cultura: Astraliana dg-publish: true fundador: Oráculo Astralis, el Primer Vidente gobierno: Teocracia Aristocrática (Casa Astralis) localizacion: Valle del Velo Estelar, junto a las Cascadas Lúminas nombre: Vallatheas poblacion_razas: Altos Elfos, Elfos del Bosque, Eladrines, Shadar-kai, Humanos, Semielfos reino: Eldrador religion: Adoración de Arzia (dominante), Culto a Lerian (secundario) tags: - ciudad - ciudades - eldrador - lithernia - reinos_y_geografía tipo: Ciudad Oráculo title: Vallatheas categoria: Reinos y Geografía subcategoria: Ciudades summary: Vallatheas, la “Ciudad del Velo Estelar” en Eldrador, es un centro profético élfico fundado por la Casa Astralis. Oculta tras las Cascadas Lúminas, su magia y oráculos guían el destino del reino bajo la tutela de Arzia, diosa del destino.
Conocida en todo Eldrador como la “Ciudad del Velo Estelar”, Vallatheas no es simplemente una ciudad, sino un nexo donde el destino del mundo se refleja y se susurra. Se encuentra en un valle oculto, envuelta por la bruma perpetua de las majestuosas Cascadas Lúminas. Esta colosal caída de agua no es ordinaria; su rocío constante refracta la luz de los astros, creando una aurora nocturna que baña el valle en un espectáculo de luz y color. La ciudad es un bastión de poder profético, el centro neurálgico de la adivinación élfica, y un pilar fundamental que sostiene el orden de la Mano de Hierro a través del conocimiento del porvenir.
Vallatheas fue fundada milenios atrás por la Casa Astralis, un linaje de videntes Altos Elfos y Eladrines cuya conexión con el cosmos era tan profunda que se decía que podían oír hablar a las estrellas. Liderados por su patriarca, Astralis el Primer Vidente, eligieron este valle no por su belleza, sino por el poder de las Cascadas Lúminas, un conducto perfecto para la magia de la adivinación. En nombre del Rey de Eldrador, establecieron aquí un centro de oráculos para guiar al reino, convirtiéndose rápidamente en la autoridad indiscutible en asuntos del destino.
A lo largo de los siglos, la influencia de la Casa Astralis creció hasta ser casi absoluta. Mientras el Rey gobierna la tierra, la Casa Astralis gobierna el tiempo y la profecía, una influencia mucho más sutil y poderosa. La ciudad se convirtió en el corazón del culto a Arzia, y su sociedad se estructuró rígidamente en torno a este propósito, consolidando su lugar en la cúspide de la jerarquía élfica y convirtiendo a Vallatheas en un símbolo del poder inmutable del destino… y de quienes lo interpretan.
El Velo Lúmina: No es un barrio, sino el corazón vivo de la ciudad. Las Cascadas Lúminas caen desde un acantilado de cientos de metros, y tras su cortina de agua y luz se ocultan las principales estructuras de Vallatheas. Se dice que contemplar el velo el tiempo suficiente puede inducir visiones.
El Ojo de Arzia: El gran observatorio de la ciudad, tallado directamente en la pared del acantilado detrás de la cascada. Desde sus cámaras, equipadas con lentes de cristal estelar y espejos de obsidiana líquida, los oráculos de la Casa Astralis leen el futuro en el reflejo de los cielos sobre la bruma.
Las Torres de la Constelación: Las esbeltas torres residenciales de cuarzo blanco y plata donde habita la élite de la ciudad, principalmente la Casa Astralis y sus allegados. Están conectadas por puentes de cristal encantado que brillan con una luz interna, pareciendo hilos de una telaraña cósmica.
El Atrio de los Augurios: Una serie de terrazas escalonadas en la base del valle donde vive el resto de la población. Aquí se encuentran los mercados, los talleres de los artesanos y las academias menores donde los eruditos Humanos y Semielfos tienen permitido estudiar los textos menos sagrados.
La cultura de Vallatheas es de un fatalismo sereno y elegante. Se cree que el camino de cada ser está trazado en el firmamento desde su nacimiento, y la vida consiste en interpretar y aceptar ese destino. En lugar de un “buenos días”, es común que dos elfos intercambien un pequeño augurio personal, como “Que las estrellas iluminen tus decisiones” o “Que tu sendero de hoy esté libre de eclipses”.
La festividad más sagrada es la “Noche del Silencio Astral”, que se celebra una vez al año durante un alineamiento cósmico único. Desde el ocaso hasta el alba, toda la ciudad guarda un silencio absoluto, comunicándose solo a través de gestos y miradas, para no perturbar la “voz” del universo mientras se refleja en las cascadas. La devoción a Arzia, diosa del destino, lo impregna todo, mientras que Lerian, diosa del conocimiento, es venerada como la guardiana de los registros que documentan dichos destinos.
La arquitectura de Vallatheas es etérea, diseñada para ser un recipiente de la luz y el agua. Las torres y edificios se curvan y fluyen, integrándose en las formaciones rocosas del valle. El cuarzo blanco, la plata pulida y el cristal encantado son los materiales predilectos, todos elegidos por su capacidad para capturar y refractar la luz estelar. Los adornos son delicadas filigranas que replican constelaciones y símbolos arcanos. El ambiente es de una calma abrumadora, lleno de un poder latente. El aire vibra con energía mágica y el único sonido constante es el rugido ensordecedor pero melódico de las Cascadas Lúminas.
El blasón de la ciudad es una cascada de plata cayendo sobre un fondo de noche índigo. Sobre ella, un arco de siete estrellas de ocho puntas representa las constelaciones más importantes para la adivinación.
Bajo la superficie de orden y fatalismo, la tensión crece. Una facción secreta de jóvenes eladrines, los “Videntes Libres”, desafía el monopolio de la Casa Astralis sobre la profecía, argumentando que el destino no debe ser una herramienta de poder para una sola familia. Externamente, Vallatheas es un objetivo de alto valor. Espías de Mor’dhul intentan infiltrarse constantemente para robar augurios sobre sus campañas militares, mientras que los cultistas del Primer Rey buscan desesperadamente una profecía que confirme su inminente retorno, esperando encontrarla en el lugar más sagrado de Arzia.
El Reflejo de los Reyes: Se rumorea que en las noches sin luna, cuando el velo de la cascada es más claro, las almas de los futuros reyes, héroes y tiranos se reflejan fugazmente en el agua. La leyenda afirma que el Oráculo de la Casa Astralis los conoce a todos por su nombre, mucho antes de que nazcan.
Las Lágrimas de la Diosa: Una leyenda más antigua y poética dice que la cascada no está hecha de agua, sino de las lágrimas líquidas que Arzia derramó por un amante estelar perdido en los albores del tiempo. Se cree que beber de sus aguas ata irrevocablemente a una persona a su destino, eliminando cualquier posibilidad de cambiarlo.
La Corrección del Destino: El susurro más oscuro y temido de Vallatheas es que la Casa Astralis no se limita a leer el futuro. A veces, cuando una profecía revela un destino que amenaza la estabilidad de Eldrador, lo “corrigen”. Hacen desaparecer discretamente a aquellos individuos cuyo futuro es inconveniente, asegurándose de que la línea del tiempo siga el curso que ellos consideran correcto.