componentes: - Lanza de la Justicia Eterna - Lanza del Viento Invisible - Lanza de las Aguas Profundas - Lanza de las Sombras Renovadas creadores: Cónclave de deidades dg-publish: true guardianes: Los Vigilantes Celestiales lugar_de_forja: Montaña del Alba proposito: Sellar al Primer Rey y mantener el equilibrio cósmico tags: - artefacto - artefactos_y_reliquias - lanzas_celestiales - leyenda - lithernia tipo: Grupo de Artefactos title: Las Cuatro Lanzas Celestiales ubicaciones: - Los Pináculos de Aethrya - El Viento Errante del Valle Nefari - El Abismo Esmeralda - El Bosque Nocturno de Velyssan categoria: Artefactos y Reliquias subcategoria: Lanzas_Celestiales summary: Las Cuatro Lanzas Celestiales son artefactos divinos creados para sellar al Primer Rey, un tirano ancestral. Cada lanza, custodiada en regiones sagradas de Lithernia, mantiene el equilibrio cósmico y previene su resurgimiento.

Las Cuatro Lanzas Celestiales

En los albores de Lithernia, cuando sus tierras aún temblaban bajo el peso de fuerzas Primordiales, existió un ser cuya sombra amenazó con devorar la luz misma: el Primer Rey. Este monarca, nacido de la oscuridad y la arrogancia, pretendió gobernar no sólo sobre su reino, sino sobre el destino de toda creación. Para contener su poder desmedido, se forjaron las legendarias Cuatro Lanzas Celestiales, artefactos divinos imbuídos con la esencia de los eternos y la voluntad de los antiguos cielos.

Origen y Forja de las Lanzas

Las Cuatro Lanzas Celestiales fueron creadas en la altarumana Montaña del Alba, el lugar donde convergían los vientos celestes y el fuego del primer sol. Se dice que un mismísimo conclave de deidades fragmentó el halo del universo en cuatro astas, cada una destinada a custodiar un aspecto esencial del orden cósmico:

Ubicación de las Lanzas

Tras la derrota y el sello del Primer Rey, cada lanza fue entregada a un guardián distinto, y emplazada en regiones separadas de Lithernia, cada una custodiada por órdenes sagradas y criaturas excepcionales:

  1. Los Pináculos de Aethrya – hogar de la Lanza de la Justicia Eterna, se alza sobre picos inalcanzables donde sólo los justos pueden escalar.
  2. El Viento Errante del Valle Nefari – donde reposa la Lanza del Viento Invisible, en una ciudad entre nubes siempre cambiantes.
  3. El Abismo Esmeralda – un vasto lago de profundidad insondable que alberga la Lanza de las Aguas Profundas, custodiada por los sirenos ancestrales.
  4. El Bosque Nocturno de Velyssan – territorio de la Lanza de las Sombras Renovadas, en una espesura donde la luz y la sombra se confunden eternamente.

Poderes y Propósito

Cada lanza no sólo es una arma sagrada, sino también un pilar que mantiene el sello ancestral que aprisiona al Primer Rey más allá de los límites del tiempo y el espacio. Estas armas canalizan energías cósmicas capaces de contener su resurgimiento:

Leyendas y Creencias

Pueblos y reinos de Lithernia celebran la existencia de las Cuatro Lanzas durante el Festival de la Luz Oculta, una festividad anual donde se honra el sacrificio de los dioses y se recuerda el peligro latente del Primer Rey. Se cuenta que si alguna de las lanzas se pierde o es profanada, el tejido del mundo comenzará a deshilacharse, preludio del regreso de la tiranía ancestral.

Asimismo, profetas y augures esperan la llegada de un “Heraldor de las Lanzas”, un Heroes ungido que reunirá nuevamente las armas para impedir la caída definitiva de Lithernia o, según temen otros, someter todo bajo un nuevo imperio.

Costumbres de los Guardianes

Los portadores de las lanzas, conocidos como Los Vigilantes Celestiales, deben someterse a rituales severos y a un juramento eterno que los enlaza a la llama que arde en el alma de cada lanza. Su existencia es de sacrificio y misterio, y su historia queda escrita en los anales para recordar que el equilibrio y la vigilancia constante son lo único que separa la paz de la devastación.

Las Cuatro Lanzas Celestiales son más que armas: son símbolos vivos del sacrificio, equilibrio y esperanza en un mundo siempre pendiendo entre la salvación y la perdición. Lithernia debe honrar y proteger estos relicarios sagrados, pues en ellos reside la última línea entre la luz y la sombra.