia es una tiefling cuyo linaje Sel’thirak no le otorgó ni nobleza ni poder arcano evidente, sino un don mucho más raro: una prodigiosa habilidad para ver patrones y valor donde otros solo veían muerte y caos. En su juventud, mientras otros parias se unían a bandas de guerra o cultos oscuros, Vexia se unió a la incipiente banda de Grolnok ‘Dedo-Rápido’, el goblin que fundó el Velo Cenizo tras la Batalla de las Lágrimas Negras. Mientras Grolnok y su banda se limitaban a saquear, Vexia introdujo el método. Creó inventarios, estableció rutas de transporte seguras, tasó el valor del metal abollado frente al encantado y calculó la depreciación de un alma atrapada en una gema. Su apodo, “La Contable”, nació como una burla de los Orcos, pero pronto se convirtió en un título de temor y respeto.
Tras la “jubilación” de Grolnok, Vexia asumió el control del clan sin derramar una gota de sangre. Lo reorganizó con la eficiencia de una corporación, estableciendo contratos formales con los clanes más poderosos. Su obra maestra fue el acuerdo con el Clan Thyrgram: a cambio de derechos exclusivos de salvamento en sus conquistas, el Velo Cenizo repara, reacondiciona y revende armamento a las legiones de Thyrgram a una fracción del costo de la forja nueva. Así, mientras los Orcos alimentan la guerra, Vexia alimenta su contabilidad.
Su devoción a Gyth’kai, la Diosa del Sacrificio, es tan pragmática como el resto de sus acciones. No ofrece plegarias ni quema incienso. Para Vexia, cada campo de batalla es un altar, y cada soldado caído, un sacrificio cuya ofrenda material ella se encarga de recolectar y redistribuir. Siente un profundo desprecio por la fuerza bruta, viéndola no como una virtud, sino como un recurso fungible que genera oportunidades de negocio. Negocia con generales cubiertos de sangre con la misma calma y frialdad con que un mercader de Galvorn vende especias, a menudo cerrando tratos sobre el precio de la “limpieza” mientras los ecos de la batalla aún resuenan. Su existencia es un recordatorio constante en Mor’dhul de que el verdadero poder no siempre grita; a veces, susurra cifras en un libro mayor.
Vexia es una tiefling de apariencia austera que contrasta con la brutalidad de su entorno. Su piel es del color de la ceniza húmeda y sus cuernos, cortos y pulidos, se curvan hacia atrás pegados al cráneo, sin la ostentación de otros de su raza. Sus ojos, de un intenso color plata, carecen de calor; se mueven con rapidez, no buscando amenazas, sino tasando el valor de todo y de todos los que la rodean. Suele vestir túnicas de lana oscura de alta calidad, prácticas y sin adornos, más propias de una erudita de Valtoria que de una líder de clan de Mor’dhul.
No porta armas visibles, salvo una estilizada daga de obsidiana oculta en su manga, un regalo de un trato exitoso que nunca ha tenido que usar. Su verdadero equipamiento está siempre a su alcance en su despacho de Vanyaran o en su tienda de campaña móvil:
El legado de Vexia la Contable no se escribirá en cantares épicos ni se tallará en estatuas monumentales. Su impacto es más profundo y sistémico. Ha introducido una forma de poder completamente nueva en la sociedad de Mor’dhul: el capitalismo de la guerra. Al crear una industria a partir de la destrucción, ha hecho que la Guerra Interminable sea económicamente sostenible para clanes que de otro modo se habrían consumido a sí mismos.
Para los estrategas de Lithernia, el Clan Velo Cenizo es una fuerza a tener en cuenta. Interrumpir su cadena de suministro podría debilitar al Clan Thyrgram más que una docena de batallas. Para los filósofos, Vexia representa la máxima expresión del pragmatismo de Mor’dhul, despojado de toda pretensión de honor o gloria. Ella es la prueba viviente de que en un mundo regido por la fuerza, quien controla los Recursos que alimentan esa fuerza, controla en última instancia a los fuertes.
En el gran tapiz de Lithernia, Vexia no es una conquistadora ni una heroína, sino la administradora del ciclo de la muerte. Mientras haya guerra, habrá despojos. Y mientras haya despojos, el libro de cuentas de Vexia la Contable seguirá cuadrando, asegurando que su nombre, susurrado con una mezcla de desdén y necesidad, perdure mucho después de que los huesos de los grandes guerreros se hayan convertido en polvo.