categoria: Magia y Hechicería coste: Ofrenda al espíritu deidades_asociadas: Solniria, Yfrit, Quiteon, Exion, Rokael, Cirkon dg-publish: true elementos: Fuego, Agua, Aire, Tierra fuente_de_poder: Pactos con espíritus elementales primigenios origen: Tierras áridas del sur, fundado por Khemr practicantes: Pactantes, Khemritas regiones_comunes: Galvorn, Valtoria, Mor’dhul riesgos: Ruptura del pacto, hostilidad del espíritu, repercusiones físicas subcategoria: Rituales y Pactos tags: - lithernia - lore - magia - magia_y_hechicería - pactos_elementales - rituales_y_pactos title: Pactos elementales de khemr type: Tradición mágica summary: Los Pactos Elementales de Khemr son alianzas mágicas entre mortales y espíritus primigenios de fuego, agua, tierra y aire. Los Pactantes ofrecen ofrendas a cambio de poder, estableciendo vínculos simbióticos que afectan su ser y conllevan riesgos si se rompen.

Pactos elementales de khemr

Mientras los magos de Lithernia se afanan en desentrañar y manipular los hilos del Tejido del Maná, existe una tradición mágica más antigua y primal, una senda que no busca dominar la energía, sino negociar con ella. Son los Pactos Elementales de Khemr, un arte arcano basado en la comunicación, el respeto y la vinculación con los espíritus primigenios que habitan en el fuego, el agua, la tierra y el aire.

Quienes siguen esta senda, conocidos como “Pactantes” o “Khemritas”, no extraen poder del Tejido, sino que forjan alianzas con entidades elementales, ofreciéndoles un anclaje en el mundo mortal a cambio de una porción de su poder. Es una magia transaccional, íntima y a menudo peligrosa, pues un espíritu no es una herramienta, sino un socio con voluntad propia.

Orígenes y la Leyenda de Khemr

Las Leyendas sitúan el origen de estos pactos en la Era del Primer Rey, o incluso antes, en las desoladas tierras áridas del sur, hoy olvidadas. Se dice que el primer Pactante fue Khemr, un sabio de una tribu nómada cuyos chamanes eran incapaces de sentir el Tejido del Maná. En lugar de rendirse, Khemr aprendió a escuchar el mundo de otra manera: el silbido del viento en los cañones, el crujido de la tierra bajo el sol abrasador, el murmullo de un manantial oculto.

La crónica cuenta que, ante una sequía que amenazaba con aniquilar a su pueblo, Khemr meditó durante cuarenta días y cuarenta noches hasta que su propia esencia se fundió con el paisaje. Fue entonces cuando un poderoso espíritu del aire, un Djinn antiguo y altivo, le habló. Khemr no exigió, sino que ofreció: le prometió al espíritu llevar sus historias a todos los rincones del mundo a cambio de la lluvia que salvaría a su gente. El Djinn, conmovido por la humildad y la audacia del mortal, aceptó. La tormenta que siguió no solo regó los campos, sino que selló el Primer Pacto. Khemr se convirtió en el primer mortal en ser un canal viviente para un espíritu elemental, y su conocimiento se extendió entre aquellos que sentían más afinidad por el mundo natural que por las complejidades arcanas del Tejido.

La Naturaleza del Pacto

Un Pacto Elemental es fundamentalmente un contrato simbiótico. El Pactante no “lanza” un hechizo en el sentido tradicional; invoca el poder de su socio espiritual para que manifieste un efecto en el mundo. Esto tiene profundas implicaciones:

Tipos de Pactos Elementales

Aunque existen innumerables espíritus menores, los grandes Pactos se establecen con entidades ligadas a los cuatro elementos Primordiales.

Pactos del Fuego

Asociados con la diosa Solniria y los Genasi de Fuego, estos pactos se forjan con salamandras, ifrits y otras almas ígneas. Los Pactantes del Fuego son a menudo guerreros apasionados, herreros inspirados o destructores implacables. Su poder es volátil y espectacular, pero sus socios espirituales son caprichosos y exigentes. En Mor’dhul, existen Pactantes oscuros que se vinculan con elementales de fuego corrompidos por el eco del Lilium, espíritus consumidos por un dolor y un hambre eternos que exigen sacrificios de vida como ofrenda.

Pactos del Agua

Vinculados a la diosa Yfrit y a los mares de Galvorn, estos pactos se sellan con ondinas, nereidas y espíritus de las profundidades. Los Pactantes del Agua son sanadores, navegantes, protectores de costas o invocadores de maremotos. Los espíritus del agua son antiguos, sabios y a menudo melancólicos, recordando mundos ahogados y eras perdidas. Un Pactante de agua puede sentir la emoción de cada gota de lluvia y el peso de los océanos en su alma.

Pactos del Aire

Bajo el dominio de dioses como Quiteon y Exion, estos pactos conectan al mortal con sílfides, Djinns y los mismos vientos. Son los pactos más difíciles de mantener, pues sus espíritus valoran la libertad por encima de todo. Los Pactantes del Aire son exploradores, espías y mensajeros inigualables, capaces de volverse invisibles como una brisa o desatar la furia de una tormenta. Suelen encontrarse en las flotas de Galvorn o como ermitaños en las cimas de las montañas de Valtoria.

Pactos de la Tierra

Resonando con el panteón enano de Rokael y Cirkon, estos pactos se establecen con Gnomos de tierra, xorns y los espíritus de la piedra y la montaña. Los Pactantes de la Tierra son guardianes, constructores y seres de una fuerza y resistencia inmensas. Son comunes entre los Enanos de Valtoria y los Goliaths, quienes ven el pacto no como magia, sino como una conversación sagrada con la propia montaña. Sus espíritus son pacientes y lentos para la ira, pero una vez ofendidos, su rencor es tan inamovible como una cordillera.

Los Pactantes en el Mundo Actual

La práctica de los Pactos de Khemr es minoritaria pero respetada en ciertos círculos, y vista con recelo en otros.

En última instancia, los Pactos Elementales de Khemr representan una filosofía mágica alternativa: una que enseña que el poder no se toma, se comparte. Para un Pactante, el mundo no es un recurso a explotar, sino una asamblea de voces antiguas a las que uno debe aprender a escuchar y respetar.