agrupacion: Casa Faelgard alianzas: Ciudad de Sylorian, Casa Galanthil de Eldrador categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Sylorian dg-publish: true edad: ‘120’ escudo: Un yelmo de enano de granito verde, del cual brotan astas de ciervo hechas de plata sobre un campo de color tierra. lema: ‘“La Piedra Cede, el Deber Permanece”’ nombre: Thalia Faelgard relaciones: Hija de Lord Borin Faelgard, aprendiz de Maestre Elara Cantosavia rivalidades: Casa Dravonis, Clan Nighthawk rol: Heredera de la Casa Faelgard, Capitana de los Vigías del Risco subcategoria: Casas Nobles tags: - ’ ’ - ‘,’ - ‘[’ - a - b - c - casas_nobles - e - h - i - j - l - n - o - p - personajes_y_agrupaciones - r - s - t - v tipo: Casa Noble Enana summary: Thalia Faelgard, heredera de la Casa Faelgard enana, combina la resistencia de su linaje con la sabiduría élfica. Capitana de los Vigías del Risco, defiende Sylorian con tácticas de sigilo y acción directa ante amenazas crecientes de Mor’dhul.

Thalia Faelgard

Biografía

En las venas de Thalia Faelgard corre la tenacidad de la roca de Valtoria, pero su alma fue forjada al aire libre, bajo la sombra de los árboles ancestrales que su casa ha jurado proteger. Nacida como heredera de la Casa Faelgard, una de las casas nobles enanas más singulares de Lithernia, Thalia es la encarnación de un pacto milenario: la fusión de la resistencia enana y la sabiduría de los bosques élficos.

Su infancia no transcurrió exclusivamente en las profundidades de la montaña, sino en los valles y riscos de Sylorian, la fortaleza viva que su casa gobierna. Mientras otros jóvenes Enanos aprendían los secretos del mithril en la forja, Thalia aprendía a leer las huellas de las Lithernia/07_Bestias_Monstruos/Bestias y a escuchar los susurros del viento bajo la tutela de la Maestre Elara Cantosavia, una elfa silvana cuya sabiduría es tan profunda como las raíces de los robles más antiguos. De ella aprendió no solo a sobrevivir en la naturaleza, sino a respetarla como una aliada, una filosofía que choca frontalmente con la mentalidad extractiva de muchas casas enanas.

De su padre, Lord Borin Faelgard, aprendió el peso del deber y el arte de la diplomacia. Lo observó durante décadas tejer alianzas con la Casa Galanthil de Eldrador, manteniendo una paz frágil pero duradera en la frontera. Sin embargo, donde su padre ve un equilibrio que debe preservarse con paciencia, Thalia ve una quietud peligrosa. Las incursiones cada vez más audaces del Clan Nighthawk y otras fuerzas de Mor’dhul en sus bosques no son para ella meras escaramuzas, sino el preludio de una tormenta que la diplomacia no detendrá.

Su ascenso a Capitana de los Vigías del Risco no fue un regalo, sino una necesidad. Durante un crudo invierno, una partida de guerra hobgoblin del Clan Nighthawk utilizó magia de sombras para eludir las patrullas convencionales, con la intención de envenenar el corazón del Valle Verdeante. Fue Thalia, aplicando las tácticas de sigilo élficas aprendidas de Elara, quien detectó la incursión, organizó una emboscada en los desfiladeros y repelió el ataque con una ferocidad que sorprendió incluso a su propio padre. Su hacha no solo partió escudos Hobgoblins, sino también la percepción de que era solo una diplomática en ciernes.

Hoy, Thalia es un torbellino de contradicciones. Respeta profundamente el legado de su casa y el liderazgo de su padre, pero su pragmatismo forjado en el campo de batalla la impulsa a la acción. Cree que la mejor defensa no es un muro de piedra, por muy fuerte que sea, sino un hacha afilada que golpee primero. Esta impaciencia la pone en conflicto directo no solo con Lord Borin, sino también con las casas rivales como la Casa Dravonis, quienes consideran la filosofía Faelgard una extraña y blanda desviación de la verdadera naturaleza enana. Para Thalia, los Dravonis son ciegos, incapaces de ver que la montaña y el bosque son dos partes de un mismo todo, y que la debilidad no reside en la alianza, sino en el orgullo solitario. Su misión es proteger su hogar, pero para ello, está convencida de que deberá arrastrar a su casa —y quizás a toda Valtoria— hacia una postura más agresiva antes de que las sombras de Mor’dhul los consuman a todos.

Descripción Física y Equipamiento

Thalia posee la complexión robusta y la estatura sólida de su linaje enano, pero sus movimientos tienen una gracia fluida inusual, más propia de un Cazador elfo que de un minero. Su largo cabello, del color del cobre bruñido, está recogido en una compleja trenza de guerra entrelazada con pequeñas cuentas de ámbar y una pluma de halcón, un regalo de su maestra Elara. Sus ojos, de un intenso color avellana, son afilados y perpetuamente alertas, acostumbrados a escudriñar tanto el horizonte desde un risco como la penumbra de un bosque denso. Su piel está curtida por el viento y el sol, y sus manos, aunque capaces de una delicadeza sorprendente al tratar una herida o tallar madera, muestran los callos de quien empuña un hacha con maestría.

Viste un equipamiento que refleja su doble herencia:

Legado e Impacto en Lithernia

Thalia Faelgard representa el futuro de Valtoria, un futuro donde la supervivencia podría depender de la capacidad de adaptación y de la forja de alianzas que trasciendan las antiguas tradiciones. No es una reformista que busque destruir el pasado, sino una pragmática que entiende que la rigidez de la piedra, sin la flexibilidad de la raíz, acaba por quebrarse.

Su impacto potencial es inmenso. Si logra convencer a su gente de la necesidad de una defensa proactiva, podría convertirse en la líder militar que unifique las fuerzas fronterizas de Valtoria y Eldrador, creando un baluarte unificado contra la creciente amenaza de Mor’dhul. Su éxito consolidaría a la Casa Faelgard no como una anomalía, sino como el modelo a seguir en una Lithernia cambiante.

Sin embargo, su camino está lleno de peligros. Su impaciencia podría llevarla a iniciar un conflicto que su padre no pueda detener, fracturando alianzas que costaron siglos construir. Su desafío a las tradiciones enanas podría aislar a su casa, dejándola vulnerable ante rivales como los Dravonis y enemigos como los Nighthawk.

En la gran crónica de Lithernia, Thalia Faelgard será recordada como una figura de cambio. Puede que sea la heroína que enseñó a la montaña a luchar junto al bosque, o la advertencia trágica de una heredera cuyo celo superó a su sabiduría. Cualquiera que sea su destino, la roca de Valtoria sentirá el eco de sus pasos.