agrupacion: El Círculo del Eco Púrpura alianzas: Consejo de los Guardianes de Alfor, Sabios de Yraniar categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Valarion (Ciudad-estado independiente en las fronteras de Valtoria y Galvorn) dg-publish: true edad: 78 escudo: Un fragmento irregular de cristal púrpura que parece absorber la luz, envuelto en dos cadenas de acero plateado que lo contienen. El fondo es de cuero negro desgastado. lema: Cazamos los errores de los dioses. nombre: Kaelen ‘Cicatriz’ Vane relaciones: - Mentor reacio de Elara, a quien ve como una hija brillante pero peligrosamente imprudente. - Confía ciegamente en la fuerza y lealtad de Grokk, considerándolo el ancla moral del Círculo. rivalidades: Magistrados de Miryalis, Clan Whisper de Mor’dhul rol: Maestro del Círculo del Eco Púrpura subcategoria: Personajes tags: - cazador de monstruos - gremio - lithernia - personajes - personajes_y_agrupaciones tipo: Gremio summary: Kaelen ‘Cicatriz’ Vane, líder del Círculo del Eco Púrpura, es un cazador endurecido que combate las aberraciones del Lilium. Marcado por un ritual prohibido, guía con pragmatismo brutal para contener la corrupción y proteger Lithernia.
Kaelen Vane no nació para la gloria ni para sentarse en un trono. Nació en los escombros de una era rota, en una pequeña aldea fronteriza que ya no figura en ningún mapa. Su linaje no pertenece a ninguna de las grandes casas; los Vane eran gente corriente, granjeros y artesanos que vivían a la sombra de las ruinas dejadas por el Cataclismo del Lilium. La infancia de Kaelen terminó la noche en que un “Eco Aullante” —una aberración nacida de la cicatriz mágica del Lilium— descendió sobre su hogar, dejando tras de sí solo silencio, ceniza y un niño marcado por un horror que ningún mortal debería presenciar.
Fue encontrado por una patrulla del Círculo del Eco Púrpura, quienes, en lugar de piedad, vieron en sus ojos una brasa de determinación inquebrantable. Se unió a ellos no como un recluta, sino como un alma en busca de un propósito para su odio. Aprendió rápido, demostrando una aptitud innata para rastrear las antinaturales criaturas del Lilium y una mente fría para analizar sus patrones corruptos.
Su apodo, ‘Cicatriz’, no proviene de una sola herida, sino de la que define su leyenda. Durante la Gran Cacería de la Quimera de Ecos en los Páramos Grises, la bestia —una fusión retorcida de carne, cristal y lamento puro— hirió de muerte a su compañera y mentora, Lyra. Para destruir a la criatura, Kaelen tuvo que usar un ritual de contención prohibido, canalizando una fracción de la energía corrupta del Lilium a través de su propio cuerpo. El acto aniquiló a la quimera, pero le dejó una marca indeleble: una cicatriz púrpura que cruza su rostro, desde la frente hasta la mandíbula, cegando su ojo izquierdo y dejando un tenue rastro de energía corrupta que aún hoy palpita bajo su piel.
Tras décadas de servicio, y con la muerte del anterior Maestro en las garras de un horror innombrable, Kaelen asumió el liderazgo del Círculo. No lo hizo por ambición, sino por deber. Como Maestro, ha guiado al gremio con una filosofía de pragmatismo brutal. Entiende que el Lilium no puede ser purificado, solo contenido. Bajo su mandato, el Círculo ha perfeccionado el arte de cazar los errores de los dioses, no solo para proteger a los inocentes, sino para estudiar y, en ocasiones, convertir el poder de la corrupción en un arma contra amenazas aún mayores.
Su motivación no es la esperanza, sino la prevención. Cada día que un reino no cae ante una plaga psíquica o una bestia de pesadilla es una victoria silenciosa. Mantiene una relación compleja con su protegida, Elara, una joven cazadora cuyo brillante talento le recuerda dolorosamente a Lyra. La empuja con dureza, temiendo que su imprudencia la lleve al mismo destino. Su única ancla de confianza incondicional es Grokk, un veterano semiorco del Círculo cuya lealtad y fuerza silenciosa son el pilar que impide que Kaelen se hunda por completo en el cinismo. Kaelen es el guardián de los secretos más oscuros de Lithernia, un hombre que mira al abismo todos los días para que otros no tengan que hacerlo.
A sus 78 años, Kaelen parece tallado en madera de roble viejo y endurecido por el tiempo. Es un hombre de complexión enjuta pero de una resistencia formidable, con la piel coriácea surcada por una red de arrugas y viejas cicatrices. La más notable es la que le da su nombre: una línea dentada de tejido violáceo que desciende por el lado izquierdo de su rostro, cruzando un ojo que ahora es una esfera lechosa y ciega. Su cabello, antes oscuro, es ahora una melena gris plateada, recogida en una simple cola de caballo. Sus ojos, o al menos el que le queda funcional, son de un gris acerado, cansados pero increíblemente agudos, capaces de detectar el más mínimo detalle antinatural en el entorno.
No viste armaduras ostentosas, sino un equipo funcional y curtido por mil batallas. Su protección consiste en una armadura de cuero endurecido reforzada con placas de quitina y hueso de aberraciones que él mismo ha cazado. Sobre su pecho cuelga el símbolo del Círculo: un amuleto con un fragmento de cristal púrpura opaco.
Su arma principal es una espada corta de acero valtoriano, fiable y sin adornos, pero su verdadero arsenal reside en su equipo especializado: * El Grimorio de Ecos: Un libro encuadernado en piel de una criatura desconocida, lleno de anotaciones, bocetos y rituales de contención. Sus páginas susurran débilmente en la proximidad de la corrupción del Lilium. * Viales Alquímicos: Un cinturón cargado con potentes ungüentos, ácidos y bálsamos diseñados para explotar las debilidades de las criaturas corruptas. * Herramientas de Cazador: Un juego de cuchillos de plata, cadenas con glifos de sellado y trampas mecánicas imbuidas con fragmentos de obsidiana de Mor’dhul.
Kaelen ‘Cicatriz’ Vane nunca será celebrado en las canciones de los bardos ni inmortalizado en estatuas de mármol. Su legado es invisible, tejido en las pesadillas que no ocurrieron y las catástrofes que fueron evitadas. Para los reyes y consejos de Lithernia, es un mal necesario, un hombre que trafica con conocimiento prohibido y comanda a un gremio de parias para lidiar con horrores que sus ejércitos no pueden enfrentar. Para el Clan Whisper, es un rival peligroso en la carrera por dominar la magia corrupta.
Bajo su liderazgo, el Círculo del Eco Púrpura se ha consolidado como la principal autoridad —y la única— en la contención del Legado del Lilium. Ha establecido protocolos, ha forjado alianzas secretas con sabios y guardianes, y ha asegurado que el gremio sobreviva no por la fuerza bruta, sino por la inteligencia y una inquebrantable voluntad.
El futuro de Kaelen es incierto. Sabe que su tiempo es limitado y que la cicatriz que lleva en el rostro es un recordatorio constante de que la corrupción que combate también reside en él. Su mayor preocupación es dejar un Círculo capaz de continuar su labor. Su impacto final en Lithernia no será una conquista o una gran obra, sino el simple y profundo hecho de que el mundo, a pesar de sus heridas, aún sigue en pie. Él es el guardián silencioso de la frágil normalidad, una cicatriz viviente en el rostro de un continente que lucha por sanar.