categoria: Personajes y Agrupaciones dg-publish: true subcategoria: Clanes tags: - clanes - personajes_y_agrupaciones summary: Baelin Medio-Hacha, semielfo y Capitán de los Vigías del Valle, lidera el Clan Raízdehierro en Sylorian. Hijo de enano y elfa, simboliza la unión cultural y defiende la paz frente a amenazas externas e internas.
nombre: Baelin Medio-Hacha rol: Capitán de los Vigías del Valle edad: 98 agrupacion: Clan Raízdehierro tipo: Líder Militar, Símbolo Político lema: “Ni solo piedra, ni solo raíz. Somos el bosque y la montaña.” escudo: Un martillo de guerra de granito verde del que brotan raíces de mithril, sobre un fondo de madera de roble y piedra entrelazadas. ciudad_sede: Sylorian rivalidades: Clan Quiebraespinas, Clan Thyrgram, facciones puristas internas (“Piedra Pura” y “Raíces Antiguas”) alianzas: Reino de Valtoria, Casa Galanthil, moderados de Sylorian relaciones: Thorgar Cortepiedra (padre, enano), Lyra de los Guardianes (madre, elfa silvana) tags: [lithernia, personajes, Clan Raízdehierro, semielfo, Guerrero, Valtoria, Eldrador] # Baelin Medio-Hacha
En las fronteras turbulentas que separan las montañas de Valtoria de los bosques ancestrales de Eldrador, donde el rencor de eras se había enfriado hasta convertirse en una paz frágil, nació un símbolo. Baelin no es solo un semielfo; es la encarnación viviente del ‘Pacto de la Luz Estelar’, el armisticio que unió al Clan Cortepiedra de los Enanos y a los Guardianes Verdes de los elfos silvanos en una sola entidad: el Clan Raízdehierro. Hijo del rudo Guerrero enano Thorgar Cortepiedra y de la ágil exploradora elfa Lyra, Baelin creció en el crisol de dos culturas que aprendían a convivir a la fuerza.
Su infancia fue una lección constante de equilibrio. Mientras su padre le enseñaba a sentir el pulso de la roca y a blandir un hacha con la tenacidad de la montaña, su madre le instruía en el lenguaje del viento entre las hojas y el arte de moverse sin dejar rastro. Para los puristas de ambas facciones —los “Piedra Pura” Enanos y las “Raíces Antiguas” elfas—, Baelin era una aberración, un recordatorio constante de los compromisos que despreciaban. Se ganó el apodo de “Medio-Hacha” en su juventud, un término burlón que él, con el tiempo, adoptaría con orgullo.
Su ascenso no fue por linaje, sino forjado en el fuego y la sangre. Durante el Asedio de la Garganta Rota, cuando el belicoso Clan Quiebraespinas intentó tomar Sylorian, fue la perspectiva única de Baelin la que salvó a la ciudad. Combinó la estrategia de emboscada élfica con la inamovible defensa enana, utilizando túneles ocultos y trampas forestales en una sinfonía táctica que desbarató a un enemigo superior. Aquella victoria le silenció a sus detractores y le ganó el respeto incondicional de los moderados, asegurándole el puesto de Capitán de los Vigías del Valle.
Hoy, a sus 98 años, Baelin carga con el peso de ser el pilar de la paz de Sylorian. Su principal motivación no es la gloria, sino asegurar que el sacrificio de sus padres y de los fundadores del clan no haya sido en vano. Lucha una guerra en dos frentes: contra las amenazas externas como el Clan Thyrgram que merodea las fronteras, y contra las tensiones internas que amenazan con fracturar al Clan Raízdehierro desde dentro. Cada decisión que toma es observada, cada fracaso es munición para los extremistas, y cada éxito es un clavo más que afianza la unidad de su pueblo. Vive en un estado de alerta perpetua, sabiendo que él es el muro que separa la cooperación de la antigua y sangrienta enemistad.
Baelin es la fusión visual de sus dos herencias. Es más bajo y corpulento que un elfo, pero más alto y esbelto que un enano, con una musculatura densa y fibrosa. Su rostro posee los ángulos afilados y las orejas puntiagudas de su madre, pero están enmarcados por una barba espesa y oscura, herencia de su padre, que mantiene trenzada al estilo enano pero adornada con pequeñas cuentas de madera élfica. Sus ojos, de un profundo verde musgo, contienen la paciencia de la piedra y la viveza del bosque.
Su equipamiento es un reflejo de su identidad:
Baelin Medio-Hacha no es un rey ni un profeta, pero su importancia para Lithernia es inmensa, aunque localizada. Él y su clan representan una de las pocas y más exitosas pruebas de que la unidad entre las razas ancestrales no solo es posible, sino poderosa. Sylorian es un faro de esperanza en un continente a menudo desgarrado por la guerra y el prejuicio.
Su legado será la respuesta a una pregunta fundamental: ¿Puede la cooperación superar el odio arraigado por milenios? Si Baelin logra mantener unido al Clan Raízdehierro y proteger Sylorian, su historia se contará en las tabernas de Galvorn y en las grandes bibliotecas de Eldrador como un ejemplo a seguir. Demostrará que la identidad no tiene por qué ser una jaula de sangre y tradición, sino un puente forjado con respeto y fuerza mutua.
Sin embargo, si fracasa, si las facciones puristas logran destruir lo que él protege, la caída de Sylorian resonará como una advertencia funesta: una prueba de que los viejos odios nunca mueren y de que la paz es solo un interludio entre guerras. El destino de Baelin Medio-Hacha, por tanto, no es solo el suyo propio; es el destino de una idea que podría cambiar Lithernia para siempre.