agrupacion: Casa Umbrae alianzas: - Casa Nocthelios - Gremio del Sextante Dorado (Norathil) categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Lorawynn dg-publish: true edad: 215 escudo: Una llave de obsidiana sobre un libro abierto de plata, con un velo de sombra cubriendo la mitad de la página, sobre un campo de índigo profundo. lema: La verdad yace en la sombra nombre: Vaelia Umbrae relaciones: - Lord Theron Umbrae (Padre y Señor de la Casa) - Darnis Ashkar (Contacto y rival en Mor’dhul) rivalidades: - Casa Auris - Clan Nighthawk rol: Maestra de Espías, ‘La Daga Velada’ subcategoria: Casas Nobles tags: - casa umbrae - casas_nobles - eldrador - espionaje - lithernia - personajes - personajes_y_agrupaciones tipo: Casa Real summary: Vaelia Umbrae, Maestra de Espías de la Casa Umbrae en Eldrador, maneja el poder desde las sombras. Experta en intrigas y secretos, protege y expande la influencia de su casa con astucia y sigilo, siendo clave en la política élfica.
En los salones iluminados por la luna de Eldrador, donde la nobleza de la Casa Auris recita poesía bajo las estrellas, se susurra otro nombre con una mezcla de temor y respeto a regañadientes: Vaelia Umbrae. Conocida en los círculos de poder como “La Daga Velada”, Vaelia es la encarnación viviente de la filosofía de su casa: el poder no se ostenta, se ejerce desde la penumbra.
Nacida como la hija primogénita de Lord Theron Umbrae, el actual patriarca de la casa, la infancia de Vaelia no fue de canciones ni danzas, sino de acertijos, códigos y el arte de la observación. Mientras otros niños élficos aprendían a tensar un arco, a Vaelia se le enseñaba a leer el lenguaje de una mirada, a identificar el veneno por su aroma y a moverse por los pasillos secretos de Lorawynn, la ciudad sede de los Umbrae, sin perturbar una sola mota de polvo. Creció a la sombra de Morgal, el dios de las mentiras, no con fervor fanático, sino con el pragmatismo de quien entiende que la verdad es solo una herramienta más en el arsenal del poder.
Su ascenso a Maestra de Espías fue meteórico, incluso para los longevos estándares élficos. A la edad de 215 años, ya había desmantelado tres conspiraciones de casas menores, había superado en astucia a un maestro espía del Clan Nighthawk de Mor’dhul y había colocado agentes leales en las cortes de Galvorn y Valtoria. Su hazaña más notoria fue la “Caída del Zafiro”, donde orquestó sutilmente la ruina de un influyente conde de la Casa Auris que planeaba exponer las operaciones de los Umbrae, haciéndolo parecer un simple escándalo de corrupción y deudas de juego. No se derramó sangre, pero se destruyó un legado, una demostración de poder mucho más aterradora para sus rivales.
La principal motivación de Vaelia es la preservación y expansión de la influencia de la Casa Umbrae. Cree firmemente que la idealista y a menudo ingenua nobleza de Eldrador llevaría al reino a la ruina si no fuera por la mano invisible de su familia, que poda las ramas débiles y corta las amenazas antes de que florezcan. Su lealtad es, ante todo, a su casa, y por extensión, a un Eldrador que pueda seguir siendo el tablero de juego donde ellos mueven las piezas. Carga con el peso de secretos que podrían desatar guerras o derrocar al propio Rey elfo, especialmente su conocimiento sobre la Profecía del Primer Rey, que los Umbrae guardan como su carta definitiva.
Su relación con su padre, Lord Theron, es compleja: una mezcla de respeto glacial, exigencia implacable y un tácito orgullo. Él es su mentor y maestro, pero también quien la ve como el instrumento más afilado de la Casa. Más intrigante es su conexión con Darnis Ashkar, el legendario asesino de la Casa Ashkar en Mor’dhul. No son aliados, sino rivales profesionales que mantienen un canal de comunicación secreto. Intercambian información de manera esporádica, en una peligrosa danza donde cada uno intenta obtener más de lo que da, respetando la habilidad del otro mientras planean cómo usarla en su contra. Para Vaelia, Darnis es un espejo oscuro: un reflejo de lo que podría ser sin el velo de sofisticación de Eldrador.
Vaelia posee la gracia etérea de los elfos, pero atemperada por una quietud depredadora. Su piel tiene un tono ceniciento pálido, y su largo cabello, negro como la tinta, suele ir recogido en una trenza compleja que no estorba sus movimientos. Sus ojos, de un violeta profundo y frío, rara vez parpadean y parecen absorber más luz de la que reflejan. Su rostro es una máscara de serenidad impasible, lo que la hace aún más intimidante; rara vez sonríe, y cuando lo hace, no alcanza sus ojos.
Viste con una elegancia funcional. Prefiere túnicas de seda de araña de color índigo oscuro o negro, cortadas para permitir un movimiento sin restricciones y sin el menor susurro de tela. No lleva armadura visible, confiando en su agilidad y en la capacidad de no ser vista en primer lugar.
Equipamiento Relevante: * Estilete de Lorawynn: Una daga delgada y negra como la noche, forjada con metales extraños que no reflejan la luz. La hoja a menudo está cubierta con el “Beso del Silencio”, un veneno de la Casa Umbrae que no mata, sino que induce un sueño profundo del que la víctima despierta sin recordar las últimas horas. * Anillo del Susurro: Un anillo de plata y obsidiana que lleva en su dedo meñique. A simple vista, muestra el emblema de la Casa Umbrae, pero con la palabra de activación correcta, la gema se abre para revelar un compartimento diminuto, ideal para ocultar veneno en polvo o un mensaje enrollado. * Velo de Sombras: Un broche encantado que, al ser activado, puede tejer las sombras a su alrededor, otorgándole un camuflaje sobrenatural en condiciones de poca luz. Es el origen de su apodo, “La Daga Velada”. * Dardos de Pluma de Cuervo: Un juego de pequeños dardos, perfectamente equilibrados y letales, que lleva ocultos en sus brazaletes.
Vaelia Umbrae no es una heroína de canciones ni una villana de Leyendas. Su nombre no será grabado en monumentos, pues su mayor triunfo es que el mundo jamás sepa que ella estuvo allí. Es la arquitecta de la influencia invisible, la guardiana de secretos que mantienen el equilibrio precario de Lithernia. Mientras los reyes y generales libran sus guerras bajo el sol, Vaelia libra la suya en las sombras, una guerra de información, manipulación y silenciosas puñaladas por la espalda. Su legado será el de una Eldrador que sobrevive a las crisis, no por la fuerza de sus ejércitos, sino por la astucia de sus espías. En el gran juego de tronos de Lithernia, Vaelia no busca sentarse en uno, sino ser la mano que, oculta bajo la mesa, decide qué piezas permanecen en el tablero.