agrupacion: Casa Umbralis alianzas: - descripcion: Una alianza de necesidad y miedo. La Casa Umbralis provee a Sel’thirak de inteligencia invaluable que le permite anticipar traiciones y conocer las debilidades de sus enemigos. A cambio, el Rey-Dios les concede su protección y autonomía. Sin embargo, es una relación tensa; Sel’thirak sabe que una casa que domina los secretos es una amenaza latente, y los Umbralis saben que solo son valiosos mientras sean útiles. nombre_casa: Clan Sel’thirak - descripcion: Una alianza puramente transaccional. Los Nighthawk, como maestros del sigilo y el asesinato, a menudo capturan objetivos de alto valor. La Casa Umbralis paga generosamente por el ‘privilegio’ de ser los primeros en interrogar psíquicamente a estos prisioneros antes de su ejecución. A cambio, los Umbralis a veces proveen a los Nighthawk con ‘ecos’ —recuerdos robados de guardias o nobles— para facilitar sus infiltraciones. nombre_casa: Clan Nighthawk ciudad_sede: Nynthil dg-publish: true edad: 310 escudo: Un reloj de arena fracturado de cristal negro, con arena de plata cayendo en un abismo, sobre un campo de color púrpura oscuro. Simboliza su dominio sobre la memoria rota y el tiempo perdido. lema: El recuerdo es la única jaula eterna. nombre: Seraphina Umbralis relaciones: - Hermana menor de Lord Malakor. - Tía y mentora renuente de Kaelen. - Siente una profunda melancolía y desapego del mundo, resultado de experimentar miles de vidas a través de los recuerdos que extrae. Su lealtad a la casa es una carga, no un honor. rivalidades: - descripcion: Rivales naturales en el mercado de la información de Mor’dhul. Los Umbralis consideran a los nigromantes del Clan Whisper como ‘carroñeros de tumbas’, que tratan con los ecos confusos de los muertos. A su vez, el Clan Whisper ve a los Umbralis como ‘ladrones de almas’, cuyo poder depende de la frágil mente de los vivos y carece de la permanencia de la muerte. Compiten ferozmente por los contratos de espionaje más lucrativos del Rey-Dios. nombre_casa: Clan Whisper - descripcion: Una rivalidad ideológica a distancia. Mientras la Casa Lúmina busca preservar y compartir el conocimiento para la iluminación y la sabiduría, la Casa Umbralis lo aprisiona y lo convierte en un arma de control y dolor. Se consideran la antítesis filosófica la una de la otra, representando la luz del saber contra la oscuridad del secreto. nombre_casa: Casa Lúmina (de Elinorae) rol: Maestra de Ecos, Suma Sacerdotisa del Ritual de Extracción tags: - casa noble - lithernia - mor’dhul - personajes - personajes_y_agrupaciones - shadar-kai tipo: Casa Noble categoria: Personajes y Agrupaciones subcategoria: Personajes summary: Seraphina Umbralis, Suma Sacerdotisa de la Casa Umbralis en Mor’dhul, domina el Ritual de Extracción para capturar recuerdos en obsidiana. Su poder sostiene a su familia, pero la consume, atrapándola en un tormento psíquico y emocional constante.
En la tenebrosa y retorcida Mor’dhul, donde el poder se mide en sangre y acero, la Casa Umbralis forjó su dominio con un arma mucho más sutil y terrible: el recuerdo. Seraphina no nació para el trono, sino para el altar de obsidiana. Como descendiente directa de la mística Shadar-Kai Lyra Vex, quien descubrió cómo aprisionar la esencia psíquica en la obsidiana imbuida por el dolor del Cataclismo del Lilium, Seraphina fue consagrada desde niña al arte más oscuro de su casa.
Criada en la ciudad secreta de Nynthil, una aguja de roca negra oculta en el Cañón de los Susurros, aprendió que la lealtad no se juraba con palabras, sino con secretos compartidos y miedos expuestos. Es la hermana menor de Lord Malakor, el pragmático y ambicioso líder de la Casa Umbralis. Mientras él se encarga de la política y las negociaciones, Seraphina es el corazón latente y sufriente de su poder: la Maestra de Ecos, la Suma Sacerdotisa cuyo talento para el Ritual de Extracción no tiene parangón.
