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Las Cadenas de Darghel son una región emblemática del reino de Mor’dhul en Lithernia, conocida por su paisaje abrupto y su historia marcada por la oscuridad y el poder oculto. Esta zona, dominada por un profundo desfiladero de granito negro, alberga una ciudad tallada en sus paredes y una cultura única que gira en torno al secreto, la magia nigromántica y la supervivencia en un entorno hostil.
Las Cadenas de Darghel se encuentran en un cañón profundo y estrecho, cuyas paredes de granito negro forman un abismo casi impenetrable. La ciudad principal está construida directamente en estas paredes, con estructuras de múltiples niveles conectadas por puentes de hueso y hierro suspendidos sobre el vacío. Las fachadas están adornadas con runas silenciadoras que absorben el sonido y emiten una luz espectral verdosa, creando un ambiente de misterio y tensión constante.
El paisaje natural es austero y sombrío, con escasa vegetación y un clima que favorece la melancolía y la paranoia. La región está rodeada por territorios dominados por clanes hobgoblins y tieflings, con una presencia significativa de exiliados Shadar-Kai que actúan como asesinos y espías.
La historia de las Cadenas de Darghel está marcada por la influencia del Lilium residual, un fuego eterno que dejó cicatrices imborrables en Lithernia. La ciudad fue fundada por el Clan Whisper, un grupo hobgoblin que se especializó en la recopilación de secretos y la práctica de una nigromancia sónica única. A lo largo de los siglos, la región ha sido un centro de intrigas, traiciones y poder oculto, donde la información es la moneda más valiosa y la confianza una debilidad fatal.
La élite gobernante practica en secreto cultos oscuros, venerando a Kromagul, el Dios del Dolor, mientras que públicamente se rinde culto a Sel’thirak, dios del silencio y la paz de la tumba. Esta dualidad refleja la compleja naturaleza de la sociedad y su relación con la magia y la religión.
La cultura de las Cadenas de Darghel es paranoica y secretista. La sociedad está dominada por el Clan Whisper, que controla la magia nigromántica y la información. Los tieflings actúan como administradores y diplomáticos, mientras que los Shadar-Kai forman una casta temida de asesinos y espías. Los goblins y otras razas menores sirven como sirvientes y comerciantes.
Se celebra anualmente el Festival del Silencio Eterno, un día en que está prohibido hablar y toda comunicación se realiza mediante gestos o telepatía. Los criminales son sometidos a la Confesión del Eco, un castigo donde deben gritar sus crímenes al cañón para que sus ecos sean torturados eternamente.
Los tatuajes de ondas sonoras o labios sellados son marcas de lealtad al clan y símbolos de estatus dentro de la sociedad.
La economía se basa en el comercio de secretos, magia nigromántica y objetos prohibidos. La política es una red compleja de alianzas y traiciones, donde el poder se mide por la capacidad de extraer y guardar secretos. El Clan Whisper mantiene un control férreo mediante la vigilancia constante y la manipulación.
El símbolo más representativo es una estilizada garganta de cañón negra de la que emerge una mano esquelética. El dedo índice está presionado contra donde estarían los labios, en un gesto de silencio absoluto.
El arte refleja la obsesión por el silencio y el secreto, con esculturas y grabados que evocan la quietud, la sombra y el poder oculto.