cultura: Contemplativa de Elionor dg-publish: true fundador: Maestro Astrónomo Borin Ojo-de-Cristal gobierno: Consejo de Sabios localizacion: Valle del Silencio Estelar nombre: Elionor poblacion_razas: Enanos, Gnomos, Semi-elfos, Goliatths reino: Valtoria religion: Veneración a Cirkon, estudio académico de Arzia, ritos druídicos simbolo: Un pico de montaña gris con una estrella de ocho puntas plateada sobre él, cuya base se abre como un libro con páginas de mithril. tags: - ciudad - lithernia - reinos_y_geografía - ruinas - valtoria tipo: Ciudad Observatorio title: Elionor categoria: Reinos y Geografía subcategoria: Ruinas summary: Elionor, en el Valle del Silencio Estelar, es un santuario del conocimiento y la contemplación en Valtoria. Fundada por el Maestro Borin, une la sabiduría enana y élfica, destacando por sus observatorios, biblioteca y jardines subterráneos.

Elionor

Enclavada en el corazón del remoto Valle del Silencio Estelar, Elionor no es una fortaleza de guerra ni un centro de industria, sino un santuario para la mente. Es el alma contemplativa de Valtoria, una ciudad donde la paciencia de la piedra se encuentra con la inmensidad del cosmos. Sus edificios de granito pulido, excavados con maestría en las laderas del valle, parecen una extensión natural de la montaña, coronados por techos de hierba alpina que susurran con el viento. Puentes de piedra arqueados, tan sólidos como el tiempo mismo, conectan distritos enteros, pero la verdadera maravilla de Elionor reside en sus cúpulas de cristal encantado, observatorios que miran al cielo con una devoción inquebrantable. Este es un lugar donde el conocimiento se valora por encima del oro y la sabiduría es el mayor de los tesoros, un bastión del Círculo Exterior de la Torre de las Estrellas.

Historia

Elionor fue fundada hace siglos, no por un rey o un Guerrero, sino por un sabio. El Maestro Astrónomo Borin Ojo-de-Cristal, un enano que había pasado su vida estudiando tanto las vetas de las montañas como las sendas de las estrellas, buscaba un lugar de quietud. Hastiado del ruido de las forjas y la política de los grandes salones, creía que para comprender el mundo, los Enanos debían mirar hacia arriba tanto como hacia abajo.

Llevó a sus seguidores, un ecléctico grupo de Enanos eruditos, Gnomos relojeros y cartógrafos, a un valle oculto bendecido por una quietud casi sobrenatural. Allí, en honor a Cirkon, la diosa de la roca, excavaron su ciudad. Pero Borin, en un acto que sorprendió a muchos, invitó a sabios semi-elfos a unirse a ellos, abriendo un canal para el estudio académico de Arzia, la diosa élfica de las estrellas. Esta síntesis cultural única forjó la identidad de Elionor: una ciudad enana con un alma cósmica. Con el tiempo, se convirtió en uno de los centros de estudio más importantes del Círculo Exterior, un lugar donde la paciencia y la precisión son las virtudes más sagradas.

Barrios y Zonas

Costumbres y Vida Cotidiana

La vida en Elionor transcurre a un ritmo medido. El día a día se dedica al estudio, la artesanía de precisión —como la relojería arcana o la cartografía— y la contemplación. Los debates filosóficos son una forma común de entretenimiento, y los torneos de ajedrez lítico, jugado con piezas talladas en diferentes tipos de roca, pueden durar semanas.

La devoción a Cirkon se manifiesta en el respeto por la piedra y la montaña, mientras que el estudio de Arzia es una búsqueda intelectual de patrones en el caos del cosmos. Los druidas de la montaña son los encargados de los ritos estacionales, asegurando que la ciudad viva en armonía con los ciclos naturales. La mayor celebración es el solsticio, cuando toda la ciudad se reúne para pulir el gran geodo y renovar su conexión con los cielos.

Arquitectura y Ambiente

Elionor es un testimonio de la armonía entre la construcción y la naturaleza. Los edificios de granito se integran perfectamente en el paisaje, sus interiores son cálidos y silenciosos, diseñados para el estudio. El aire es puro y frío, y el único sonido que rompe el silencio del valle es el murmullo del viento, el goteo del agua en las cavernas y, ocasionalmente, el suave zumbido de los mecanismos arcanos de los observatorios. De noche, la ciudad apenas utiliza luz artificial; en su lugar, confían en la luz de las estrellas, amplificada por las cúpulas de cristal y los senderos de piedra lunar que guían los pasos de sus habitantes.

Leyendas Urbanas