agrupacion: Clan Moldearroca alianzas: Clan Sel’thirak (Tieflings) categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Valarion, Mor’dhul dg-publish: true edad: 45 escudo: Un puño cerrado de obsidiana del que emergen grietas de magma rojo, sobre un fondo de piedra agrietada. lema: La tierra obedece a la voluntad, no al acero. nombre: Vor’lag el Agrietador relaciones: - Ur’thok (Líder del clan): Obediencia disciplinada, desprecio secreto por su servilismo. - Grizelda (Maestra Arquitecta): Desdén por su enfoque en la creación, que considera una debilidad. - Jóvenes del clan: Fomenta en secreto una facción leal a su visión destructiva. rivalidades: Clan Thyrgram (Orcos), Clan Agrietacero (Enanos de Valarion) rol: Maestro de Asedio y Cismático del Clan Moldearroca subcategoria: Personajes tags: - antagonista - clan moldearroca - lithernia - mor’dhul - orco - personajes - personajes_y_agrupaciones tipo: Clan (Orcos de Mor’dhul) summary: Vor’lag, orco del Clan Moldearroca, domina runas y magia de tierra para destruir fortalezas. Rechaza la tradición constructora de su clan y busca liderar una rebelión que imponga la conquista y la destrucción como verdadero poder.
Nacido bajo los cielos cenicientos de Mor’dhul, Vor’lag no es un orco común. Su cuna no fue un campamento de guerra bañado en la sangre de Thyrgram, sino las forjas geotérmicas de Valarion, el corazón del Clan Moldearroca. Desde joven, fue adoctrinado en las enseñanzas de Ghor’ash ‘Voluntad de Piedra’, aprendiendo que la verdadera fuerza no reside en el músculo, sino en la capacidad de imponer la voluntad sobre la propia tierra. Mientras otros Orcos afilaban hachas, Vor’lag aprendía las Runas que hacían temblar los cimientos del mundo y los cánticos que despertaban el magma durmiente.
Su talento no era para la creación, sino para la deconstrucción. Vio la belleza no en las ciudadelas que su clan erigía para Sel’thirak, sino en la perfecta y violenta fractura de una muralla bajo su poder. Esta afinidad por la destrucción le ganó el apodo de “El Agrietador” durante el asedio a la fortaleza enana de Kael’Dorum, un bastión del clan rival Agrietacero. Mientras los ejércitos de Mor’dhul se estrellaban inútilmente contra sus puertas de mithril, Vor’lag, con un ritual de una noche, abrió una fisura colosal en la montaña misma, derrumbando los muros desde sus cimientos y sellando la victoria.
Esta hazaña le otorgó fama, pero también avivó su desdén por el camino que seguía su clan. Vor’lag ve al líder actual, el anciano Ur’thok, como una herramienta desgastada en manos del Rey-Dios Sel’thirak. Considera que el propósito del Clan Moldearroca no es ser meros albañiles para las tumbas y palacios de los Tieflings, sino una fuerza de conquista por derecho propio. Su filosofía es simple y brutal: si pueden derribar montañas, ¿por qué construir sobre ellas en lugar de aplastar a sus enemigos bajo sus escombros?
Este cisma ideológico lo enfrenta directamente con la facción tradicionalista, personificada en Grizelda, la aclamada arquitecta del clan. Vor’lag desprecia sus “débiles” creaciones, viéndolas como un desperdicio del poder elemental que corre por sus venas. En secreto, ha comenzado a reunir a los guerreros más jóvenes y ambiciosos, Orcos frustrados por su rol secundario en la jerarquía de Mor’dhul. Les susurra promesas de gloria, de un futuro donde el Clan Moldearroca no sirva a nadie y su nombre sea sinónimo de la fuerza imparable de un terremoto, una fuerza de destrucción que rivalizará con el propio Lilium. Obedece a Ur’thok por ahora, cumpliendo con la férrea disciplina del clan, pero cada fortaleza que ayuda a construir es un recordatorio de las que sueña con destruir, y cada orden que acata alimenta el fuego de la rebelión que arde en su interior.
Vor’lag es una imponente mole de músculo y roca. Su piel, de un tono gris pétreo, está cubierta de finas fisuras que brillan con un tenue resplandor anaranjado cuando canaliza su poder, como si el magma corriera justo bajo su epidermis. Sus colmillos inferiores son de obsidiana pulida, y sus ojos, dos ascuas de color rojo intenso, arden con una inteligencia calculadora y una furia contenida.
No viste una armadura de metal; en su lugar, lleva placas de basalto encantado, moldeadas directamente sobre su cuerpo y unidas por juntas de magma solidificado que le otorgan una resistencia formidable. Su arma es un reflejo de su filosofía: un descomunal martillo de guerra llamado Rompecimientos. Su cabeza no es de acero, sino de un único bloque de roca volcánica, densa e indestructible, con Runas de poder grabadas en su superficie que vibran al unísono con el pulso de la tierra. Se dice que un solo golpe de Rompecimientos no solo aplasta el cuerpo, sino que puede enviar ondas de choque a través del suelo para desestabilizar a sus oponentes.
Vor’lag el Agrietador representa una amenaza sísmica para la ya precaria estabilidad de Mor’dhul. Es la encarnación de la ambición reprimida y el potencial destructivo que yace latente en las facciones subyugadas por Sel’thirak. Si su cisma tiene éxito, podría transformar al Clan Moldearroca de los arquitectos del reino a su más temible motor de asedio, alterando fundamentalmente el equilibrio de poder.
Su conflicto interno con Ur’thok y Grizelda no es solo una lucha por el liderazgo, sino una batalla por el alma misma del clan. Su victoria podría desencadenar una guerra civil o una purga sangrienta, y su ambición de rivalizar con el poder militar del Clan Thyrgram podría arrastrar a todo Mor’dhul a un conflicto interno devastador. Para el resto de Lithernia, un Clan Moldearroca liderado por Vor’lag sería una pesadilla hecha realidad: un ejército capaz no solo de marchar hacia una ciudad, sino de derribarla desde sus raíces más profundas, borrándola del mapa con la furia de un volcán en erupción. Él es una grieta en los cimientos de Mor’dhul, una que amenaza con ensancharse hasta que todo el reino se derrumbe sobre sí mismo.