agrupacion: Casa Vaelstrom alianzas: Casa Rellian, Clan Vexia categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Varinyon (un puerto remoto y fortificado en la costa de Galvorn) dg-publish: true edad: ‘145’ escudo: Un tentáculo de kraken de color índigo profundo enroscado alrededor de un timón de barco de plata destrozado, sobre un fondo gris tormenta. lema: La Corriente Siempre Cobra su Deuda nombre: Corvus ‘El Silente’ Vaelstrom relaciones: Medio-hermano de Lord Marius Vaelstrom rivalidades: Casa Valendor, Clan Nighthawk rol: Maestro de Espías y Bastardo de la Casa Vaelstrom subcategoria: Personajes tags: - ’ ’ - ‘,’ - ‘[’ - a - b - c - e - g - h - i - j - l - n - o - p - personajes - personajes_y_agrupaciones - r - s - t - v - í tipo: Casa Noble summary: Corvus Vaelstrom, bastardo élfico-humano y maestro del espionaje marítimo, dirige desde las sombras la red “Los Ojos de la Corriente”. Su alianza fría con su medio-hermano Marius sostiene el poder de la Casa Vaelstrom en Galvorn.
En los opulentos salones y consejos de capitanes de Galvorn, el nombre Vaelstrom se pronuncia con una mezcla de necesidad y desprecio. Son los carroñeros pragmáticos del mar, nobles surgidos de un pacto oscuro que prosperan en la desgracia ajena. Pero en los muelles oscuros, en las tabernas sin nombre y en los rincones donde se comercia con secretos, se susurra otro nombre con un temor mucho más profundo y personal: Corvus.
Corvus es la mancha en el linaje Vaelstrom, el bastardo nacido de una unión ilícita entre el antiguo Lord Vaelstrom y una vidente elfa de la Casa Mirendyl, capturada durante una escaramuza naval. Esta herencia mixta le otorgó una longevidad inusual para los estándares Humanos y una percepción sobrenatural, pero también lo marcó como un paria dentro de su propia y despiadada familia. Sin embargo, en una casa que valora la utilidad por encima del honor, el joven Corvus no fue desechado, sino afilado. Su naturaleza silenciosa y observadora fue reconocida como una herramienta. Mientras su medio-hermano, Marius, era educado en la política, la oratoria y el manejo de la espada en la cubierta de un barco, Corvus aprendía en la sentina: a escuchar a través de los mamparos, a moverse sin hacer ruido, a entender el lenguaje de las sombras y los susurros.
No porta el nombre Vaelstrom con orgullo, sino como una herramienta más. Fue él quien, hace décadas, transformó las operaciones de espionaje marítimo de su casa en una red de información casi omnisciente conocida como “Los Ojos de la Corriente”. Sus agentes no son simples espías; son vigías sobornados en faros, cartógrafos que venden Mapas con “errores” sutiles, sacerdotes que escuchan confesiones de marineros aterrados y sirenas a las que se les paga con tesoros olvidados a cambio de noticias de las profundidades.
Su apodo, ‘El Silente’, no se debe solo a su laconismo. Se lo ganó tras el infame “Accidente de la Flota Coral”, donde tres de los galeones más preciados de la Casa Valendor se hicieron pedazos contra un arrecife que no figuraba en ninguna carta náutica. Nunca se probó la implicación de los Vaelstrom, pero en todo Galvorn se supo que solo una mano invisible podría haber guiado a una flota tan experta hacia su destrucción. Esa mano fue la de Corvus. Él no da órdenes; presenta informes. No amenaza; revela verdades inconvenientes.
La relación con su medio-hermano, Lord Marius Vaelstrom, es el eje de su poder. Marius es el rostro público de la casa: carismático, brutal y ambicioso. Corvus es el cerebro oculto, el arquitecto de su poder. Su dinámica es fría y funcional. Se reúnen en cámaras con poca luz, donde Corvus entrega informes cifrados y Marius dicta los objetivos. No hay afecto fraternal, solo una simbiosis perfecta: Marius es el martillo que golpea, pero es Corvus quien le dice exactamente dónde y cuándo hacerlo para que el acero se quiebre. Corvus no anhela el señorío de la casa; lo considera una jaula dorada. Su poder reside en las sombras, en ser el hombre que nadie ve venir, el que controla las corrientes que mueven los tronos de Lithernia.
Corvus es la antítesis de la ostentosa nobleza de Galvorn. De complexión enjuta y estatura media, su herencia élfica es visible en la afilada estructura de sus pómulos y en sus orejas, apenas más puntiagudas que las de un humano. Su cabello es negro como la tinta de un calamar, a menudo recogido en una simple coleta, y sus ojos son de un gris acerado y penetrante que parecen registrar cada detalle con una calma inquietante. Rara vez sonríe, y cuando lo hace, es una mueca fina y carente de humor. Una cicatriz delgada, como un hilo de plata, le cruza la ceja izquierda, recuerdo de un intento de asesinato fallido por parte de un agente del Clan Nighthawk.
Viste con una elegancia funcional y sombría. Sus atuendos consisten en jubones de cuero teñido de negro o azul noche sobre camisas de lino gris, pantalones de tela resistente y botas altas y silenciosas. Nunca lleva armadura pesada, prefiriendo la agilidad y el sigilo. Su única concesión a la riqueza de su casa es un anillo de obsidiana en su dedo meñique, tallado con el sello del kraken de los Vaelstrom, que se dice fue un regalo de la propia entidad abisal con la que su fundador pactó.
Su equipamiento es el de un maestro de las sombras: * La Aguijada Silenciosa: Un estilete de acero oscuro, perfectamente equilibrado y sin adornos, cuya punta siempre está cubierta con una fina capa de “Beso Abisal”, un veneno neurotóxico extraído de una rara anémona de las Gargantas de Zafiro. * El Libro de las Mareas: Un pequeño cuaderno encuadernado en piel de tiburón, lleno de una escritura cifrada que solo él y un puñado de sus agentes de mayor confianza pueden leer. Contiene rutas marítimas secretas, debilidades de personalidades clave de Lithernia y registros de deudas de sangre. * Monedas de Susurro: Pequeñas monedas de plata marcadas con glifos apenas perceptibles, utilizadas para identificarse entre los miembros de su red y para dejar mensajes silenciosos.
Corvus Vaelstrom nunca aparecerá en las crónicas de los grandes héroes o reyes de Lithernia. Su nombre no será tallado en monumentos ni cantado por los bardos en las cortes. Su legado será un fantasma, una sombra proyectada sobre la historia del continente. Es la razón por la que la Casa Vaelstrom es temida en cada puerto, el arquitecto silencioso de caídas de fortunas y el tejedor de una red de miedo que se extiende por todos los mares conocidos.
Representa una nueva forma de poder en Lithernia, una que no se basa en la fuerza de las armas o en la legitimidad de un linaje, sino en el control absoluto de la información. Para sus rivales, es la personificación de la paranoia; para sus aliados, una garantía de que ningún secreto está a salvo. En un mundo al borde de cambios proféticos, con el posible retorno del Primer Rey y la danza de las Lanzas Celestiales, un hombre que conoce cada secreto y controla cada corriente oculta podría ser la pieza que decida el destino de todos los reinos, sin que nadie sepa jamás que fue él quien movió el timón.