Seraphina es un fantasma que camina entre los vivos. Su mente es un laberinto de secretos ajenos, un archivo viviente del dolor, la traición y la ambición que corroe Mor’dhul. Mediante el ritual familiar, es capaz de sumergirse en la mente de un sujeto y arrancar sus recuerdos más profundos, cristalizándolos en orbes de obsidiana pulida. Ha vivido las últimas palabras de héroes caídos, ha sentido el terror de traidores descubiertos y ha compartido la euforia de amantes secretos.
Este “don” es la principal moneda de cambio de su casa. Los secretos que extrae para el Rey-Dios Sel’thirak han desmantelado conspiraciones antes de nacer y han revelado las debilidades de reinos enemigos. Los prisioneros de alto valor capturados por el Clan Nighthawk son su lienzo, y el conocimiento que cosecha es el pilar sobre el que se sostiene la precaria alianza de su casa con el trono. Sin embargo, cada incursión psíquica deja una cicatriz en su alma. El torrente de vidas ajenas ha erosionado su propio ser, dejándola con una profunda melancolía y un desapego casi absoluto del mundo.
La existencia de Seraphina es una paradoja. Sirve a una casa que comercia con el dolor, pero anhela el silencio y el olvido.
Lord Malakor: Su hermano mayor ve en ella la herramienta más valiosa de la casa. Su relación es distante, marcada por el deber. Malakor respeta su poder, pero no comprende la carga que supone. Para él, ella es la guardiana de su arsenal más preciado; para ella, él es el carcelero que la ata a un sufrimiento sin fin.
Kaelen: Su sobrino/a y aprendiz. Seraphina se ve obligada a enseñarle los secretos del Ritual de Extracción, una tarea que la atormenta. Ve en la juventud y curiosidad de Kaelen un reflejo de lo que ella perdió, y teme condenar a otro miembro de su sangre a la misma jaula eterna de recuerdos. Su mentoría es renuente, un intento desesperado por proteger a Kaelen de la oscuridad que a ella la ha consumido.
Su lealtad a la Casa Umbralis no nace del honor, sino de una resignación pesada como una lápida. Sabe que su poder es lo único que mantiene a su familia a salvo en el nido de víboras que es Mor’dhul, pero sueña con un día en que su mente sea solo suya, vacía y en paz.
Seraphina encarna la esencia sombría de los Shadar-Kai. Es una figura alta y delgada, con la gracia lánguida de una sombra. Su piel es pálida, casi translúcida, y su largo cabello es negro como la obsidiana pulida, a menudo recogido en una trenza intrincada adornada con hilos de plata. Sus rasgos son finos y aristocráticos, pero es en sus ojos donde reside su verdadera naturaleza: dos pozos de un profundo color violeta, cargados con una sabiduría y una tristeza que superan con creces sus tres siglos de vida. Rara vez sonríe, y su expresión habitual es de una melancolía perpetua, como si su mirada estuviera perdida en un recuerdo lejano, que probablemente no es el suyo.
Viste túnicas de seda de color púrpura oscuro y negro, los colores de su casa, finamente bordadas con patrones de plata que evocan el escudo de los Umbralis: el reloj de arena fracturado. No porta armadura, pues su defensa y su arma son su propia mente.
Seraphina Umbralis no será recordada en las canciones de los bardos ni en las crónicas de los grandes reyes. Su legado es silencioso, escrito en la tinta invisible del miedo y la paranoia que impregna la corte de Mor’dhul. Es la bibliotecaria del subconsciente del reino, la arquitecta de victorias que nunca se atribuyen a su nombre.
Su existencia representa una de las verdades más oscuras de Lithernia: que el conocimiento, en las manos adecuadas, es un arma más letal que cualquier ejército. A través de ella, la Casa Umbralis influye en el equilibrio de poder, rivalizando con los nigromantes del Clan Whisper por el control del mercado de secretos. Su existencia es la antítesis viviente de casas como la Casa Lúmina, que buscan la sabiduría para iluminar, mientras ella la utiliza para aprisionar.
En última instancia, el verdadero impacto de Seraphina podría ser profundamente personal. Si alguna vez decidiera usar el vasto océano de secretos que guarda para sus propios fines, ya sea para liberar a su casa de la tiranía de Sel’thirak o para hundirla en el olvido, podría cambiar el destino de Mor’dhul. Su legado pende de un hilo: ¿permanecerá como la fiel y torturada sirviente de su casa, o se convertirá en la catálisis que demuestre que, en efecto, el recuerdo es la única jaula eterna… una que ella podría, finalmente, decidir romper?