categoria: Personajes y Agrupaciones dg-publish: true subcategoria: Clanes tags: - clanes - personajes_y_agrupaciones summary: Borin Runa-Rota, maestro enano de runas y cofundador de Los Buscadores de Brasas, fue exiliado tras un desastre mágico. Obsesionado con el poder del Lilium, busca crear una runa maestra para vengar su nombre y desafiar a la élite de Valtoria.
nombre: Borin Runa-Rota rol: Maestro de Runas y Co-Fundador edad: 182 agrupacion: Los Buscadores de Brasas tipo: Gremio lema: “De las cenizas, renace el poder.” escudo: Un yunque roto de obsidiana del que emana una llama púrpura. ciudad_sede: Valarion rivalidades: - La Torre de las Estrellas (Valtoria) - Clan Grimstone (Mor’dhul) alianzas: - Clan Nighthawk (Mor’dhul) - Capitanes Independientes de Galvorn relaciones: “Respeto tenso con su socio Kaelen Ignis; rencor profundo hacia la élite de Valtoria que lo exilió.” tags: [lithernia, personajes, Gremio, Buscadores de Brasas, Enano, Valtoria]
Nacido en los profundos salones de Valtoria bajo el nombre de Borin del Clan Bronzebrillo, su destino parecía forjado en la misma roca que sus ancestros: convertirse en un maestro herrero, un pilar de la tradición enana. Desde joven, Borin demostró un talento prodigioso, no solo para moldear el metal, sino para imbuirlo con el poder de las Runas. Sus manos danzaban sobre el acero y la piedra, grabando símbolos que cantaban con una energía que superaba a la de artesanos con el doble de su edad. Pero donde otros veían la perfección en la tradición, Borin veía límites.
Su ambición lo llevó a los archivos de la Torre de las Estrellas, donde estudió textos prohibidos que hablaban de la magia caótica liberada durante el Cataclismo del Lilium. Para él, esta energía no era una maldición, sino una fuente de poder virgen, una veta de mineral arcano que los dogmáticos sabios de Valtoria eran demasiado cobardes para explotar. En secreto, comenzó a experimentar, intentando canalizar la esencia residual del Lilium en sus Runas, buscando crear artefactos de un poder inimaginable.
El desastre fue inevitable. Durante un ritual clandestino, una runa sobrecargada con energía del Lilium se fracturó. La explosión resultante no solo destruyó una de las forjas ancestrales de los Bronzebrillo, sino que también cobró la vida de varios aprendices. El Concilio de la Montaña, horrorizado por su herejía, lo despojó de su nombre y su clan. Lo marcaron como “Runa-Rota”, un paria sentenciado al exilio perpetuo por profanar el sagrado arte de la forja.
Humillado y consumido por el rencor, Borin vagó por Lithernia como un fantasma. Fue en los páramos cenicientos cerca de Mor’dhul donde su camino se cruzó con el de Kaelen Ignis, un pragmático y poderoso Dragonborn. Kaelen vio en la desesperación de Borin una herramienta; Borin vio en la fuerza de Kaelen el músculo que necesitaba para llevar a cabo su venganza intelectual. Juntos fundaron Los Buscadores de Brasas, un gremio basado en la filosofía Agrietacero de Borin: la destrucción no es un final, sino el crisol de un nuevo comienzo.
Hoy, Borin es el cerebro y el alma arcana del gremio. Mientras Kaelen lidera las expediciones con fuerza bruta, es Borin quien descifra los secretos de los artefactos que recuperan. Cada pieza de la era del Primer Rey, cada fragmento imbuido por el Lilium, es un paso más en su obsesión: forjar una runa maestra, una obra de poder tan absoluto que haga que la misma Torre de las Estrellas se arrodille y admita que el exiliado, el “Runa-Rota”, siempre tuvo la razón. Su relación con Kaelen es una alianza de necesidad; desprecia la simpleza del Dragonborn, a quien considera un bárbaro incapaz de apreciar la sinfonía de poder que él dirige, pero sabe que sin su fuerza, sus ambiciones seguirían siendo polvo.
Borin es la viva imagen de un maestro enano consumido por su arte. Aunque su cuerpo de 182 años conserva la robustez de la montaña, sus hombros están ligeramente encorvados por décadas de trabajo sobre el yunque. Su barba, antes de un color rojizo como el cobre, ahora es una cascada de hebras grises y blancas, trenzada con alambres de mithril y pequeñas Runas de obsidiana que a veces brillan con una luz púrpura enfermiza.
Sus manos son su testamento: anchas, callosas y cubiertas de cicatrices de quemaduras, tanto de forja como de energía arcana. La mano izquierda tiembla ocasionalmente, un recuerdo permanente de la explosión que le costó su hogar. Sus ojos, profundos y de un color acero, arden con una inteligencia febril y un rencor que el tiempo no ha logrado apagar.
Viste un delantal de cuero de basilisco, curtido y endurecido, sobre una armadura de placas enana modificada por él mismo. Las placas están grabadas con Runas experimentales que zumban con una energía contenida, listas para ser activadas. Siempre lleva consigo: * Martillo Rúnico “Rompejuramentos”: Su martillo de maestro artesano, el mismo con el que fue exiliado. Lo ha modificado para que pueda tanto inscribir Runas como canalizar energía arcana inestable. * Juego de Cinceles de Hueso de Dragón: Herramientas de precisión para su trabajo rúnico, capaces de grabar hasta los materiales más resistentes. * El Corazón de Ceniza: Un relicario de plomo rúnico que cuelga de su cuello. En su interior, un fragmento cristalizado del Lilium pulsa con una luz caótica. Lo usa como catalizador para sus rituales más peligrosos, una fuente de poder y un recordatorio constante de su caída y su ambición.
Borin Runa-Rota es una figura paradójica y peligrosa en la era actual de Lithernia. Es un catalizador del cambio, un pionero en un campo de la magia que el mundo considera tabú. Su trabajo amenaza con reescribir las leyes de la encantación, demostrando que el poder más grande puede surgir no de la pureza y la tradición, sino del caos y la destrucción.
Para sus seguidores en los Buscadores de Brasas, es un profeta. Para sus enemigos en Valtoria, es la encarnación de la arrogancia que casi destruyó el mundo con el Primer Rey. Para facciones como el Clan Nighthawk o los capitanes sin escrúpulos de Galvorn, es un activo invaluable, una fuente de poder sin las ataduras de la moral o la lealtad a un reino.
Su verdadero impacto aún está por verse. Si logra su objetivo, podría desatar una nueva era de artefactos y poder que altere el equilibrio de Lithernia para siempre. Pero si su ambición lo ciega una vez más, las cenizas de las que busca renacer podrían ser las de una catástrofe aún mayor que la que causó su exilio. Borin no es solo un enano resentido; es una bomba de tiempo con un fusible rúnico, y el mundo entero contiene la respiración, sin saber si su obra final será una creación maestra o un epitafio para todos.