agrupacion: Custodios del Primer Eco alianzas: ‘[Rebeldes de Chéneras, Hijos de la Estrella Rota (Aluinel)]’ categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Nynthil dg-publish: true edad: ‘128’ escudo: Una onda sónica dorada emanando de una corona rota, sobre un campo de obsidiana. lema: El Silencio miente, la Verdad resuena. nombre: Kaelith relaciones: Vexian (líder del culto, obediencia táctica), Grakkul (compañero, respeto mutuo) rivalidades: ‘[Consejo de los Ocultos, Clan Whisper]’ rol: Mano Silenciosa subcategoria: Personajes tags: - ’ ’ - ’’’’ - ‘,’ - ‘[’ - a - c - d - e - f - h - i - j - l - m - n - o - p - personajes - personajes_y_agrupaciones - r - s - t - u - y tipo: Culto summary: Kaelith, exiliada de la Casa Sylethra, es la letal “Mano Silenciosa” de Nynthil. Experta en sigilo y combate, lucha contra los dioses opresores desde las sombras para liberar a Lithernia, guiada por la justicia del Primer Rey.
Nacida bajo el crepúsculo perpetuo de los bosques de Eldrador, Kaelith es una hija descarriada de la Casa Sylethra, un linaje de elfos del crepúsculo conocidos por su sigilo y su conexión con las sombras. Desde joven, sintió el peso opresivo de la “Mano de Hierro”, el rígido sistema de castas élfico, como una cadena en su alma. Mientras la nobleza de la Casa Auris recitaba poemas a las estrellas, Kaelith aprendía a moverse sin sonido y a cazar en la penumbra, viendo más verdad en el filo de una daga que en los edictos de un rey distante.
Su desilusión con los dioses élficos —a quienes consideraba tan arrogantes y distantes como sus nobles— la llevó a buscar una verdad más profunda y terrenal. Las Leyendas prohibidas del Primer Rey, un mortal que osó desafiar a los cielos, resonaron en ella. Vio en su historia no una herejía, sino un acto de justicia suprema. Abandonó Eldrador, dejando atrás un legado de conformidad para adentrarse en las tierras más oscuras de Lithernia: el opresivo reino de Mor’dhul.
Fue en la ciudad secreta de Nynthil donde encontró su propósito. No fue la erudición de los Custodios del Primer Eco lo que la atrajo, sino la pureza de su objetivo: derrocar a los dioses carceleros y liberar al verdadero monarca de Lithernia. Su destreza como exploradora y asesina, perfeccionada en los bosques de Eldrador y curtida en los peligros de Mor’dhul, la convirtió en un activo invaluable. Rápidamente ascendió hasta convertirse en la “Mano Silenciosa”, la ejecutora de la voluntad del culto.
Kaelith es la fuerza motriz tras la fachada de archivistas de los Custodios. Mientras su líder, Vexian, descifra antiguos textos y traza complejos planes, es Kaelith quien se infiltra en las fortalezas del Clan Whisper, quien recupera artefactos de ruinas olvidadas y quien silencia a aquellos que amenazan con descubrir sus secretos. Obedece a Vexian por su intelecto estratégico, pero a menudo se impacienta con su cautela, creyendo que la duda es un lujo que no pueden permitirse. En Grakkul, el rudo Guerrero de los Custodios, encuentra un espíritu afín: ambos son supervivientes forjados en la crueldad de Mor’dhul, unidos por un entendimiento tácito de que la libertad solo se gana con sangre y acero.
Su motivación es visceral. El Cataclismo del Lilium no fue para ella un castigo divino justo, sino el crimen de unos tiranos celestiales contra la aspiración mortal. Cada misión que emprende es un golpe contra ese orden, un paso más hacia la resonancia final del “Primer Eco” que, según cree, romperá las cadenas del mundo.
Kaelith posee la gracia letal de su linaje. Es esbelta y de complexión atlética, con la piel pálida del color de la ceniza lunar y un largo cabello de un tono violeta oscuro, a menudo recogido en una trenza práctica. Sus ojos, de un intenso color amatista, son agudos y rara vez parpadean, analizando constantemente su entorno en busca de amenazas y oportunidades. Sus movimientos son fluidos y económicos, desprovistos de cualquier gesto innecesario, como un depredador en su propio territorio.
Su equipo es puramente funcional, una extensión de su propósito: * Armadura de Cuero de Sombra: Una armadura de cuero endurecido, teñida de negro y encantada con Runas sutiles para amortiguar el sonido, permitiéndole moverse en un silencio casi absoluto. * Dagas Gemelas “Susurro y Silencio”: Un par de dagas de acero oscuro, perfectamente equilibradas y afiladas como navajas. Las empuñaduras están envueltas en cuero de basilisco para un agarre infalible. Se dice que el acero fue forjado en el corazón de una estrella caída. * Arco Corto de Tejo Crepuscular: Un arco élfico tradicional de su hogar, ligero pero de una potencia engañosa, con el que puede realizar disparos precisos desde las sombras. * Herramientas de la Mano Silenciosa: Un conjunto de ganzúas de hueso, viales de veneno de Sombra-Raíz (un paralizante de acción rápida), finos alambres para trampas y una cuerda de seda de araña que es a la vez ligera e increíblemente resistente.
Kaelith no busca un lugar en las crónicas de los reyes ni en las canciones de los bardos. Su legado se escribirá en las sombras, en los vacíos de poder que deja tras de sí y en las puertas que abre para otros. Es el agente del cambio, la prueba viviente de que la historia de Lithernia no solo la deciden los ejércitos en el campo de batalla, sino también las figuras solitarias que operan en el silencio.
Si los Custodios del Primer Eco tienen éxito, será porque la Mano Silenciosa de Kaelith recuperó una de las Lanzas Celestiales, eliminó a un rival clave en el momento preciso o aseguró una alianza crucial con los rebeldes de Chéneras. Si fracasan, su nombre será solo una nota a pie de página en los anales del Consejo de los Ocultos, el de una hereje elfa que se perdió en la oscuridad de Mor’dhul.
En última instancia, Kaelith personifica el lema de su culto: es la acción que resuena cuando el silencio de la opresión se vuelve insoportable, la cuchilla silenciosa que podría derrocar a un dios y cambiar el destino de un continente.