agrupacion: Casa Umbracanto alianzas: - Casa Dravonis (Valtoria) - Torre de las Estrellas (Círculo Interior, Valtoria) categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Douchy (localizada en el Bastión Silente) dg-publish: true edad: 410 escudo: Una campana negra y agrietada sobre un fondo de granito gris, envuelta en cadenas de plata. lema: En el Silencio, la Guardia Perdura. nombre: Vornik ‘Ecos Rotos’ relaciones: - Hargrim Umbracanto (respetado como mártir) - Lyra Umbracanto (protegido y cuidado) - Kaelen Umbracanto (despreciado como debilidad) rivalidades: - Casa Nocthelios (Eldrador) - Clan Kromagul (Mor’dhul) rol: Oráculo del Abismo y Veterano de la Guardia subcategoria: Personajes tags: - casa umbracanto - enano - lithernia - oráculo - personajes - personajes_y_agrupaciones - valtoria tipo: Casa Noble summary: Vornik ‘Ecos Rotos’, ex Capitán de la Guardia del Silencio de la Casa Umbracanto, absorbió los ecos psíquicos del Abismo del Lamento para proteger Lithernia. Ahora es un oráculo fragmentado, símbolo del sacrificio y conflicto interno de su Casa.

Vornik ‘Ecos Rotos’

Biografía

En los salones silenciosos y austeros del Bastión Silente, donde cada palabra tiene el peso de una montaña y cada sombra una historia, la figura de Vornik es una leyenda hecha carne y tormento. Nacido en el seno de la Casa Umbracanto, su linaje se remonta a los primeros guardianes que juraron ante la diosa Cirkon proteger a Lithernia de una herida invisible: el Abismo del Lamento. Desde joven, Vornik encarnó los ideales de su Casa: una disciplina de hierro, una voluntad inquebrantable y una capacidad para el silencio que era casi una forma de oración.

Ascendió con honor y sacrificio por los rangos de la Guardia del Silencio, la orden sagrada de su familia. Durante más de dos siglos, su vigilia en el borde del abismo fue impecable. Se convirtió en Capitán de la Guardia, un pilar de entereza cuya sola presencia infundía calma en los reclutas más jóvenes que sentían por primera vez el susurro psíquico de la locura. Vornik era la muralla humana contra los ecos del Cataclismo del Lilium; su mente, una fortaleza de granito que resistía los lamentos de un mundo roto.

Pero ni el granito es eterno. Década tras década, cada eco, cada grito de agonía de eras pasadas, fue una gota de veneno en su alma. No hubo un solo momento de quiebre, sino una lenta e inexorable erosión. Su mente, en un último acto de deber, no se rompió; se convirtió en un resonador. Dejó de bloquear los ecos para canalizarlos, absorbiendo en sí mismo el torrente de locura para que no se desbordara sobre el mundo. Así murió el Capitán Vornik, y nació Vornik ‘Ecos Rotos’, el Oráculo del Abismo.

Hoy, Vornik es una reliquia viviente, un mártir cuyo sacrificio es el núcleo de la identidad de su Casa. Sus motivaciones personales se han disuelto en un océano de visiones caóticas. Ya no habla con su propia voz, sino con los fragmentos de miles de otras: susurra profecías sobre el Clan Kromagul, que ansía el dolor del abismo; gesticula advertencias sobre las sombras de los espías Nocthelios que se deslizan por Valtoria; y a veces, en momentos de extraña calma, llora por el Primer Rey, cuyo desafío a los dioses creó la herida que él ahora custodia.

Su existencia es el eje del conflicto interno de la Casa Umbracanto. El actual señor, Hargrim, lo venera como un santo, un recordatorio del precio de su deber. La Runasacerdotisa Lyra, su principal cuidadora, interpreta sus balbuceos y le protege con una ternura casi filial, viendo en él no solo un oráculo, sino al hombre que fue. Por el contrario, Kaelen, un joven y ambicioso capitán, lo desprecia. Ve en Vornik un fracaso, una debilidad que expone a la casa y una locura que debería ser silenciada para siempre. Vornik, ajeno a todo ello, simplemente es: el eco roto de un juramento cumplido a un coste inimaginable.

Descripción Física y Equipamiento

A sus 410 años, Vornik tiene la apariencia de un enano mucho más anciano, consumido no por el tiempo, sino por el peso de su carga. Su constitución, antaño robusta, se ha vuelto enjuta, y su piel pálida tiene el tono del granito de las profundidades. Su barba, antes un orgullo trenzado con los emblemas de su rango, ahora es una maraña descuidada de mechones grises y blancos.

Sus ojos son lo más perturbador: hundidos y casi siempre vacíos, de un azul lechoso. Pero en ocasiones, cuando un eco especialmente poderoso lo atraviesa, destellan con una luz plateada, reflejando visiones de fuego y estrellas rotas. Un temblor perpetuo recorre sus manos, que a menudo trazan en el aire Runas de contención que ya solo existen en su memoria fracturada.

No viste armadura. Su atuendo es una simple túnica de lana gris, del mismo color que las paredes del Bastión Silente. Como único recuerdo de su vida anterior, lleva en su muñeca izquierda un brazal de acero negro, parte de su antigua armadura de capitán, ahora abollado y sin brillo. A menudo se le ve con delicadas cadenas de plata en sus tobillos; no son las de un prisionero, sino un anclaje rúnico diseñado por Lyra para protegerlo a él y a los demás durante sus trances más violentos, un eco físico del escudo de su Casa.

Legado e Impacto en Lithernia

Aunque el resto de Lithernia ignora su existencia, el impacto de Vornik ‘Ecos Rotos’ es inmenso y silencioso. Para la Casa Umbracanto, es su alma y su advertencia: la prueba viviente de que su deber es Noble pero terrible, y que el silencio que guardan es lo único que protege a Valtoria de la demencia.

Para el mundo exterior, Vornik es una pieza clave en una guerra secreta. Las profecías que Lyra extrae de su delirio han permitido a la Casa Dravonis reforzar sus defensas contra incursiones subterráneas y han proporcionado a la Torre de las Estrellas datos cruciales sobre fluctuaciones planares que emanan del abismo. Es un centinela involuntario cuya mente rota es el faro que advierte de las tormentas que se avecinan.

Su legado no será recordado en canciones de bardos ni en estatuas de reyes. Su gloria reside en el anonimato de su sacrificio. Es el guardián que se rompió para que el mundo pudiera permanecer entero, el eco silenciado cuya existencia permite que otros vivan en paz. Vornik ‘Ecos Rotos’ es el precio que Lithernia paga por su cordura, y su vigilia, incluso en la locura, nunca termina.