categoria: Personajes y Agrupaciones dg-publish: true subcategoria: Facciones tags: - facciones - personajes_y_agrupaciones summary: Kaelen Umbraflama, líder de La Llama del Sauce Roto, une a razas oprimidas para derrocar a la tiranía en Lithernia. Desde Thalythil, dirige una rebelión que busca cumplir la profecía y liberar al reino de sus opresores.
¡Absolutamente! Prepárate para conocer al líder de la rebelión que podría cambiar el destino de Lithernia.
nombre: Kaelen Umbraflama rol: El Primer Vástago, Líder Supremo edad: 152 agrupacion: La Llama del Sauce Roto tipo: Facción Rebelde lema: “De las cenizas, renaceremos; de las cadenas, nos liberaremos.” escudo: “Una cadena de plata rota enroscada alrededor de una rama de sauce en flor, con una pequeña llama ardiendo en su centro sobre un fondo de cielo tormentoso.” ciudad_sede: Thalythil rivalidades: - Clan Nighthawk (Mor’dhul) - Casa Auris (Eldrador) - El Culto del Silencio Estelar alianzas: - Hijos del Sauce - Los Rompedestinos - Facción Rebelde de Chéneras relaciones: - Borin Rompetormentas (Aliado Táctico) - Vexia Nocheterna (Maestra de Espías) tags: [lithernia, personajes, elfo, Sylethra, líder, rebelde, La Llama del Sauce Roto] # Kaelen Umbraflama
Nacido bajo el crepúsculo perpetuo de los bosques de la Casa Sylethra, una rama menor y a menudo ignorada de la nobleza élfica de Eldrador, Kaelen no conoció la opulencia de las grandes casas, sino la silenciosa resignación impuesta por la “Mano de Hierro”. Su linaje, los Umbraflama, era conocido por una dualidad ancestral: la quietud de las sombras y una pasión interna que ardía como una brasa oculta. Durante su primer siglo de vida, Kaelen fue testigo de la arrogancia de la Casa Auris, vio a amigos y familiares subyugados, y sintió cómo la rígida estructura de castas de Eldrador ahogaba cualquier esperanza de un futuro distinto.
El punto de inflexión llegó con la “Purga de Lyndaleas”, un acto de brutalidad en el que la Casa Auris aplastó un pequeño levantamiento de trabajadores Eladrin, entre los que se encontraba la familia adoptiva de Kaelen. Esa noche, mientras las cenizas de la aldea aún flotaban en el aire, la brasa en su interior se convirtió en una hoguera. Abandonó su nombre de casa, adoptando “Umbraflama” como un testamento de su nueva identidad: una sombra que albergaría una llama de rebelión.
Viajó por los reinos, uniendo a los descontentos. En las ruinas de un santuario antiguo, bajo un sauce centenario partido por un rayo, Kaelen reunió a los primeros miembros de su causa: elfos exiliados, Humanos que habían perdido todo ante Mor’dhul y Enanos hastiados de las guerras sin fin de los nobles. Allí, mientras una tormenta rugía en el cielo, pronunció el juramento que daría nombre a su movimiento: La Llama del Sauce Roto.
Como “Primer Vástago”, Kaelen ha demostrado ser un líder excepcional. Su mayor hazaña no ha sido una victoria en el campo de batalla, sino un triunfo diplomático que sacudió los cimientos de Lithernia: forjó una alianza con la facción rebelde de Orcos de Chéneras. Unir a elfos oprimidos con Orcos insurrectos, enemigos históricos, bajo un mismo estandarte fue un acto que nadie creía posible y que demostró que la sed de libertad era más fuerte que los antiguos odios sembrados por los dioses.
Ahora, desde la ciudad acuática de Thalythil, Kaelen dirige una red de espionaje, sabotaje y liberación. Su objetivo es claro y absoluto: encontrar las cuatro Lanzas Celestiales, cumplir la Profecía del Retorno del Rey y ver a un Lithernia unificado, libre de la tiranía de los dioses y sus nobles títeres. Sin embargo, el peso del liderazgo le obliga a caminar por una senda peligrosa. Respeta la pericia militar del enano Borin Rompetormentas, su principal estratega, pero su impaciencia y sed de batalla a menudo amenazan con desatar conflictos que la Llama no puede permitirse. A su vez, depende de la red de inteligencia de la shadar-kai Vexia Nocheterna, cuya eficacia es tan innegable como su crueldad. Kaelen lucha a diario para que su revolución no se convierta en el mismo monstruo que pretende destruir.
Kaelen posee la grácil complexión de los elfos, pero con una intensidad que lo distingue de la serena nobleza de Eldrador. Su piel es pálida como la luz lunar, y su cabello, negro como la obsidiana, está surcado por un único mechón plateado, recuerdo de la noche en que su vida cambió para siempre. Sus ojos, de un profundo color amatista, parecen contener tanto la quietud de las sombras como el destello de una llama inquieta. A sus 152 años, su rostro aún es joven, pero su mirada carga con la sabiduría y el peso de las vidas que dependen de él.
No viste las sedas ostentosas de la corte élfica, sino un equipo funcional y simbólico:
Aunque su nombre solo se susurra en las cortes y se grita en los callejones, Kaelen Umbraflama ya está dejando una marca indeleble en la historia de Lithernia. Es la personificación de una idea peligrosa: que las divisiones raciales impuestas por los dioses son una mentira, y que los oprimidos, sean elfos, Orcos o Humanos, tienen un enemigo común.
Para la nobleza de Eldrador y los tiranos de Mor’dhul, es un terrorista, un agitador que amenaza con desmantelar un orden milenario. Para los desesperados y los olvidados, es un profeta, la primera chispa de una conflagración que podría purgar el mundo.
Kaelen no es un rey ni un conquistador; es un catalizador. Su existencia misma es una afrenta al statu quo. Su búsqueda de las Lanzas Celestiales lo ha convertido en el enemigo público de los poderes fácticos y en el objetivo de cultos que desean ver la profecía fallar. El destino de Lithernia bien podría decidirse no en un campo de batalla entre grandes ejércitos, sino en el éxito o fracaso de este elfo que lleva en su nombre la promesa de la sombra y el fuego.