‘- nombre_clan’: Gremio del Sextante Dorado agrupacion: Clan del Engranaje Perpetuo categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Cyndril (Valtoria) dg-publish: true edad: ‘95’ escudo: Un engranaje de mithril y bronce del que brotan manecillas de reloj como agujas de una brújula. En el centro, un reloj de arena de cristal gotea polvo de estrellas sobre un fondo de granito pulido. lema: El tiempo es una máquina. Nosotros somos sus relojeros. motivo: Alianza comercial y científica. La precisión del Cronómata depende de los Mapas celestiales más exactos. El clan comercia con el Gremio de Norathil, en Galvorn, intercambiando sus incomparables cronómetros de navegación y astrolabios de relojería por cartas estelares exclusivas y datos sobre anomalías cósmicas. Ambos gremios se benefician enormemente, compartiendo una obsesión por la medición precisa del universo. nombre: Lyra ‘Tic-Tac’ Pieveloz rol: Cronista e Historiadora Jefe subcategoria: Personajes tags: - ’ ’ - ‘,’ - ‘[’ - ’]’ - a - c - d - e - g - h - i - j - l - n - o - p - personajes - personajes_y_agrupaciones - r - s - t - u - v tipo: Clan summary: Lyra ‘Tic-Tac’ Pieveloz, halfling cronista del Clan del Engranaje Perpetuo, registra la historia con precisión mecánica. Experta en datos y memoria, negocia con gremios y usa memorias fantasmales para predecir el futuro, enfrentando dilemas éticos.
En los salones subterráneos de Cyndril, donde el aire huele a ozono, aceite de precisión y metal frío, la historia no se escribe, se calibra. Y ninguna mente en el Clan del Engranaje Perpetuo calibra el pasado con la meticulosidad de Lyra Pieveloz. Aunque su raza Halfling es una rareza entre los Gnomos y Enanos del clan, su precisión y su memoria casi mecánica le han ganado el respeto de todos y el apodo de ‘Tic-Tac’, un sobrenombre nacido del rítmico golpeteo de sus dedos sobre la mesa cuando su mente ensambla cronologías complejas, un sonido que imita el corazón de un reloj perfecto.
Nacida en una pequeña comunidad de Medianos en las laderas de Valtoria, la familia de Lyra eran joyeros y grabadores, un oficio que le inculcó una paciencia infinita y un ojo para el detalle microscópico. Su vida cambió cuando una caravana del clan, liderada por el legendario maestro gnomo Kaelen ‘Manecillas’ Tornilloingenio, visitó su aldea. Kaelen no buscaba gemas, sino mentes. Vio en la joven Lyra una capacidad innata para encontrar patrones, para ver la gran maquinaria en los pequeños engranajes de la vida cotidiana. La reclutó, no como artesana, sino como aprendiz de cronista.
Dentro del clan, Lyra floreció. Mientras sus compañeros se obsesionaban con la construcción de autómatas y la metalurgia rúnica, ella se sumergió en los archivos. Comprendió la herejía fundamental del clan: que el tiempo no es un río místico, sino una secuencia de causa y efecto, un mecanismo que, con suficientes datos, puede ser mapeado y predicho. Su motivación es profundamente personal; una inundación repentina en su infancia, que arrasó con parte de su aldea, la convenció de que los desastres no son actos de dioses caprichosos, sino fallos en el sistema, eventos que podrían haberse anticipado y evitado.
Como Cronista Jefe, Lyra es la arquitecta de la memoria del clan. Es ella quien negocia con el Gremio del Sextante Dorado de Galvorn, intercambiando cronómetros perfectos por cartas estelares que son, para ella, las páginas del futuro. Es ella quien se enfrenta a la pesada carga moral de analizar los “ecos anímicos” proporcionados por el Clan Whisper de Mor’dhul, extrayendo datos de las memorias fantasmales de los caídos para alimentar los algoritmos predictivos del Cronómata, el artefacto definitivo del clan. Sabe que su alianza con los nigromantes es un secreto que podría destruir la reputación del clan en Valtoria, pero la considera un mal necesario en la búsqueda del orden absoluto.
