categoria: Artefactos y Reliquias creador: Culto oscuro de Lithernia/09_Personajes/02_Figuras_Historicas/Sariel|Sariel dg-publish: true estado_actual: Desmembrado y oculto en varias localizaciones maldicion: Corrupción Sanguínea, Sed Insaciable, Marca de los Malditos materiales: Hueso de wyvern petrificado, escamas de dragón cromático, sangre coagulada de Dragones nombre_alternativo: Sanguis Aeterna Draconis portador_notable: Khelthor el Sediento propiedades: Fuego de Sangre, Dominio de los Caídos, Eclipse Carnicero subcategoria: Reliquias_Dracónicas tags: - artefacto - artefactos_y_reliquias - lithernia - reliquias_dracónicas tipo: Artefacto mágico title: Bastón Carmesí summary: El Bastón Carmesí, creado con sangre de dragones caídos y magia oscura, otorga poder sobre fuego vital, muertos dracónicos y eclipses, pero corrompe a su portador. Fue clave en la caída de tres santuarios lunares y desató la Noche Púrpura.

Leyenda del bastón carmesí

Orígenes Malditos

El Bastón Carmesí, conocido en los círculos eruditos como Sanguis Aeterna Draconis, es un artefacto ancestral forjado durante las postrimerías de las Guerras Dracónicas. Su creación se atribuye al culto oscuro de Sariel, el dragón vampiro de las profundidades nocturnas, quien ordenó su fabricación usando la sangre coagulada de cuatro grandes Dragones caídos en batalla: Ignis, Tal’vorak, Fidriel y el propio Sariel. Cada gota vital contenía no solo poder arcano, sino el rencor de seres divinos traicionados.

Tallado en hueso petrificado de wyvern ancestral y engarzado con escamas de dragón cromático, el bastón emite un resplandor sanguinolento que mancha el aire con efluvios metálicos. Su pomo muestra grabados de las cuatro facetas draconianas: fuego (Ignis), tormenta (Tal’vorak), conocimiento (Fidriel) y oscuridad (Sariel), entrelazadas en un ciclo de sufrimiento eterno.

Poder y Maldición

Quienes han estudiado sus propiedades (y sobrevivido para contarlo) describen tres capacidades terribles: 1. Fuego de Sangre: Invoca llamas carmesíes que consumen la energía vital del objetivo, retroalimentándose con cada muerte. 2. Dominio de los Caídos: Permite controlar temporalmente restos dracónicos (huesos, escamas) y criaturas con sangre de dragón. 3. Eclipse Carnicero: Una vez por ciclo lunar, puede suprimir toda luz celestial en un área extensa, dejando solo el resplandor rojizo del bastón como guía para sus sirvientes.

Sin embargo, su manejo exige un precio atroz: - Corrupción Sanguínea: El portador sufre visiones de los Dragones sacrificados, que gradualmente consumen su identidad. - Sed Insaciable: Requiere sacrificios regulares de sangre dracónica (o su equivalente en sangre de portadores de linaje draconiano). - Marca de los Malditos: Deja cicatrices bermejas en forma de escamas en el cuerpo del usuario, señalando su condena ante cultos y cazadores de artefactos.

La Caída de los Tres Santuarios Lunares

Durante el Renacimiento pos-Lilium, el bastón emergió en poder del Nigromante Khelthor el Sediento, quien ambicionaba dominar los flujos de maná lunar. En el año 342 PL (Post-Lilium), atacó los tres santuarios sagrados dedicados a Arzia, diosa élfica de las estrellas:

  1. Selénor (Eldrador): Su torre de cristal estelar fue reducida a arena vitrificada cuando Khelthor desvió contra ella un rayo carmesí que evaporó a sus 300 guardianes élficos.
  2. Lunargenta (Frontera de Valtoria-Eldrador): Sus jardines lunares se marchitaron instantáneamente tras un ritual que bloqueó la luz de la luna durante siete noches, corrompiendo las fuentes de maná natural.
  3. Noctálmis (Montañas del Cuervo, Mor’dhul): El santuario más antiguo implosionó al intentar sus sacerdotes sellar el bastón, generando una cicatriz mágica que aún hoy atrae a espectros lunares.

Se estima que 12.000 devotos perecieron en estos ataques, y la energía drenada fortaleció tanto al bastón que su mera presencia comenzó a distorsionar la luz de las estrellas en un radio de 100 leguas. Este evento marcó el inicio de la Noche Púrpura, un decenio de oscuridad mágica que afectó cosechas y propició el auge de criaturas nocturnas.

Destino y Búsquedas Actuales

Tras la derrota de Khelthor a manos de una alianza entre druidas de Ferion y paladines de Harmias, el Bastón Carmesí fue desmembrado ritualísticamente: - Pomo: Enterrado bajo el Abismo de Sombras en Mor’dhul. - Vara: Arrojada al Volcán Ignis en las Tierras Férreas de Valtoria. - Gemas de Poder: Dispuestas como trampas mágicas en ruinas de los Santuarios Lunares.

No obstante, múltiples facciones lo buscan aún: - Clan Whisper (Mor’dhul) cree que reconstruirlo les permitiría controlar los no-muertos dracónicos de Chega. - Círculo Carmesí, culto secreto heredero de Khelthor, realiza sacrificios anuales para localizar sus piezas. - Archimagos de la Torre Estelar (Valtoria) monitorean cualquier actividad anómala relacionada, temiendo que su resurja en la Era Actual.

Se dice que las noches de eclipse sangriento, el bastón emite un llamado silencioso que atrae a magos ambiciosos hacia su destino… y perdición.