categoria: Reinos y Geografía cultura: Filosofía del Gran Tejido dg-publish: true fundador: Lyraela, la Primera Tejedora gobierno: Aristocracia Teocrática (Dominio de la Mano de Hierro) localizacion: El Bosque de los Telares de Plata nombre: Kyweneth poblacion_razas: Altos Elfos, Elfos del Bosque, Eladrin, Shadar-kai, Semielfos reino: Eldrador religion: Veneración de Arzia, Lerian y Morgal subcategoria: Ciudades tags: - ciudad - ciudades - eldrador - lithernia - reinos_y_geografía tipo: Ciudad del Destino title: Kyweneth summary: Kyweneth es una ciudad viviente en el Bosque de los Telares de Plata, construida sobre árboles gigantes llamados Telares Vivientes. Fundada tras el Cataclismo del Lilium, su sociedad estratificada sigue la filosofía del “Gran Tejido”, donde el destino es inmutable y la Mano de Hierro mantiene el orden divino.
Kyweneth no es una ciudad construida, sino tejida. Enclavada en el corazón del Bosque de los Telares de Plata, sus estructuras no son de piedra, sino plataformas vivas que brotan de las ramas de árboles gigantes de corteza plateada. Estos colosos, conocidos como los “Telares Vivientes”, son el alma de la ciudad. Conectada por puentes de lianas y velada por masivos tapices de seda encantada que narran la historia del cosmos, Kyweneth es la manifestación física de la filosofía del “Gran Tejido”: la creencia de que cada vida es un hilo con un propósito predeterminado, y la Mano de Hierro no es opresión, sino el orden divino del universo.
Fundada tras el Cataclismo del Lilium, Kyweneth nació de la necesidad de imponer un orden en un mundo sumido en el caos. Su fundadora, la archimaga Alta Elfa Lyraela, conocida como “La Primera Tejedora”, interpretó las constelaciones de Arzia no como guías hacia la libertad, sino como el diseño inmutable de un tapiz cósmico. Afirmó que el sufrimiento del mundo provenía de los mortales que intentaban salirse de su rol predestinado.
Bajo su liderazgo, se estableció una sociedad rígidamente estratificada, donde cada individuo tenía un lugar asignado desde su nacimiento. Los Altos Elfos, como intérpretes del destino, se convirtieron en la nobleza gobernante; los Elfos del Bosque y los Eladrin, con su destreza manual, fueron designados artesanos y cuidadores; y los Shadar-Kai, marcados por la sombra, se vieron relegados a los trabajos más arduos en las raíces del bosque. Kyweneth se convirtió rápidamente en un bastión ideológico de la Mano de Hierro, un ejemplo de “armonía” forzada que el resto de Eldrador observaría con una mezcla de admiración y temor.
El Corazón del Tejido: La plaza central de la ciudad, una vasta plataforma circular suspendida entre los tres Telares Vivientes más antiguos. En su centro se alza la “Lanzadera de Arzia”, un monolito de plata que emana un hilo de luz constante, cuyo patrón cambia con los designios del destino. Aquí se celebra el Festival del Telar Anual y se realizan los ritos más importantes.
La Cúspide de Plata: El distrito más elevado, reservado para la nobleza de los Altos Elfos. Son villas etéreas con balcones de cristal y jardines colgantes, donde se toman las decisiones que rigen la vida de miles de seres. El acceso está restringido por guardias y barreras mágicas.
Las Galerías Colgantes: El vibrante distrito de los artesanos, una red de talleres y viviendas suspendidas a media altura. Aquí, Elfos del Bosque y Eladrin trabajan incansablemente en los grandes telares, tejiendo desde los tapices proféticos hasta las túnicas de la nobleza. El aire está impregnado del aroma de tintes mágicos y el suave zumbido de los hilos de maná.
Las Raíces Sombrías: La base de los Telares Vivientes, un mundo de penumbra perpetua donde la luz es filtrada por los tapices superiores. Es el hogar de los Shadar-Kai y el lugar de los trabajos más pesados. Los túneles excavados en las raíces de los árboles sirven como viviendas y pasadizos, y se rumorea que ocultan secretos que la nobleza prefiere mantener enterrados.
La vida en Kyweneth está marcada por el ritual y la predestinación. El rito de paso más importante es el “Lanzar los Hilos”, donde un joven elfo se presenta ante la Lanzadera de Arzia. El patrón de luz que esta proyecta sobre ellos determina su rol social de por vida, una decisión irrevocable.
Los pactos y juramentos se sellan con la “Atadura de Hilos”, un ritual donde los implicados tejen mechones de su cabello en un pequeño tapiz, que luego se quema para liberar la promesa al cosmos. El evento más esperado es el “Festival del Telar Anual”, donde la nobleza desvela un tapiz monumental tejido a lo largo del año, que supuestamente predice los eventos más importantes del reino para el ciclo venidero. Veneran a Arzia como la tejedora suprema, honran a Lerian como la guardiana del conocimiento de los patrones, y temen a Morgal, el “Enredador de Hilos”, un dios del caos que representa la pesadilla de un destino deshilachado.
Kyweneth es un espectáculo de belleza vertical y ordenada. Los puentes de lianas vivas brillan con una suave luminiscencia, y los grandes tapices que cuelgan entre los árboles actúan como vidrieras, tiñendo la luz del día en tonos joya. El sonido predominante es el murmullo rítmico de miles de lanzaderas y telares mágicos, una melodía constante que es la banda sonora del destino en acción. El ambiente es sereno en la superficie, pero bajo la calma se percibe una tensión palpable: la presión de un rol inmutable y la vigilancia constante de quienes se aseguran de que nadie se desvíe de su camino.
La Tejedora en las Raíces: Se susurra que el espíritu de la fundadora, Lyraela, nunca abandonó la ciudad. Reside en el sistema de raíces de los Telares Vivientes, desde donde susurra profecías a quienes se atreven a escuchar. Algunos dicen que guía a la nobleza, pero otros creen que su alma, corrompida por el poder, ahora busca atrapar los hilos vitales de quienes la perturban, añadiéndolos a su propio tapiz eterno.
El Deshilachado: Los Shadar-Kai cuentan la historia de un fantasma que acecha las Raíces Sombrías. Se dice que fue el primer Shadar-Kai en intentar rebelarse contra su destino asignado. Ejecutado, su espíritu ahora busca venganza intentando deshacer los hilos de los grandes tapices proféticos, con la esperanza de provocar el caos y liberar a su pueblo del yugo de la predestinación.
El Patrón Olvidado: La leyenda más peligrosa y prohibida de Kyweneth. Habla de un diseño de tejido secreto, un “Patrón Olvidado” creado antes de la fundación de la ciudad. Este patrón no predice el destino, sino que lo rompe. Se dice que tejerlo podría deshacer la magia de la Mano de Hierro y liberar a todos de sus roles asignados. Encontrar este patrón es el mayor acto de herejía imaginable, y la nobleza exterminaría a cualquiera que se acercara a descubrirlo.