agrupacion: Clan Vilespore alianzas: - Clan Kromagul (Suministro de toxinas para infligir dolor lento a cambio de protección) - Clan Nighthawk (Intercambio de venenos sutiles por inteligencia militar) ciudad_sede: Rynavel dg-publish: true edad: 68 escudo: Un cráneo humanoide de obsidiana cubierto de hongos fosforescentes de color verdoso y púrpura, sobre un campo de fango negro. lema: Lo que no muere, se pudre. Y en la podredumbre, florecemos. nombre: Grulk el Inmune relaciones: - Lealtad inquebrantable a Malakor, el Hongo-Padre del Clan Vilespore. rivalidades: - Clan Whisper (Guerra fría filosófica por el control del más allá) - Clan Ironclaw (Enemistad ideológica entre la decadencia y la permanencia) rol: Portador de la Plaga y Señor de la Guerra tags: - clan vilespore - guerrero - lithernia - mor’dhul - orco - personajes - personajes_y_agrupaciones - señor de la guerra tipo: Clan categoria: Personajes y Agrupaciones subcategoria: Personajes summary: Grulk, un orco inmune a la letal “Peste Riente” del Clan Vilespore, se convierte en su arma viviente. Portador de la plaga, lidera guerreros mutados con fuerza y resistencia sobrenaturales, usando su biología corrupta para sembrar decadencia y destrucción.
En los brutales páramos de Mor’dhul, la vida de un orco sin clan es corta, violenta y carente de propósito. Grulk no era una excepción. Pertenecía a una pequeña tribu aplastada por las legiones de Sel’thirak, un superviviente anónimo destinado a morir en alguna zanja olvidada. Su destino, sin embargo, no era el olvido, sino una corrupción mucho más profunda. Durante una escaramuza en los pantanos fétidos que bordean la ciudad en ruinas de Rynavel, su patrulla fue aniquilada, no por el acero, sino por un enemigo invisible: la “Peste Riente”, una de las creaciones más infames del Clan Vilespore.
Mientras sus compañeros perecían entre espasmos de una risa desgarradora que les rompía las costillas y licuaba sus entrañas, Grulk resistió. El dolor era inimaginable, su cuerpo una caldera de fiebre y descomposición, pero no murió. Sobrevivió durante días, solo, con el eco de la risa de los muertos como única compañía. Fue encontrado por los propios Vilespore, no como una víctima, sino como un milagro profano. Malakor, el Hongo-Padre del clan, un hobgoblin mutado cuya mente era un laberinto de Alquimia y nihilismo, vio en Grulk la encarnación de su credo: lo que no muere, se pudre, y en la podredumbre, florece.
Grulk no había vencido a la plaga; la plaga se había convertido en él. Se transformó en un portador, un huésped inmortal para la enfermedad que ahora vivía en simbiosis con su sangre orca. Las toxinas que matarían a un gigante ahora solo fortalecían su constitución. Malakor le dio un nuevo nombre —“el Inmune”— y un propósito. Grulk, que lo había perdido todo, abrazó su nueva identidad con la lealtad fanática de un converso. Ya no era un orco anónimo, era un arma viviente.
Su ascenso fue meteórico. Armado con su fuerza natural y una resistencia antinatural al veneno y la enfermedad, Grulk se convirtió en el puño del Clan Vilespore. Lidera a sus guerreros, una mezcla de Goblins y Hobgoblins inmunes o mutados, en la batalla. Pero su verdadero papel es el de “Portador de la Plaga”. Su sola presencia en el campo de batalla es un acto de guerra biológica. Su aliento es una niebla de esporas, su sangre un veneno virulento. Desprecia la sutileza de los Hobgoblins y alquimistas del clan, prefiriendo la brutalidad directa del combate, pero obedece a Malakor sin cuestionar una sola orden. Es el Señor de la Guerra de un clan que no conquista con acero, sino con la inevitable certeza de la decadencia.
Grulk es una figura imponente, incluso para un orco. Su piel, de un tono verde enfermizo, está cubierta de pústulas violáceas y parches de hongos bioluminiscentes que brillan con una luz pálida en la oscuridad. Una red de venas negras y abultadas recorre sus brazos y cuello, pulsando al ritmo de la plaga que habita en él. Sus colmillos están agrietados y manchados, y una sonrisa torcida, casi una mueca permanente, evoca la Peste Riente que lo definió. Sus ojos son dos pozos de odio frío, carentes de cualquier emoción que no sea la lealtad a su clan y el desprecio por todo lo que es puro y fuerte.
Su equipamiento es un reflejo de su naturaleza corrupta:
Grulk el Inmune no es un simple general en el ejército de Mor’dhul; es un símbolo del poder insidioso y paciente del Clan Vilespore. Representa la victoria de la decadencia sobre la fuerza, de la enfermedad sobre la vitalidad. En un mundo donde la gloria se mide por la conquista y la magia, Grulk demuestra que la corrupción puede ser el arma definitiva.
Para sus rivales, como el Clan Ironclaw, es una abominación, la antítesis de su fe en la permanencia del acero. Para el Clan Whisper, es un recordatorio burdo y primitivo de que hay formas de poder más allá de sus elegantes rituales nigrománticos. Para sus aliados, como el Clan Kromagul, es una fuente inagotable de sufrimiento refinado.
La historia de Grulk es una advertencia que se susurra con temor en todo Lithernia. Es la prueba de que en los pantanos más oscuros de Mor’dhul, la vida puede encontrar las formas más perversas de persistir, y que a veces, sobrevivir a la plaga es un destino mucho peor que la muerte.