agrupacion: La Forja del Abismo alianzas: - Clan Kromagul (Mor’dhul) - Lord Aethel ‘El Cruel’ (Mor’dhul) categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Valarion dg-publish: true edad: 58 escudo: Un yunque de obsidiana fracturado del que brota una llama de color púrpura oscuro, sobre un campo de vetas de magma rojo. lema: Del Corazón Ardiente, la Ruina Forjada nombre: Grommash Garra de Hierro relaciones: - Kaelen (Figura paterna y líder) - Lyra Lithernia/09_Personajes/02_Figuras_Historicas/Ignis|Ignis (Colega desconfiada) - Clan Ironclaw (Clan de origen y lazos comerciales) rivalidades: - Gremios de Ironforge (Valtoria) - Casa Dravonis (Valtoria) - El Culto del Fuego Eterno (Zelindra) rol: Maestro Armero y Guardián del Yunque subcategoria: Personajes tags: - culto - la forja del abismo - lithernia - mor’dhul - orco - personajes - personajes_y_agrupaciones tipo: Gremio / Culto summary: Grommash Garra de Hierro, orco exiliado del Clan Ironclaw, es Maestro Armero y Sumo Sacerdote en La Forja del Abismo. Devoto del dios destructor Valarios, forja armas imbuidas con rituales sangrientos y mantiene tensas alianzas para proteger su arte.
Nacido en las filas del Clan Ironclaw de Mor’dhul, Grommash fue una anomalía desde el principio. Mientras sus hermanos Orcos forjaban por necesidad y por un extraño respeto al dios enano Trovdor, Grommash sentía el pulso primordial de la destrucción en cada golpe de martillo. Para él, el acto de la forja no era creación, sino el encauzamiento de la ruina; no se trataba de dar forma al metal, sino de despertar la furia latente en su interior. Esta filosofía lo convirtió en un paria. Vio la devoción de su clan a una deidad extranjera como una debilidad, una traición a la verdadera esencia del fuego y la entropía. Tras un violento cisma doctrinal que casi le cuesta la vida, se exilió de Mor’dhul, siguiendo los susurros del magma que lo llamaban hacia el sur.
Su peregrinaje lo llevó a las fauces humeantes del Volcán del Yunque Roto y a la ciudad de Valarion, donde encontró su verdadero hogar: La Forja del Abismo. Allí conoció a Kaelen Agrietacero, el maestro exiliado de Valtoria que había fundado el gremio. En Kaelen, Grommash no solo vio a un herrero de talento inigualable, sino a un profeta. Adoptó sus enseñanzas sobre el dios Valarios, el Destructor, como un evangelio grabado en acero. Su devoción y su habilidad innata para “escuchar” la voluntad del metal lo elevaron rápidamente.
Como Maestro Armero y Guardián del Yunque, Grommash no es solo un artesano; es el sumo Sacerdote de la doctrina del gremio. Es el responsable de supervisar los rituales más sagrados y peligrosos, como el “Temple de Sangre”, en el que las hojas al rojo vivo son sumergidas en la esencia vital de sacrificios para otorgarles un alma sedienta y cruel. Su obra maestra, la espada Lamento del Mártir, forjada para un Heroes del Clan Kromagul, es legendaria por los susurros de agonía que emite al cortar el aire, un testimonio de su macabro arte.
Su lealtad a Kaelen es absoluta y paterna, viéndolo como el único líder capaz de guiar al gremio hacia su destino glorioso. Sin embargo, esta lealtad lo pone en conflicto directo con Lyra Ignis, una brillante pero impulsiva hechicera de la forja cuyos experimentos con la energía del Lilium amenazan, según Grommash, con desatar un poder que ni siquiera ellos pueden controlar. Vigila cada uno de sus pasos, temiendo que su ambición profane la pureza de su arte destructivo. Para asegurar los Recursos del gremio, Grommash mantiene un vínculo pragmático con su antiguo clan, el Ironclaw, negociando metales raros a cambio de armas que sus parientes nunca se atreverían a fabricar. Es un puente entre su pasado repudiado y su presente sagrado, un equilibrio tan precario como el filo de sus propias hojas.
Grommash es un orco imponente, cuya edad se manifiesta no en la fragilidad, sino en la dureza de la roca erosionada. Mide más de dos metros, con una musculatura densa forjada por décadas de martillo y calor infernal. Su piel, de un tono gris ceniza, está cubierta de un mapa de cicatrices de quemaduras y finas vetas oscuras, como si el propio metal fundido hubiera dejado su marca en él. Sus ojos, de un naranja intenso, arden con la luz perpetua del yunque.
Su nombre, Garra de Hierro, proviene de su brazo izquierdo. Perdido hasta el codo en un ritual de forja que salió mal, fue reemplazado por una prótesis de su propio diseño: una obra maestra de acero oscuro y obsidiana. No es una simple mano, sino una herramienta multifuncional con dedos articulados y afilados que pueden sujetar un martillo con la misma firmeza que desgarrar la carne. Las Runas de Valarios están grabadas a fuego en el metal, pulsando con una tenue luz púrpura cuando la ira lo embarga.
Viste un delantal de cuero de basilisco, grueso y endurecido por el calor, que ha detenido incontables esquirlas incandescentes. No lleva armadura pesada, pues considera que el verdadero temple se lleva en la piel. Su única arma, además de su garra, es su martillo de forja, Rompealmas. Con una cabeza de metal estelar recuperado y un mango de hueso de dragón petrificado, es tanto un instrumento de creación como un arma capaz de aplastar armaduras y voluntades por igual.
Grommash Garra de Hierro es mucho más que el mejor armero de las fuerzas oscuras de Lithernia; es el arquitecto del miedo. Cada hacha, cada espada y cada punta de lanza que emerge de su yunque no es un mero objeto, sino un recipiente de la filosofía de Valarios: la destrucción como un acto sagrado de purificación.
Figuras como los sádicos señores del Clan Kromagul y el ambicioso Lord Aethel no solo buscan sus armas por su letalidad, sino por el terror que inspiran. Una hoja forjada por Grommash no solo mata; corrompe, tortura y deja una cicatriz en el alma del mundo. Su legado no se medirá en los reinos que sus armas ayuden a conquistar, sino en la desesperación que siembren. Para la mayoría, es un monstruo que arma a otros monstruos. Pero para los fieles de La Forja del Abismo, y para el propio Grommash, él es el artista que está esculpiendo la próxima era de Lithernia con golpes de martillo, fuego y sangre.