agrupacion: Casa Corazón de Piedra alianzas: Guardianes Verdes de Sylorian, Gnomos de Cyndril categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Chaus (en el Corazón de Piedra) dg-publish: true edad: 230 escudo: Un pico de montaña de geoda sin cortar, con un martillo de guerra y una raíz de roble entrelazados en su base, sobre un campo de granito gris. lema: El Pulso de la Roca es Nuestra Voluntad nombre: Grizelda Puñolito relaciones: Borin Manopiedra (Lealtad absoluta), Lyra de Sylorian (Desconfianza mutua), Valdurn Manopiedra (Deuda de vida) rivalidades: Casa Dravonis, Cazadores de Sombras rol: Capitana de la Guardia de Granito subcategoria: PNJs tags: - casa corazón de piedra - enana - lithernia - personajes - personajes_y_agrupaciones - pnjs - valtoria tipo: Casa Noble summary: Grizelda Puñolito, capitana de la Guardia de Granito de la Casa Corazón de Piedra, protege con ferocidad su hogar y legado. Experta en guerra geodruídica, su lealtad a Borin Manopiedra es inquebrantable, pese a su desconfianza hacia los elfos.
Grizelda Puñolito no es una capitana forjada en el estruendo de las grandes batallas de Valtoria, sino en el silencio tectónico de sus profundidades. Su vida está anclada a una deuda sagrada, un eco de gratitud que resuena más fuerte que cualquier martillo sobre un yunque. Nacida en un pequeño clan minero vasallo de la codiciosa Casa Dravonis, Grizelda conoció desde niña el miedo a la montaña: el crujido de las vigas, los temblores inesperados y el aire viciado de los túneles explotados sin piedad. Su destino habría sido una tumba de roca, de no ser por la intervención de Valdurn Manopiedra, el fundador vidente de la Casa Corazón de Piedra.
En una visita a las minas, Valdurn escuchó un “lamento” en la piedra, una premonición de un colapso inminente. Ignorado por los capataces de Dravonis, advirtió en secreto a unas pocas familias, entre ellas los Puñolito. Horas después, la galería principal se derrumbó, sepultando a docenas. La familia de Grizelda, a salvo gracias a la advertencia, juró lealtad eterna a Valdurn y su causa. Se unieron a su éxodo a Chaus y a la fundación de la Casa Corazón de Piedra, donde se les enseñó a respetar la montaña en lugar de saquearla.
Grizelda creció con el peso de esa deuda. Mientras otros niños aprendían a tallar gemas, ella aprendía a leer las fisuras en la roca y a sentir las vibraciones del suelo. Su apodo, “Puñolito”, que en su infancia denotaba su pequeña estatura, se resignificó para describir la contundencia de su voluntad. No poseía la sensibilidad mística de Valdurn o de su sucesor, Borin, pero su fe en ellos era de granito. Veía en sus profecías una verdad tangible, una que había salvado a su linaje.
Su ascenso a Capitana de la Guardia de Granito fue natural. Transformó la filosofía geodruídica de su casa en una doctrina militar única. Para Grizelda, cada túnel, cada saliente y cada grieta es un arma o un escudo. Entrena a sus guardias no solo en el manejo del hacha y el martillo, sino en el arte de la guerra simbiótica: usar la geografía para crear emboscadas, provocar pequeños derrumbes controlados y moverse por la tierra como si fueran una extensión de la misma.
Su lealtad a Borin Manopiedra, el actual líder de la casa, es absoluta e incondicional. Lo ve como el heredero del pacto que salvó a su familia y lo protege con una ferocidad que intimida a rivales y aliados. Sin embargo, esta devoción genera tensiones. Su pragmatismo choca con las alianzas de Borin, especialmente con los Guardianes Verdes de Sylorian. Desconfía profundamente de los elfos, viendo su longevidad y su magia etérea como algo frívolo y poco fiable en comparación con la solidez de la piedra. Su relación con Lyra, la embajadora élfica, es una constante prueba de paciencia, un tenso equilibrio entre el deber a su señor y su arraigado prejuicio.
Hoy, Grizelda es el muro de la Casa Corazón de Piedra. Se enfrenta tanto a las incursiones de los Cazadores de Sombras en los túneles exteriores como a las intrigas políticas de casas como Dravonis, que los ven como herejes que desperdician la riqueza de Valtoria. Para ella, cada día es una reafirmación de su juramento: proteger el Corazón de Piedra y a quienes lo escuchan, asegurando que la voluntad de la montaña nunca más sea ignorada.
Grizelda es la personificación de la roca madre de Valtoria: compacta, ancha de hombros y con una postura inamovible. Mide poco para una enana, pero su densidad muscular y la gravedad de su presencia la hacen parecer un pilar. Su rostro está enmarcado por una espesa cabellera negra, recogida en complejas trenzas entrelazadas con pequeñas geodas pulidas y cristales vivientes que brillan con una luz interna tenue, un don de Chaus. Sus ojos son de un gris cuarzo ahumado, afilados y analíticos. Una fina cicatriz, recuerdo de un entrenamiento con una roca afilada, cruza su ceja izquierda.
Equipamiento:
El impacto de Grizelda Puñolito en Lithernia, aunque localizado, es profundo. No es una reina ni una archimaga, pero representa algo quizás más fundamental: la evolución de una cultura. Ella es la prueba viviente de que la filosofía de la Casa Corazón de Piedra no es solo un idealismo excéntrico, sino una fuerza pragmática y defendible. Ha convertido la sabiduría geodruídica en una ventaja táctica, creando una de las fuerzas de guardia más especializadas y efectivas de todo Valtoria.
Su legado será la “Doctrina Puñolito”, un manual no escrito sobre cómo luchar en simbiosis con la tierra, una filosofía que podría ser crucial para la supervivencia del reino enano si las amenazas de Mor’dhul o los conflictos internos escalan. Mientras otras casas confían en murallas de acero y ejércitos convencionales, Grizelda ha enseñado que la propia montaña puede ser la mayor fortaleza y el arma más letal. En una era de profecías y cambios, donde el suelo de Lithernia tiembla con el despertar de viejos poderes, una enana que sabe escuchar y comandar el pulso de la roca podría ser más decisiva que cualquier rey con una corona de oro.