Su conflicto interno es el corazón de su existencia. Dedica su vida a registrar la historia con una fidelidad inquebrantable, pero lo hace al servicio de un clan que busca, en última instancia, doblegar el futuro a su voluntad. ¿Es una guardiana del pasado o una cómplice en la tiranía del futuro? Para Lyra, la respuesta es simple: es una relojera, y su deber es asegurar que la gran máquina de Lithernia funcione sin saltos, sin retrasos, sin catástrofes. Su obsesión es la Lanza Celestial Chronos, no para blandirla, sino para desensamblar conceptualmente su poder y entender el regulador central del tiempo.
Lyra es pequeña, incluso para ser una Halfling, con una figura delgada que se pierde entre los robustos Enanos y los enérgicos Gnomos de su clan. Su cabello castaño oscuro está siempre recogido en un moño funcional, del que escapan algunos mechones rebeldes manchados de grasa o polvo metálico. Sus ojos, de un avellana intenso, son agudos y rara vez parpadean, acostumbrados a examinar minúsculos diagramas y Runas a través de las lentes de magnificación que suelen descansar sobre su frente.
Viste con pragmatismo: túnicas de cuero oscuro, resistentes y prácticas, sobre pantalones de trabajo reforzados. Sus manos, aunque delicadas, están permanentemente manchadas de tinta y marcadas por pequeñas cicatrices de herramientas de precisión. Su apodo, ‘Tic-Tac’, se manifiesta en un hábito nervioso: cuando piensa, sus dedos tamborilean sobre cualquier superficie en un patrón rítmico y constante, como el segundero de un reloj.
Equipamiento Relevante: * El Cronicón Perpetuo: Su diario personal y libro de trabajo. Un tomo encuadernado en cuero de autómata, cuyas páginas de pergamino tratado pueden soportar tintas arcanas. Está lleno de diagramas, cálculos temporales y anotaciones en una taquigrafía que solo ella y Kaelen pueden descifrar. * Juego de Herramientas de Cronista: Un estuche de cuero que contiene plumas de mithril, lupas con engranajes intercambiables, un cronómetro de bolsillo de precisión gnomo-enana y pequeños frascos de tintas especiales que reaccionan a fluctuaciones temporales. * Anillo del Engranaje: Un anillo de bronce y plata con el símbolo del clan, que actúa como llave para las bóvedas más seguras de los archivos de Cyndril.
Lyra ‘Tic-Tac’ Pieveloz puede no ser una guerrera ni una reina, pero su impacto potencial en el destino de Lithernia es incalculable. Es el cerebro y la memoria viva del Clan del Engranaje Perpetuo. Cada pieza de información que recopila, cada patrón que identifica, es un paso más hacia la finalización del Cronómata.
Si el clan tiene éxito, será gracias a la precisión de Lyra. Podrían ser capaces de predecir la siguiente incursión de Mor’dhul, una erupción volcánica en las tierras de los Enanos, o incluso los eventos que podrían desencadenar un segundo Cataclismo del Lilium. En este escenario, Lyra se convertiría en una de las figuras más influyentes y silenciosas del mundo, una oráculo de la ciencia que reemplaza a los videntes de los dioses.
Sin embargo, si sus cálculos son erróneos o si su interpretación del pasado está sesgada, las consecuencias serían catastróficas. Una predicción fallida podría llevar a una nación a la ruina, y un intento de manipular el flujo del tiempo basado en datos imperfectos podría crear una paradoja con el poder de desgarrar el tejido mismo de la realidad. Lyra camina sobre el filo de una navaja, donde un lado es el orden perfecto y el otro, un caos inimaginable. Su legado no se medirá en batallas ganadas, sino en los segundos que logre robarle o imponerle al destino.