agrupacion: Casa Granitoeco alianzas: Casa Dravonis (Valtoria), La Torre de las Estrellas (Valtoria, con tensiones) categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Allotena dg-publish: true edad: 155 escudo: Una oreja estilizada tallada en un monolito de granito, de la que emanan ondas sónicas de mithril pulido sobre un fondo de obsidiana. lema: La piedra recuerda lo que la carne olvida. nombre: Maestra Runa Granitoeco relaciones: Sobrina y protegida de Lord Kaelen Granitoeco rivalidades: Clan Whisper (Mor’dhul), Casa Lumeris (Eldrador) rol: Heredera de la Casa Granitoeco, Litosonante Principal subcategoria: Personajes tags: - casa noble - enanos - lithernia - oráculos - personajes - personajes_y_agrupaciones - valtoria tipo: Casa Noble de Valtoria summary: Maestra Runa Granitoeco, Litosonante de la Casa Granitoeco en Allotena, interpreta la memoria geológica para anticipar amenazas. En conflicto con su tío conservador y desconfiada de la Torre de las Estrellas, busca usar el conocimiento para proteger Valtoria.
En los silenciosos y resonantes salones de Allotena, excavados en el corazón de las Montañas Resonantes, no todos los Enanos escuchan el golpeteo del martillo sobre el yunque. Algunos, como los de la Casa Granitoeco, escuchan el alma misma de la piedra. Maestra Runa es la heredera de este linaje de piedra y eco, una Litosonante cuyo talento para la mnemotecnia geológica no tiene parangón en generaciones. Nacida bajo la tutela de su tío, el venerable Lord Kaelen, Runa no aprendió a leer historia en libros, sino a sentirla vibrar en las vetas de cristal y granito que componen su hogar.
Desde joven, Runa demostró una afinidad prodigiosa con la sinfonía pétrea. Donde otros Litosonantes oían murmullos confusos, ella distinguía las disonancias de batallas antiguas, las armonías de tratados de paz olvidados y los ecos agónicos del propio Cataclismo del Lilium, un trauma grabado a fuego en la memoria geológica de Lithernia. Su habilidad la convirtió rápidamente en la Litosonante Principal de la casa, una intérprete de la verdad cuyo consejo es buscado incluso por la Reina Valeria Bronzebrillo.
Sin embargo, su don es también la fuente de su mayor conflicto. Runa es la vanguardia de una nueva generación en una casa anclada en la tradición. Admira profundamente la sabiduría y cautela de su tío Kaelen, pero choca frontalmente con su conservadurismo. Lord Kaelen cree que el conocimiento de la casa debe ser un archivo sagrado, un secreto guardado para evitar que el pasado envenene el presente. Runa, en cambio, está convencida de que su propósito no es solo recordar, sino actuar. Ha escuchado ecos de traiciones que podrían repetirse, de debilidades en alianzas que parecen sólidas y de profecías que muchos consideran meras Leyendas. Para ella, ignorar estas advertencias es una negligencia imperdonable; para su tío, revelarlas es una imprudencia que podría desestabilizar el reino.
Esta tensión se extiende a sus alianzas externas. Siente una profunda y visceral desconfianza hacia la Torre de las Estrellas. Aunque oficialmente son aliados, Runa ve a sus archimagos y eruditos no como compañeros en la búsqueda del saber, sino como potenciales explotadores. Teme que su método analítico y pragmático despoje a la Lito-mnemotecnia de su carácter sagrado, convirtiendo las memorias de la tierra en un mero recurso a catalogar y utilizar sin reverencia. Esta fricción la ha puesto en una posición delicada, debatiéndose entre la lealtad a su casa, el deber hacia su reino y su convicción de que solo un uso audaz del conocimiento puede preparar a Valtoria para la oscuridad que, según los susurros de la piedra, se avecina.
Runa posee la robustez inherente de los Enanos de montaña, pero su porte es más el de una sabia que el de una guerrera. Con 155 años, se encuentra en la plenitud de su madurez enana. Su cabello, de un color negro como la obsidiana, está recogido en complejas trenzas entretejidas con finos filamentos de mithril que vibran sutilmente en presencia de fuertes ecos psíquicos. Sus ojos, de un gris profundo como el granito pulido, parecen contener la paciencia de eones y se clavan en sus interlocutores con una intensidad que desarma.
Viste túnicas de lana gruesa en tonos tierra, bordadas con patrones geométricos que representan las ondas sónicas y las formaciones cristalinas. No porta armadura pesada, prefiriendo la movilidad y la sensibilidad a las vibraciones del suelo. Sus manos, aunque fuertes, son las de una artesana delicada, a menudo manchadas con el polvo de los cristales que talla y estudia.
Su equipamiento es una extensión de su arte: * Diapasón de Cristal Resonante: Su principal herramienta. Un diapasón forjado por la Casa Dravonis a partir de un cristal único de Allotena. Al golpearlo suavemente contra una superficie de roca, ayuda a enfocar y amplificar los ecos mnemónicos, permitiéndole sintonizar con eventos o periodos específicos. * Martillo Ceremonial de Granito: Un pequeño martillo de cabeza de granito pulido y mango de roble petrificado, inscrito con Runas de memoria y silencio. No es un arma, sino una herramienta ritual para “despertar” a la piedra antes de una lectura. * Daga de Obsidiana: Una simple pero afiladísima daga que lleva al cinto. Es un regalo de su tío, un recordatorio de que, aunque su poder reside en el conocimiento, el mundo exterior es un lugar peligroso donde las verdades a menudo deben ser defendidas. * Diario de Ecos: Un pesado tomo encuadernado en cuero en el que transcribe, en un código rúnico propio de su casa, las visiones e historias que extrae de la piedra.
Maestra Runa Granitoeco se encuentra en la encrucijada del destino de su casa y, potencialmente, de toda Lithernia. Ella representa la evolución de la Casa Granitoeco: de ser meros cronistas pasivos a convertirse en agentes activos del cambio, guiados por la sabiduría del pasado.
Su conflicto con la tradición y su desconfianza hacia los métodos de la Torre de las Estrellas podrían provocar un cisma en las altas esferas de Valtoria, redefiniendo el papel del conocimiento y la magia en el reino. Sin embargo, su verdadero impacto reside en los secretos que custodia. Las piedras recuerdan la verdad sobre el Primer Rey, la naturaleza de las Lanzas Celestiales y las antiguas rencillas entre los dioses. Si Runa decide que el riesgo de actuar es menor que el peligro del silencio, podría revelar verdades capaces de deshacer alianzas milenarias, exponer a traidores en las más altas cortes o, quizás, ofrecer el conocimiento necesario para cumplir —o impedir— la Profecía del Retorno del Rey.
El legado de Runa no será forjado en metal, sino grabado en la historia. Su elección definirá si la Casa Granitoeco permanece como un eco silencioso de las eras o si su voz, amplificada por la memoria de la propia tierra, se alzará para dar forma al futuro de un mundo al borde de la guerra.