agrupacion: Los Buscadores de Brasas alianzas: Clan Nighthawk (Mor’dhul), Capitanes Independientes de Galvorn categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Valarion dg-publish: true edad: ‘45’ escudo: Un yunque roto de obsidiana del que emana una llama púrpura, simbolizando el poder extraído de la destrucción del Cataclismo del Lilium. lema: De las cenizas, renace el poder. nombre: Kaelen Lithernia/09_Personajes/02_Figuras_Historicas/Ignis|Ignis rivalidades: Clan Grimstone (Mor’dhul), La Torre de las Estrellas (Valtoria) rol: Maestro del Gremio y Fundador subcategoria: Personajes tags: - ’ ’ - ‘,’ - ‘[’ - a - b - c - d - e - g - h - i - j - l - m - n - o - p - personajes - personajes_y_agrupaciones - r - s - t - u - v tipo: Gremio summary: Kaelen Ignis, dracónido exiliado de la Casa Bronzebrillo, fundó los Buscadores de Brasas, un gremio neutral dedicado a recuperar artefactos del Cataclismo. Líder pragmático, equilibra alianzas y rivalidades mientras explora ruinas en busca de poder y supervivencia.
Nacido bajo el linaje de una rama menor y olvidada de la Casa Bronzebrillo, Kaelen Ignis siempre sintió el peso de una herencia dracónica sin el prestigio que esta conllevaba. Mientras sus parientes de Valtoria veneraban a Rokael, el dios creador, y se enorgullecían de la construcción perdurable, Kaelen veía el mundo a través de los ojos de Valarios, el dios de la destrucción. No por un anhelo de caos, sino por una fría y pragmática comprensión: la destrucción es solo otra forma de transformación, y de las más grandes ruinas nacen las más grandes oportunidades.
Este credo lo convirtió en un paria entre los suyos. Abandonó las cumbres de Valtoria en su juventud, viajando como mercenario y explorador, un dracónido sin clan ni lealtad. Fue en los páramos calcinados que bordean Mor’dhul donde su destino se forjó. Allí encontró a Borin Runa-Rota, un maestro rúnico enano exiliado de su propia fortaleza por prácticas consideradas heréticas. Ambos eran parias, ambos veían el potencial donde otros solo veían desolación. De su pacto nació una nueva filosofía: la Agrietacero, que postula que el poder más puro y sin explotar de Lithernia no reside en las forjas ni en los templos, sino en las cicatrices que dejó el Cataclismo del Lilium.
Juntos, fundaron los Buscadores de Brasas en la ciudad fronteriza de Valarion. Kaelen aportó su liderazgo, su genio táctico y su formidable presencia, mientras que Borin proveyó el conocimiento arcano para identificar y manipular la energía caótica de los artefactos perdidos. El gremio creció rápidamente, atrayendo a renegados, supervivientes y ambiciosos de todos los reinos. Bajo el mando de Kaelen, los Buscadores se convirtieron en los recuperadores más eficientes de Lithernia, una fuerza neutral que vende sus hallazgos al mejor postor, ya sea un archimago de Eldrador o un señor de la guerra de Mor’dhul.
Kaelen no es un Heroes ni un villano; es un comerciante de poder. Su única lealtad es hacia el gremio y su prosperidad. Esta amoralidad le ha ganado poderosos enemigos, como el Clan Grimstone, que ve a los Buscadores como profanadores de tumbas, y la Torre de las Estrellas, que los considera una amenaza a su monopolio del conocimiento. Pero también le ha granjeado aliados de conveniencia, como los espías del Clan Nighthawk o los capitanes independientes de Galvorn, quienes valoran el acceso a reliquias que el gremio puede proporcionar.
En la actualidad, Kaelen dirige el gremio con mano firme, pero enfrenta tensiones internas. Su relación con Borin se ha enfriado; la obsesión del enano por descifrar las Runas del propio Lilium roza la locura, un riesgo que el pragmático Kaelen no está dispuesto a tolerar sin un plan de contingencia. Además, su alianza con la enigmática Lyra Vex es una espada de doble filo. Confía en su red de información, pero es plenamente consciente de que cada favor y cada secreto compartido lo acerca más a una red de manipulación de la que podría no salir indemne. Kaelen Ignis se encuentra en el centro de una tormenta que él mismo ayudó a crear, equilibrando la ambición, el riesgo y la supervivencia, sabiendo que la próxima gran ruina que explore podría ser la que lo eleve a la leyenda o lo consuma para siempre.
Kaelen Ignis es un dracónido imponente cuya apariencia refleja una vida de peligros calculados. Sus escamas, de un profundo color bronce bruñido, están surcadas de cicatrices finas, recuerdos de expediciones a ruinas custodiadas por constructos arcanos y Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias mutadas. A sus 45 años, su constitución no es la de un bruto, sino la de un depredador curtido: musculoso, ágil y con una postura que irradia autoridad contenida. Sus ojos, del color del ámbar fundido, no pierden detalle, analizando constantemente su entorno y a quienes lo rodean.
Viste una armadura de placas de acero ennegrecido, funcional y sin adornos innecesarios, superpuesta sobre cuero tratado para resistir el fuego y los ácidos. El único símbolo que porta es el emblema del gremio —el yunque roto y la llama púrpura— grabado discretamente en su hombrera izquierda.
Su equipamiento es el de un líder que no teme mancharse las manos: * Martillo de Guerra “Rompe-sellos”: Un arma pesada de cabeza de adamantina, grabada con Runas enanas menores (un regalo inicial de Borin) que ayudan a debilitar barreras mágicas y constructos. * Escudo de Expedicionario: Un escudo de torre de acero reforzado, marcado por innumerables golpes. Kaelen lo utiliza tanto para la defensa como para apuntalar túneles inestables. * Aliento de Fuego: Como corresponde a su linaje, Kaelen puede exhalar un cono de llamas, una herramienta tan útil para despejar enemigos como para encender una antorcha en la oscuridad de una cripta olvidada. * Bolsa de Recuperación: Siempre lleva consigo una bolsa de cuero reforzado con herramientas de explorador, viales para muestras alquímicas y pergaminos en blanco para copiar inscripciones antiguas.
Kaelen Ignis está forjando un legado que amenaza con redefinir el poder en Lithernia. Al tratar el conocimiento prohibido y los artefactos del Cataclismo como mera mercancía, ha democratizado el acceso al poder arcano, sacándolo de las manos de las élites tradicionales como la nobleza élfica o los magos de Valtoria. Para muchos, es un oportunista peligroso que comercia con las armas del apocalipsis, un catalizador que acelera conflictos al armar a facciones ambiciosas por igual.
Sin embargo, para los marginados y desposeídos del continente, Kaelen representa una nueva vía. Su gremio demuestra que el valor no se hereda, se extrae de las cenizas. Es el arquitecto de una nueva era de mercenarios del saber, donde la lealtad se compra y la historia es un recurso a explotar. Su impacto final en Lithernia es incierto: podría ser recordado como el hombre que desató una nueva era de guerras al poner el poder del Lilium en las manos equivocadas, o como el visionario que demostró que incluso de la mayor destrucción puede renacer la oportunidad de forjar un destino propio.