agrupacion: Los Custodios de la Llama Durmiente alianzas: - Rebeldes de Chéneras - Células Disidentes en Galvorn categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Thirawen dg-publish: true edad: 62 escudo: Una corona de plata rota, envuelta en cuatro cadenas de obsidiana. Desde la fractura, emana la luz de una única estrella de ocho puntas. lema: Su sueño es nuestra vigilia, su despertar será nuestra gloria. nombre: Ghorza la Archivista relaciones: Vexian (mentor y líder), Eruditos del Clan Grimstone (contactos secretos) rivalidades: - El Trono de Mor’dhul (Clan Sel’thirak) - El Culto de Valarios - La Casa Astralis de Vallatheas rol: Guardiana del Legado subcategoria: Personajes tags: - archivista - culto - lithernia - personajes - personajes_y_agrupaciones - profecía del retorno - thirawen tipo: Culto summary: Ghorza, nacida en la prisión de Thirawen, es la Archivista de Los Custodios de la Llama Durmiente. Guardiana de textos prohibidos, busca la verdad y la justicia histórica para cumplir la Profecía del Retorno del Rey y liberar Lithernia.

Ghorza la Archivista

Biografía

En los sombríos y olvidados callejones de Thirawen, la ciudad-prisión donde las esperanzas van a morir, la memoria de Lithernia se niega a desaparecer. Esa memoria tiene un nombre: Ghorza. Nacida entre los desheredados, sus padres fueron eruditos disidentes que osaron cuestionar la tiranía de los dioses y fueron condenados a pudrirse en Thirawen. De ellos, Ghorza no heredó tierras ni títulos, sino algo infinitamente más peligroso: la verdad. Creció escuchando en susurros las historias del Primer Rey, no como una leyenda, sino como un evangelio prohibido.

Tras la ejecución de sus padres, una Ghorza huérfana y endurecida fue acogida por Vexian, el enigmático líder de Los Custodios de la Llama Durmiente. Vexian no vio en ella una guerrera, sino el recipiente perfecto para el legado del culto. Bajo su tutela, Ghorza se convirtió en la Archivista, la guardiana de los textos prohibidos y fragmentos de historia que sobrevivieron al Cataclismo del Lilium. Su vida se ha consumido entre pergaminos quebradizos, estelas rúnicas erosionadas y el delicado arte de restaurar palabras que el tiempo y los dioses quisieron borrar.

Su motivación trasciende la lealtad; es una sed de justicia histórica. Ghorza no solo cree en la Profecía del Retorno del Rey, sino que la considera la única redención posible para un mundo fracturado por la vanidad divina. Para ella, las Lanzas Celestiales no son solo artefactos de poder, son las llaves que liberarán a Lithernia de su ciclo de guerra interminable.

Su mayor hazaña no ha sido en el campo de batalla, sino en el silencioso combate de la información. Fue Ghorza quien, tras años de estudio, logró descifrar un fragmento de una crónica pre-cataclismo que sugería la localización de un mapa estelar que podría conducir a la Lanza Celestial Chronos. Más audaz aún es su correspondencia secreta con los eruditos del Clan Grimstone en Mor’dhul. Consciente de que estos Orcos, a pesar de su brutal reputación, están obsesionados con el pasado, Ghorza intercambia fragmentos de historia neutra por información sobre reliquias y ruinas antiguas dentro del territorio de Sel’thirak. Es un pacto con el diablo que mantiene con pragmatismo gélido, sabiendo que una sola filtración significaría su muerte y la de su red.

Ahora, a sus 62 años, Ghorza siente el peso del tiempo. La Llama Durmiente del Primer Rey no es la única que se agota; la suya también. Su conflicto personal no es si la profecía es real, sino si vivirá para verla cumplida, o si su legado será suficiente para que la siguiente generación tome el relevo antes de que la verdad se pierda para siempre en el polvo.

Descripción Física y Equipamiento

Ghorza es una mujer de complexión delgada, cuya espalda se ha encorvado ligeramente por pasar décadas inclinada sobre mesas de trabajo. Su cabello, antes oscuro, es ahora un manto de hebras grises y blancas, recogido en un moño austero del que siempre escapa algún mechón rebelde. Su rostro está surcado por las finas arrugas de la concentración y la preocupación, pero sus ojos, de un profundo color avellana, conservan una agudeza y una inteligencia que desarman. Rara vez sonríe, pero cuando lo hace, es una visión tan rara como esperanzadora.

Viste túnicas sencillas de lana oscura, funcionales y sin adornos, manchadas de tinta y polvo en los puños. Sus manos son su rasgo más distintivo: dedos largos y finos, con las yemas permanentemente teñidas por los pigmentos con los que restaura manuscritos.

Su equipo es el de una académica, no el de una aventurera. Siempre lleva colgado al hombro un zurrón de cuero curtido, repleto de pergaminos vírgenes, viales de tinta de calamar y polvo de gemas, carboncillos para calcar Runas y un juego de lupas de distintos aumentos. En su cinturón no porta una espada, sino un afilado cuchillo de escriba y varias herramientas de precisión para la restauración de documentos. Su único objeto de valor es la Lente de la Verdad Fragmentada, una pieza de cristal de cuarzo élfico, resquebrajada pero imbuida con una débil magia de adivinación que le permite leer escrituras desvanecidas por el tiempo o la magia.

Legado e Impacto en Lithernia

Aunque Ghorza opera desde las sombras y su nombre es desconocido para los grandes señores y reyes de Lithernia, su impacto potencial es cataclísmico. Ella es el cerebro y el corazón ideológico de los Custodios; sin su trabajo, el culto sería poco más que un grupo de rebeldes con una fe ciega. Ghorza les proporciona el mapa, la historia y el propósito.

Su archivo secreto, oculto en las catacumbas de Thirawen, es una de las mayores amenazas para el orden establecido por los dioses. Contiene no solo la historia del Primer Rey, sino también registros de las debilidades de los linajes nobles actuales, los pactos olvidados de las grandes casas y las mentiras sobre las que se fundaron reinos enteros.

Si Ghorza tiene éxito, será la catalizadora que ponga en marcha los engranajes del destino, guiando a los héroes de la profecía hacia las Lanzas Celestiales y precipitando el enfrentamiento final contra los dioses. Su nombre no será cantado en las tabernas como el de un gran Guerrero, pero los futuros historiadores de una Lithernia unificada la reconocerán como la silenciosa arquitecta que preservó la llama de la esperanza en la más profunda oscuridad. Si fracasa, su legado será un tesoro de conocimientos prohibidos, destinado a ser quemado por los agentes de Sel’thirak y perdido para siempre, convirtiéndose en el último y silencioso mártir de una causa olvidada.