agrupacion: Clan Guardián del Abismo alianzas: - Druidas de Chaus (círculo druídico que ayuda a monitorizar la corrupción natural) - El Círculo Interior de la Torre de las Estrellas (conocen parte del secreto y ofrecen apoyo arcano) categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Alfor (Fortaleza-monasterio oculta en las Montañas del Eco Silencioso, Valtoria) dg-publish: true edad: 285 escudo: Un yunque de obsidiana rodeado por una cadena de mithril rota sobre un fondo de granito gris. lema: Desde la oscuridad, forjamos la luz. nombre: Korgan Yelmo-Pétreo relaciones: Tensa con el Concilio de la Montaña (oculta la verdad para evitar el pánico); respeto mutuo con el Archimago Thalios Estrella Antigua; desconfianza activa hacia las facciones codiciosas de Valtoria. rivalidades: - Cazadores de Sombras (amenaza directa que busca el poder del Abismo) - Clan Agrietacero (clan enano tradicionalista que los ve como renegados que acaparan territorio y Recursos) rol: Guardián del Sello, Líder del Clan Guardián del Abismo subcategoria: Clanes tags: - clan - clanes - enano - guardian - lithernia - personajes - personajes_y_agrupaciones - valtoria tipo: Clan summary: Korgan Yelmo-Pétreo, líder del Clan Guardián del Abismo, protege una fisura planar que amenaza Valtoria. Heredó un juramento ancestral y mantiene sellos arcanos con severidad, aislado y en alianza secreta con el Círculo Interior para evitar un desastre.
Korgan Yelmo-Pétreo no es un rey de salones dorados ni un thane cuya barba esté adornada con las joyas de mil victorias. Es un carcelero. Un centinela. El líder de un clan nacido no de la gloria, sino del deber más sombrío que un enano puede soportar: la vigilia eterna ante un horror sin nombre.
Descendiente directo de Kaelen el Sellador, el fundador del Clan Guardián del Abismo, Korgan heredó más que un título; heredó un juramento grabado en el alma de su linaje. Sus ancestros, una rama exploradora del Clan Picohierro, no encontraron vetas de mithril ni corazones de diamante en las profundidades de las Montañas del Eco Silencioso. Descubrieron una herida en la realidad, una fisura planar que sangra la corrupción del Vacío, un eco enfermo del Cataclismo del Lilium que amenaza con devorar Valtoria desde sus cimientos. La canción de cuna de su infancia fue el zumbido monocorde de los sellos arcanos, y su primer martillo no forjó hachas de guerra, sino Runas de contención en las paredes de su hogar-prisión, la fortaleza de Alfor.
Con 285 años, la juventud enana ha dado paso en él a una madurez pétrea. Su ascenso a líder del clan no fue una elección, sino una inevitabilidad. Asumió el mando cuando su padre, Borin, fue consumido al reforzar un sello debilitado. Este sacrificio marcó a Korgan para siempre, cimentando en él una pragmática y severa determinación. Su única motivación, el motor que impulsa cada uno de sus días, es la integridad de los sellos. Cada temblor en la roca, cada susurro antinatural en los túneles, es un recordatorio de su posible fracaso.
Esta sagrada misión lo ha aislado. Su relación con el Concilio de la Montaña de Valtoria es una cuerda tensa a punto de romperse. Exigen saber qué tesoros o peligros oculta su clan con tanto celo, sospechando que acaparan una fuente de poder. Korgan se niega a revelar la naturaleza completa de la amenaza, convencido de que la verdad desataría un pánico que los Cazadores de Sombras o clanes codiciosos como Agrietacero no dudarían en explotar. Solo el Círculo Interior de la Torre de las Estrellas, con el Archimago Thalios a la cabeza, conoce fragmentos de la verdad y le brinda el apoyo arcano necesario para mantener el equilibrio, en un pacto de silencio que pesa sobre sus hombros como una montaña.
Hazañas Notables:
Korgan es la personificación de la montaña misma: ancho de hombros, de constitución robusta y con una presencia que impone silencio. Su rostro, enmarcado por una barba negra como el carbón, está surcado de finas cicatrices y siempre lleva un ceño fruncido de concentración. Sus ojos, de un gris profundo como el granito pulido, rara vez muestran emoción más allá de una vigilancia implacable. Su barba y su cabello están trenzados con complejos nudos Enanos, entrelazados con finos hilos de mithril y pequeñas Runas de obsidiana que actúan como talismanes de protección.
Su equipamiento es funcional, austero y forjado para un propósito sagrado:
El legado de Korgan Yelmo-Pétreo no se medirá en canciones cantadas en tabernas o en estatuas erigidas en plazas públicas. Es un Heroes anónimo, un pilar invisible que sostiene una esquina del mundo mientras los reinos de arriba comercian, guerrean y viven sus vidas, ignorantes del abismo que se agita bajo sus pies.
Su impacto en Lithernia es la catástrofe que no sucede cada día. Es el monstruo que no emerge, la plaga de corrupción que no contamina las aguas de Valtoria, la oscuridad que permanece encadenada. Si tiene éxito, su nombre y el de su clan se perderán en el tiempo como una nota a pie de página en la historia del Clan Picohierro. Si fracasa, su nombre será recordado solo como el del último guardián que cayó antes de que el horror inundara el mundo. Su existencia es una prueba silenciosa de que los mayores actos de heroísmo son a menudo aquellos que nunca se conocen.