agrupacion: La Cofradía del Muelle Real alianzas: Clan del Edicto Susurrante, Facciones Piratas de Galvorn, Contactos secretos con Lord Aethel categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Soriel (operando desde las profundidades) dg-publish: true edad: 110 escudo: Un engranaje de bronce roto del que brota una chispa de energía arcana inestable de color verdoso. El fondo es de pizarra negra, representando su origen en la montaña y su actual exilio en la oscuridad. lema: El progreso exige sacrificio. La tradición es el primer y más pesado grillete. nombre: Vexia, ‘La Tasadora’ relaciones: - ‘Clan del Edicto Susurrante: Principal enlace, asegura el santuario de la Cofradía a cambio de tecnología.’ - ‘Facciones Piratas de Galvorn: Cliente y proveedor de Recursos exóticos.’ - ‘Lord Aethel: Potencial cliente o amenaza existencial, bajo vigilancia constante.’ rivalidades: Sínodo del Engranaje Pulido, Gremio de Artífices, Cazadores de Sombras rol: Maestra de Adquisiciones y Enlace en Mor’dhul subcategoria: Personajes tags: - cofradía - facción - lithernia - mor’dhul - personajes - personajes_y_agrupaciones tipo: Facción summary: Vexia, Tiefling de piel pizarra, es ‘La Tasadora’, experta en contratos mágicos que miden ambición y miedo. Maestra de Adquisiciones de la Cofradía del Muelle Real, negocia alianzas y teje redes de información en Mor’dhul, impulsada por su ambición y astucia.
Nacida en las opresivas sombras de Soriel, en el corazón de Mor’dhul, Vexia no pertenece a ninguna de las grandes y sangrientas casas que dominan el reino. Su linaje es una nota a pie de página en los anales de los clanes menores, un hilo perdido que le otorgó la sangre Tiefling pero ninguna de sus prerrogativas. Creció sin el amparo de un estandarte poderoso, aprendiendo que en Mor’dhul, el valor no se hereda, sino que se arranca de las manos de otros. Su agudo intelecto y su innata afinidad con la magia de los pactos la llevaron a los mercados negros, donde no tardó en ganarse el apodo de ‘La Tasadora’. No por su habilidad para valorar gemas o metales, sino por su escalofriante capacidad para tasar el alma de un individuo: medía su ambición, su miedo y su desesperación, y con esa información, tejía contratos mágicamente vinculantes de los que era imposible escapar.
Su reputación llegó a oídos de los exiliados más extraños de Mor’dhul: La Cofradía del Muelle Real. Estos Gnomos y Enanos renegados de Valtoria, con su tecno-herejía de magia inestable y mecánica caótica, necesitaban a alguien que entendiera el laberinto de traiciones del reino de Sel’thirak. En Vexia encontraron a su perfecta enlace. Ella vio en ellos no solo una oportunidad de riqueza, sino una filosofía que resonaba con su propia experiencia: el desprecio por un orden tradicional que solo servía para oprimir.
Como Maestra de Adquisiciones, Vexia se convirtió en el rostro y el cerebro de las operaciones de la Cofradía en el continente. Fue ella quien negoció el precario santuario en las profundidades de Soriel con el Clan del Edicto Susurrante, ofreciendo tecnología de vigilancia arcana a cambio de un lugar donde los martillos y las chispas prohibidas de la Cofradía no atrajeran la atención equivocada. Es el punto de contacto con capitanes piratas de Galvorn, intercambiando autómatas de abordaje y cañones arcanos por artefactos pre-Lilium recuperados de naufragios olvidados y metales exóticos que alimentan los experimentos de la Cofradía.
Su empresa más peligrosa es la red de información que teje en torno a Lord Aethel “El Cruel”. Vexia lo ve como la encarnación del lema de la Cofradía: un agente de cambio dispuesto a sacrificar el viejo orden. Sin embargo, como ‘Tasadora’, también reconoce la infinita capacidad de traición en él. Lo alimenta con información y tecnología menor a través de intermediarios, tasando su potencial como cliente o como la tormenta que podría arrasarlos a todos. Vexia no sirve a nadie más que a la Cofradía y a su propia ambición de ver un mundo donde el ingenio, por muy caótico que sea, pese más que la sangre y la cuna.
Vexia proyecta una imagen de profesionalidad letal. Es una Tiefling de piel color pizarra pulida, un tono inusual que oculta sus orígenes y la distingue de los tonos rojizos y purpúreos de la nobleza de Mor’dhul. Sus cuernos, negros y delgados, se curvan hacia atrás desde su frente, pulidos hasta obtener un brillo mate. Viste túnicas a medida de seda oscura, prácticas pero elegantes, con un corte que permite una libertad de movimiento absoluta. Sus ropajes están sutilmente reforzados con filamentos de mithril, una cortesía de los telares tecnológicos de la Cofradía.
Sus ojos, de un intenso color ámbar, rara vez parpadean y parecen analizarlo todo con una calma depredadora. Es esta mirada la que cimentó su reputación; se dice que puede ver las fisuras en un contrato y en un alma con la misma facilidad.
No porta armas visibles, prefiriendo la discreción. Sin embargo, oculta en la manga de su túnica lleva una Daga Estilete Gnomo, un mecanismo de resorte que puede desplegar con un simple espasmo muscular. Su principal herramienta es su Libro de Cuentas Arcano, un pesado tomo encuadernado en piel de basilisco cuyas páginas están protegidas por glifos de sangre. Cualquier firma estampada en él se convierte en un pacto inquebrantable, y Vexia es una maestra en redactar cláusulas que siempre la favorecen. A menudo se la ve manipulando un Ábaco de Hueso y Bronce, un intrincado dispositivo de cálculo que no solo sigue las finanzas, sino que también rastrea flujos de maná y la lealtad de sus contactos.
Vexia, ‘La Tasadora’, no es una reina ni una general, pero su influencia se extiende como una red de grietas bajo los cimientos de Lithernia. Es una catalizadora del caos controlado, la principal exportadora de la peligrosa filosofía de la Cofradía del Muelle Real. Al armar a los elementos más desestabilizadores de la sociedad —piratas, señores de la guerra y nobles traidores—, acelera activamente la erosión del viejo orden.
Su verdadero impacto reside en ser el puente entre la innovación prohibida de Valtoria y la sed de poder sin límites de Mor’dhul. Es la partera de una nueva era de conflicto, donde las batallas no se decidirán solo por la fuerza de los guerreros o la bendición de los dioses, sino por la superioridad de la tecnología arcana.
Si tiene éxito, el legado de Vexia será un mundo irrevocablemente cambiado, donde las antiguas casas nobles y los reinos tradicionales se verán obligados a competir con el poder tangible de la tecno-magia. Será recordada como la mujer que tasó el futuro de Lithernia y decidió que valía la pena el precio del caos. Si fracasa, su nombre será un susurro de advertencia: la historia de una mente brillante que jugó con fuerzas demasiado grandes y fue consumida, como un engranaje más, en la maquinaria implacable del poder.