agrupacion: Casa Noctarion alianzas: - Casa Umbrae - Los Sin Reflejo de Carynwe categoria: Personajes y Agrupaciones ciudad_sede: Dorathil, Eldrador dg-publish: true edad: 250 escudo: Un búho de obsidiana con ojos de plata sosteniendo una llave de hueso en sus garras, sobre un campo de seda púrpura oscuro. lema: La Sombra es Nuestro Manto, el Secreto Nuestra Espada. nombre: Kaelen Noctarion relaciones: - Seraphina Noctarion (Madre y Matriarca) rivalidades: - Casa Lumeris - Clan Nighthawk rol: Maestro de Susurros y Heredero de la Casa Noctarion subcategoria: Casas Nobles tags: - casa noble - casas_nobles - eldrador - lithernia - noctarion - personajes - personajes_y_agrupaciones - shadar-kai tipo: Casa Noble de Espionaje summary: Kaelen Noctarion, heredero de la Casa Noctarion, domina secretos y sombras con astucia y audacia. Shadar-Kai y conspirador, busca expandir su influencia en la Gran Guerra mediante redes ocultas y desinformación, transformando su casa en poder decisivo.
En los salones envueltos en penumbra de Dorathil, donde la luz de las estrellas es un arte y las sombras un lenguaje, se forjó el destino de Kaelen Noctarion. Es el heredero de una casa que no mide su poder en ejércitos ni en acres de tierra, sino en el peso de los secretos que atesora. La Casa Noctarion, nacida de la deshonra de un linaje élfico olvidado, se alzó abrazando el dominio de Morgal, el dios de las mentiras, mientras vestía públicamente el manto de eruditos devotos de Lerian y Arzia. Kaelen es la encarnación de esta dualidad: un alma forjada en la oscuridad, con la fría precisión de un astrólogo y la audacia de un conspirador.
Su ascendencia Shadar-Kai le confiere una afinidad natural con el tejido de las sombras, un don que su madre, la matriarca Seraphina, ha sabido cultivar con paciencia a lo largo de dos siglos. Sin embargo, donde Seraphina ve la cautela como la mayor de las virtudes, Kaelen ve una oportunidad perdida. Él desprecia la filosofía de su casa de ser meros observadores y cronistas de los secretos del poder. Para Kaelen, un secreto guardado es una espada sin filo; su verdadero valor reside en el golpe certero que puede asestar en el momento preciso.
Impaciente y audaz, Kaelen ha comenzado a tejer su propia red al margen de la supervisión materna. Ha establecido canales de comunicación secretos con el Clan Nighthawk de Mor’dhul, no como simples rivales, sino como potenciales peones o socios en un juego mucho más grande. Considera que la influencia de Noctarion debe trascender las fronteras de Eldrador, convirtiéndose en una fuerza que incline la balanza de la Gran Guerra. En la corte élfica, lidera una campaña de desinformación contra la Casa Lumeris, ridiculizando su fe en un destino estelar inmutable mientras filtra anónimamente los escándalos que sus rivales creen protegidos por el hado.
Sus hazañas, aunque discretas, ya resuenan en el submundo de Lithernia. Fue él quien orquestó la caída de un influyente consejero en Galvorn usando nada más que un rumor bien colocado. Fue su red la que proveyó a Casa Umbrae la localización exacta de un artefacto perdido, a cambio de un favor que aún no ha cobrado. Y es él quien financia a los artesanos rebeldes de Carynwe, no por idealismo, sino para poseer una daga apuntando al corazón de las casas nobles que subestiman el poder de un secreto bien empleado. Kaelen no busca solo heredar el manto de su madre; busca transformarlo, convertir a la Casa Noctarion de una biblioteca de secretos en la mano invisible que escribe la próxima era de la historia de Lithernia.
Kaelen posee la gracia sobrenatural de los elfos, pero atemperada por la melancolía inherente de los Shadar-Kai. Su piel es pálida como la ceniza de un fuego extinto, y su cabello, negro como la obsidiana, suele llevarlo recogido en una trenza severa. Sus ojos, de un intenso color violeta, rara vez parpadean y parecen analizar cada microexpresión, cada duda no verbalizada. Se mueve con una fluidez depredadora, un silencio que resulta inquietante incluso para los de su propia especie. A diferencia de muchos elfos, su porte no es sereno, sino el de una energía contenida, una tormenta esperando el momento justo para desatarse.
Viste con una elegancia funcional y sombría. Sus atuendos son de seda de araña teñida de púrpura oscuro y negro, cortados para permitir el movimiento sin emitir sonido. No porta armadura visible, confiando en su agilidad y en los encantamientos de abjuración tejidos en sus ropas.
Equipamiento notable: * Daga del Silencio: Un estilete de acero umbrío que absorbe la luz y el sonido. Se dice que una herida de esta daga no solo sangra, sino que roba los secretos de la víctima con su último aliento. * El Ojo del Búho: Un broche de obsidiana y plata con la forma del escudo de su casa. Es un poderoso foco arcano para la adivinación y la comunicación a través de susurros, permitiéndole coordinar su red de espías a lo largo de todo el continente. * Llave de Hueso Ancestral: La llave que adorna el escudo de su casa, llevada al cuello en una cadena de plata. Es un artefacto heredado que, según la leyenda, puede abrir no solo cerraduras físicas, sino también “puertas” a secretos mentales o memorias selladas.
Kaelen Noctarion representa un punto de inflexión generacional. Si su madre, Seraphina, personifica la era de la información como poder pasivo, Kaelen encarna la nueva doctrina de la inteligencia como arma activa. Su ambición es un catalizador que podría llevar a la Casa Noctarion a convertirse en la eminencia gris detrás de los tronos de Lithernia, manipulando reinos y facciones en la víspera del posible retorno del Primer Rey.
Su legado será de disrupción. Al buscar alianzas con potencias oscuras como el Clan Nighthawk y al desafiar directamente a las casas tradicionales de Eldrador, Kaelen arriesga la discreta seguridad que su familia ha construido durante siglos. Puede que su audacia eleve a los Noctarion a una cima de poder nunca antes vista, convirtiéndolos en los verdaderos arquitectos del futuro. O puede que su impaciencia sea la chispa que prenda fuego a la red de secretos, consumiendo a su casa y a él mismo en las llamas de las mismas conspiraciones que busca dominar. En un mundo al borde del cambio profético, Kaelen no se contenta con leer las estrellas; está decidido a moverlas.