categoria: Reinos y Geografía cultura: Dominio de Bestias dg-publish: true fundador: Vorgath el Quebrantador gobierno: Gremios de Adiestradores Hobgoblin localizacion: Las Estepas Dentadas, cerca de los Picos Aullantes nombre: Ruelith poblacion_razas: Hobgoblins, Orcos, Semiogros, Goblins, Tieflings reino: Mor’dhul religion: Culto de Kromagul, Thyrgram y Lakros subcategoria: Ciudades tags: - ciudad - ciudades - lithernia - mor’dhul - reinos_y_geografía tipo: Ciudad-Fortaleza title: Ruelith summary: Ruelith es una ciudad fortaleza en las Estepas Dentadas, dedicada a domar bestias monstruosas para la guerra. Fundada por Vorgath bajo la doctrina de Kromagul, su poder reside en gremios hobgoblin que controlan La Fauce, arena central y símbolo de crueldad y dominio.
Ruelith no es una ciudad para los débiles. Es una cicatriz de basalto y hierro negro tallada en las Estepas Dentadas, una máquina de guerra viviente cuyo único propósito es quebrar, domar y armar a las pesadillas más salvajes del mundo. Construida en torno a una colosal arena conocida como “La Fauce”, la ciudad es un laberinto de corrales, campos de entrenamiento y muros de roca volcánica que resuenan constantemente con el rugido de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias cautivas y los gritos de aquellos que intentan someterlas. No hay murallas exteriores; la propia ciudad es una fortaleza, y su defensa son las criaturas monstruosas que acechan en cada recinto. En Ruelith, el poder no se hereda ni se compra, se arranca de las garras de una bestia aullante. La compasión es una enfermedad mortal, y la crueldad, un arte refinado.
Los orígenes de Ruelith se atribuyen a Vorgath el Quebrantador, un legendario maestro de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias hobgoblin que, hace siglos, vio el potencial estratégico de las Estepas Dentadas. La región, plagada de criaturas monstruosas atraídas por las extrañas energías de los cercanos Picos Aullantes, era un tesoro para los ejércitos de Mor’dhul. Vorgath no construyó un campamento, sino un templo a la dominación. Bajo la doctrina de Kromagul, el Dios del Dolor, desarrolló técnicas de adiestramiento que transformaban la agonía en obediencia.
La ciudad creció como un tumor, atrayendo a los clanes más brutales de Orcos y semiogros como tramperos, y a Hobgoblins que veían en el “arte” de Vorgath un camino hacia el poder. Ruelith se convirtió en el principal proveedor de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias de guerra para el reino, una pieza fundamental en la maquinaria militar de Mor’dhul. Aunque Sel’thirak asignó un gobernador Tiefling para mantener una apariencia de control central, es un secreto a voces que el verdadero poder reside en los gremios de adiestradores hobgoblin, los herederos del legado de Vorgath.
La Fauce: El corazón sangriento de Ruelith. Esta inmensa arena de basalto negro es donde se celebran los espectáculos de doma, los combates a muerte y los rituales públicos. Sus gradas de piedra están permanentemente manchadas, y la arena es una mezcla de tierra oscura y restos de hueso. Bajo ella se encuentra un laberinto de celdas y túneles donde las Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias y los gladiadores esperan su turno.
Los Corrales de Hierro: Un distrito caótico y ruidoso que rodea La Fauce. Aquí, miles de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias de todas las formas y tamaños están encerradas en corrales de hierro negro y piedra. El aire es denso con el hedor de los animales y el sonido de cadenas, látigos y rugidos de desafío. Es una zona extremadamente peligrosa, donde las fugas son comunes y la supervivencia depende de la rapidez de reflejos.
La Aguja del Gobernador: Una solitaria y elegante torre de obsidiana pulida que se alza en el extremo de la ciudad, ajena a la brutalidad que la rodea. Es la residencia del gobernador Tiefling enviado por la capital. Aunque lujosa por dentro, es poco más que una jaula dorada, un símbolo del poder nominal de Sel’thirak en una ciudad que solo respeta la fuerza bruta.
El Mercado de Ganchos y Gritos: Un mercado al aire libre donde los adiestradores compran y venden herramientas de su oficio: ganchos dentados, látigos con púas, cadenas rúnicas y venenos paralizantes. Aquí también se venden los “Ecos de Dolor”, pequeñas criaturas atormentadas en jaulas diminutas, cuyo sufrimiento constante sirve como macabro símbolo de estatus para sus dueños.
La vida en Ruelith es una prueba constante de dominio. El estatus social de un individuo se mide por la ferocidad y el tamaño de la bestia que controla. Las calles son un desfile de Hobgoblins altivos seguidos por monstruos encadenados. Los niños aprenden a usar el gancho y el látigo antes que a leer.
Las festividades son ejercicios de crueldad organizada. La más importante es “La Caza de la Agonía”, una competición anual en la que equipos de tramperos se adentran en los Picos Aullantes para capturar a la criatura más peligrosa. El ganador no solo obtiene riqueza, sino un inmenso prestigio. Otro evento clave es “El Grito Quebrado”, un ritual público en La Fauce donde una bestia recién capturada es sometida por primera vez, su voluntad rota ante una multitud rugiente en una demostración del poder de Kromagul.
La arquitectura de Ruelith es funcional, brutalista y desprovista de cualquier adorno que no sea un trofeo. Los edificios son moles de roca volcánica oscura, bajos y robustos para resistir el embate de una bestia descontrolada. Las calles son estrechas y laberínticas, diseñadas para canalizar y atrapar a cualquier criatura que se escape. Los únicos elementos decorativos son los restos de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias legendarias: cráneos colosales que sirven de arcos, costillas gigantes que forman techos y garras petrificadas que adornan las puertas de los maestros de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias más poderosos. El ambiente es opresivo, cargado de tensión, miedo y el olor metálico de la sangre seca.
El Devorador de Ecos: En los Picos Aullantes, más allá de donde se aventuran los cazadores más audaces, se dice que mora una criatura hecha de pura sombra: el “Devorador de Ecos”. La leyenda afirma que no siente dolor, alimentándose del miedo y la agonía de otros. Para los maestros de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias de Ruelith, es el trofeo definitivo e inalcanzable, una afrenta a su filosofía de que todo ser vivo puede ser quebrado. Muchos han muerto intentando capturarlo, sus gritos sumándose al silencio de la criatura.
Las Fosas Silentes: Bajo la arena ensangrentada de La Fauce se extienden unas catacumbas olvidadas, donde se arrojaron durante siglos los cuerpos de Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias y gladiadores caídos. La leyenda dice que el dolor acumulado ha creado una conciencia colectiva, una entidad psíquica formada por los espíritus fusionados de innumerables víctimas. No ataca físicamente, sino que susurra en los sueños de quienes viven en la ciudad, incitando a la locura, la paranoia y la rebelión de las Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias contra sus amos. Los adiestradores temen a estas “Fosas Silentes” más que a cualquier monstruo de carne y hueso.