agrupacion: Custodia Argéntea alianzas: Facción Erudita de la Torre de las Estrellas (Valtoria), Rebeldes de Chéneras (Mor’dhul), Los Hijos del Sauce (Lywathil). categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Thelyrion (Ciudad Oculta en las Montañas del Lamento) dg-publish: true edad: 850 escudo: Una lanza celestial de plata rota sobre un campo de noche estrellada, con una llama blanca emanando de la fractura. lema: La Llama en la Ceniza, la Lanza en la Sombra. nombre: Kaelen Valerius relaciones: Arion Corinth (protegido, posible Heroes), Lyra Vex (confidente, estratega). rivalidades: Rey-Dios Sel’thirak, Lord Aethel ‘El Cruel’, La Mano de Hierro de Eldrador. rol: Guardián del Juramento, Miembro del Círculo Íntimo de la Custodia Argéntea subcategoria: Personajes tags: - custodia argéntea - elfo - guardián - lithernia - personajes - personajes_y_agrupaciones tipo: Clan / Sociedad Secreta summary: Kaelen Valerius, elfo centenario y Guardián del Juramento, protege la profecía del retorno del Primer Rey. Exiliado por su radicalismo, actúa desde las sombras para unir facciones y guiar al joven Arion Corinth contra la tiranía divina en Lithernia.
Nacido bajo un cielo aún oscurecido por las cenizas del Cataclismo del Lilium, Kaelen Valerius es un eco viviente de una promesa hecha entre ruinas. Su linaje, perteneciente a una casa menor de elfos que juró lealtad al Primer Rey, sobrevivió a la purga de los dioses por puro azar y por una voluntad de hierro. Desde su infancia, Kaelen no fue instruido en las artes etéreas de Eldrador, sino en los susurros de la historia prohibida y el deber sagrado de la Custodia Argéntea.
Con ochocientos cincuenta años sobre sus hombros, Kaelen ha visto imperios alzarse y caer, ha presenciado la traición de los dioses y la corrupción de los mortales. Es uno de los pocos miembros que aún recuerda las enseñanzas de los fundadores de la Custodia. Su ascenso al rango de Guardián del Juramento no fue por hazañas marciales, sino por su inquebrantable memoria y su devoción casi fanática a la causa: asegurar el retorno del Rey y la reunificación de Lithernia.
Su larga vida ha estado marcada por un conflicto silencioso y perpetuo. Para Kaelen, el Rey-Dios Sel’thirak no es solo un tirano, sino la encarnación del orden divino que subyugó al mundo, una afrenta directa al sacrificio del Primer Rey. Ha dedicado siglos a frustrar los planes de Mor’dhul desde las sombras, a menudo en colaboración con la estratega Tiefling de la Custodia, Lyra Vex, su única confidente verdadera y una mente tan afilada como su propia espada.
Su relación con los de su propia raza es compleja y dolorosa. Considera que el sistema de castas de la Mano de Hierro de Eldrador es una traición a la unidad por la que luchó el Primer Rey. Aunque es un elfo, es un paria para la nobleza de su tierra, que lo ve como un radical peligroso que amenaza con desestabilizar el poder que tanto les costó consolidar. A su vez, Kaelen ha forjado alianzas impensables, como con la facción erudita de la Torre de las Estrellas en Valtoria y los Orcos rebeldes de Chéneras, convencido de que la profecía no distingue entre las “creaciones fallidas de los dioses”.
Su principal foco en la era actual es Arion Corinth, el joven descendiente del linaje del Primer Rey. En él, Kaelen ve la chispa de la profecía, la última y más brillante esperanza de Lithernia. Sin embargo, también ve la fragilidad de un mortal que carga con el peso de milenios. Kaelen actúa como su mentor y protector, un guía severo pero leal, atormentado por el miedo de que Arion siga el destino de tantos otros “Heroes” que fracasaron antes que él. Su mayor temor no es la muerte, sino vivir lo suficiente para ver cómo la última llama de esperanza se extingue en la oscuridad.
Kaelen posee la gracia inherente de los altos elfos, pero el tiempo y el deber han dejado su marca. Su porte es el de un sauce antiguo: flexible y resistente, pero inclinado por el peso de las estaciones. Su cabello, largo y de un blanco plateado, suele llevarlo recogido en una trenza austera. Su rostro, de rasgos finos y angulosos, rara vez muestra una sonrisa; sus ojos, de un profundo color violeta, reflejan el peso de los siglos y una vigilancia que nunca descansa.
Viste de forma práctica y discreta, favoreciendo el cuero oscuro y reforzado sobre las brillantes armaduras élficas. Su única concesión a la ornamentación es un broche de plata con el emblema de la Custodia Argéntea —la lanza rota y la llama— que oculta bajo su capa de viaje, gris como el crepúsculo.
Porta a Silencio, una espada larga élfica forjada antes del Cataclismo. Su hoja no emite reflejo alguno, absorbiendo la luz como si fuera una sombra solidificada, y su filo canta una nota baja y melancólica al cortar el aire. Además, lleva consigo un pequeño relicario que contiene un fragmento de obsidiana extraído en secreto de la prisión del Primer Rey, un recordatorio constante de su juramento y la fuente de su inagotable determinación.
Aunque su nombre es desconocido para las masas, las acciones de Kaelen Valerius han moldeado la historia oculta de Lithernia. Es el guardián de la verdad, el hilo que conecta la era de la leyenda con la crisis del presente. Para los tiranos y los dioses, es una espina invisible pero persistente; para los rebeldes y los olvidados, es un mito susurrado, la prueba de que la lealtad al Primer Rey nunca murió.
El impacto final de Kaelen no se medirá en batallas ganadas, sino en el destino de Arion Corinth. Si logra guiar al Heroes hacia su destino, Kaelen se convertirá en el arquitecto silencioso de una nueva era de paz, su nombre finalmente borrado por la historia que ayudó a crear. Si fracasa, su legado será el de una tragedia: el último guardián que observó cómo la luz definitiva de Lithernia se extinguía, llevándose consigo la promesa de un mundo unificado. Su existencia es la encarnación misma del lema de la Custodia: una llama solitaria que arde con furia en la vasta oscuridad, esperando el amanecer o la consumación total.