categoria: Magia y Hechicería category: Magia dg-publish: true subcategoria: Manual y Reglas tags: - conjuradores - conjuros - lithernia - magia - magia_y_hechicería - manual_y_reglas - reglas - tejido_del_mana title: ‘Reglas de Magia: El Tejido del Maná’ type: Reglas summary: En Lithernia, la magia fluye a través del Tejido del Maná y cada hechizo implica una deuda. Los conjuradores poseen un Sello Arcano único que determina su afinidad y reserva de energía. Forzar la magia causa fatiga, con riesgos graves. Técnicas avanzadas permiten absorber maná o usar círculos de invocación, pero con peligros significativos.
En Lithernia, la magia no es una mera herramienta, sino una fuerza primordial y viva que fluye a través del Tejido del Maná. Aquellos dotados para percibir y manipular esta energía, conocidos como conjuradores, aprenden desde sus inicios una verdad fundamental: cada hechizo es un préstamo, y todo préstamo conlleva una deuda. Forzar los límites de lo arcano es invitar al agotamiento, a la locura o a consecuencias aún peores.
Los eruditos de la Torre de las Estrellas en Valtoria y los maestros arcanos de Eldrador han dedicado milenios a estudiar y catalogar las leyes que gobiernan el uso del maná. Sus hallazgos, a menudo guardados celosamente, describen las técnicas, los peligros y las maravillas que aguardan a quienes se atreven a tirar de los hilos del universo.
Todo conjurador nace o desarrolla una conexión única con el Tejido del Maná, una afinidad intrínseca conocida como su Sello Arcano. Este sello determina la naturaleza y la intensidad con la que su alma puede canalizar la energía mágica.
Esta afinidad se nutre de la Reserva Interior del conjurador, un pozo de energía personal que se gasta con cada conjuro. Esta reserva se recupera principalmente con el descanso profundo, aunque la meditación en Lugares de Poder o el consumo de raras pociones de éter pueden acelerar la regeneración.
Cada vez que un conjurador tira de los hilos del Maná, el Tejido responde con un eco, una tensión que recae sobre su cuerpo y espíritu. Este fenómeno es conocido como la La_Crisis_de_la_Fatiga_de_Maná. Se calcula que la tensión sufrida es una combinación de la intensidad del Sello Arcano del lanzador y la complejidad del hechizo invocado.
Acumular demasiada fatiga lleva al Agotamiento Arcano, un estado en el que la mente se nubla, el cuerpo se debilita y la conexión con el Maná se vuelve inestable. Los aventureros más sabios aprenden a medir sus fuerzas, pues un conjurador exhausto es una presa fácil en las tierras salvajes de Lithernia.
Los arcanistas más audaces han desarrollado métodos para ir más allá de los límites convencionales, aunque siempre a un gran riesgo.
Una técnica arriesgada que permite a un Mago absorber maná directamente del entorno: de una línea ley vibrante, de un cristal de poder antiguo o incluso del torrente de un hechizo enemigo. Para lograrlo, el conjurador debe realizar un acto de Canalización Externa, una prueba de voluntad y conocimiento. El éxito repone su Reserva Interior, pero el fracaso puede provocar una Sobrecarga, una explosión de energía caótica que puede dañar gravemente al lanzador, física y mentalmente.
Geometrías sagradas y glifos arcanos que actúan como lentes para enfocar y magnificar el flujo del Maná. Existen tres grados de poder: * Círculos Menores: Patrones básicos que cualquier iniciado puede aprender a trazar. * Círculos Intermedios: Diseños complejos que requieren un profundo conocimiento arcano. * Círculos Mayores: Obras maestras de la taumaturgia, a menudo permanentes, que se encuentran solo en lugares de inmenso poder, como antiguas ruinas pre-Lilium o en el corazón de las academias de magia.
Un conjurador que lanza un hechizo desde el interior de un círculo puede intentar potenciarlo más allá de sus límites normales. Sin embargo, canalizar tal cantidad de energía requiere una concentración férrea; un solo error puede hacer que el hechizo se desvanezca, se vuelva en contra del lanzador o le inflija una La_Crisis_de_la_Fatiga_de_Maná catastrófica.
Incluso sin un círculo, un conjurador desesperado puede intentar Forzar el Tejido, vertiendo una cantidad abrumadora de su propia esencia en un conjuro. Este acto de voluntad puede elevar un hechizo simple a una demostración de poder espectacular, pero el riesgo de que la energía se descontrole y se manifieste de forma caótica es inmenso.
Considerada una técnica legendaria por algunos y una herejía por otros, la Mezcla de Conjuros es el arte de fusionar dos encantamientos distintos en una sola invocación. Solo los Maestros Tejedores más dotados pueden entrelazar dos patrones mágicos sin que colapsen en una vorágine de energía destructiva. Una famosa combinación, registrada en los anales de Valtoria, fusionó una Bola de Fuego con una Nube de Niebla, creando una explosión ígnea que, al disiparse, dejó tras de sí un manto de humo denso que cegó y confundió a los supervivientes. El dominio de este arte es la marca de un verdadero archimago.
Apodado “el Hilo del Tejedor”, este humilde truco es la base para la magia más refinada. Por sí solo, es casi inofensivo. Sin embargo, en manos de un experto, la Aguja puede ser “hilada” dentro de otro conjuro, alterando sutilmente su naturaleza: cambiando el fuego por escarcha, extendiendo el alcance de una ilusión o añadiendo un efecto secundario inesperado. Es la prueba definitiva del control de un Mago sobre el Tejido del Maná.
A través del estudio, la devoción o un don innato, un conjurador puede manifestar habilidades especiales que reflejan su dominio sobre la magia: * Sintonía con el Tejido: Una conexión más profunda que amplía la Reserva Interior del conjurador y mitiga la La_Crisis_de_la_Fatiga_de_Maná. * El Don del Tejedor: La aptitud natural para la Mezcla de Conjuros y el dominio de la Aguja de Trama. * Dominio del Flujo Interno: Un control férreo sobre la propia energía, reduciendo la tensión de cada hechizo. * Meditación del Éter: La capacidad de recuperar la energía arcana con mayor rapidez a través de la concentración. * Fortaleza Arcana: Una resistencia física y mental superior al Agotamiento Arcano, permitiendo al conjurador forzar sus límites por más tiempo.
Un campo de estudio reciente, inspirado por los astrónomos de Valtoria y los videntes de Eldrador. Estos Conjuros no extraen su poder únicamente del Tejido circundante, sino de la energía cósmica de los astros, un eco lejano de la creación y quizás del propio Lilium. Entre los Conjuros descubiertos se encuentran: * Luz de Lilium: Un rayo de energía estelar que abrasa con fuego y luz radiante. * Bendición de la Aurora: Un encantamiento que infunde valor y vitalidad a los aliados al amanecer. * Lanza Celestial: Una invocación que replica el poder de las armas divinas que sellaron al Primer Rey, capaz de aprisionar temporalmente a criaturas poderosas.
Estos Conjuros representan una nueva frontera en la magia de Lithernia, un misterio que apenas comienza a desvelarse y que podría ser la clave para enfrentar las amenazas que se ciernen sobre el mundo.